La gente recorre pases, carga toneladas y pasa aos leyendo para encontrar a Dios y llenar ese vaco espiritual

que acongoja a muchos, encontrarle un sentido a la vida, tener una razn de seguir adelante. En la mente, en el alma, en la naturaleza, en la escritura, en los sacerdotes, pastores y otros ministros religiosos; y en un centenar de lugares y personas los seres humanos buscamos a aquel que mueve las cartas de nuestro destino, miramos a lo lejos, en ocasiones hasta las estrellas, para conocer en carne propia a ese ser, el ser supremo; sin siquiera pensar que ese ser pudiera estar aqu, dentro de nosotros, a nuestro lado o siquiera en una forma alcanzable de estar. Ahora bien, mucha gente dice estar segura de haber encontrado a Dios y en nombre de l realiza las acciones de su diario proceder, en nombre de Dios la gente lucha en guerras que terminan con la vida de miles de hermanos, en su nombre tambin se excluye a personas de una sociedad que se rige bajo los valores de una doble moral, en nombre de ese creador, de ese padre, el ser humano hace y deshace en la vida diaria sin tan siquiera preguntarse, qu o quin es Dios en mi vida? Ahora bien, si a m me preguntaran, en mi humilde opinin, dnde puedo encontrar a Dios?, mi respuesta sera larga y muy probablemente no todos la entenderan. Para m Dios es la ltima historia que mi abuelo me cont, el primer te amo que escuch de mi madre, la primera vez que encontr un amigo. Mi Dios se encuentra en los consejos de mi padre, en el amor de mis hermanas, en los amigos nuevos que llegan para quedarse y los viejos que jams se irn de mi lado, en la ilusin al dormir de despertar en un mejor mundo, en el recuerdo vivo en mi mente de esperar una nueva hermanita. Dios est en la risa de mi hermana, en el primer beso de amor. -Annimo