los laberintos existen. de variados tipos, complejidades y tamaos. simples o imposibles. agradables o siniestros. claros u oscuros.

en algunos casos - en funcin de subjetividades -, todo junto. de hecho, hay algunos que, por mrito de quienes los transitamos, se vuelven crceles, mutando y confundiendo, - mucho ms a menudo de lo que quisiramos -, hacindonos sentir como personajes de kafka. frente a esas situaciones, nos vemos a nosotros mismos, como victimas de encrucijadas, que se vuelven inextricables a pesar de los intentos. generndonos estados de angustia y desesperacin, que nos comienzan a derrumbar internamente. convertindonos en algo verdaderamente desagradable. es ah dnde - y sin darnos cuenta -, comenzamos a encerrarnos. a dar vueltas sin sentido, una y otra vez. a desconocer si avanzamos o retrocedemos. a confundirnos. los laberintos tienen la particularidad de entretenernos, a base de angustia, dificultad y peligro. de desesperarnos, ante la posibilidad cierta de no resolverlos sin ayuda, de hacernos sentir la soledad, ante la posibilidad cierta, de no poder encontrar la salida. lo que resulta claro es que, si nos detenemos o nos asustamos, un laberinto es capaz de aniquilarnos. si nos movemos, tal vez no. curioso. si lo angustiante nos puede ayudar, sera bueno aprovecharlo. existen mltiples laberintos. de variadas formas y complejidades. forzando constantemente la imaginacin, la intuicin y la razn. obligndonos a desarrollar herramientas ms novedosas para pasarlos, y, de este modo, volvernos un poco menos temerosos. ms arriesgados. ms fuertes. ms astutos, para enfrentar los verdaderos miedos que nos carcomen. ms lcidos, para identificar los autnticos problemas, ms despiertos, para evitar que nos atonten un poco menos. para responder de otra manera. por todo esto, es que a mi los laberintos me gustan. y cmo !! me excitan, me provocan, me desafan. me hacen sentir que la vida puede ser un poco ms interesante, a pesar de tantas dificultades, mediocridades y estupideces, o por eso mismo. es as como, frente a alguno que se me presente, y sin importar la dificultad o el peligro que aparente, me viene a la memoria la frase de leopoldo marechal : de todo laberinto, se sale por arriba

tal vez por esto sera bueno empezar a mirar un poco ms alto