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En Santander: En verano llueve mucho Solo llueve en septiembre En verano no llueve Los veraneantes se van de Satander asfixiados Por

el calor Por el agua Ni uno ni otro, es una hiperbole Los veraneantes aprovechan del ltimo rayo de sol de septiembre pueden aprovechar Nunca aprovechan Estos primeros cinco das de septiembre de 2006 han sido Muy calientes Pegajosos y temibles No llovi El tiempo ha sido perfecto porque La bruma amantaba ladrillos y cemento La bruma era complice del sol El calor no era demasiado Los veraneantes Cazan olas como hormigas Se echan al agua cazando olas Ni uno ni otro A menudo la temperatura del agua Coincide con la del aire Siempre coincide No coincide

Los cazadores de olas remontan como hormigas el recorrido de esos rizos de la mar, embotados en sus trajes de neopreno y tratando de dominar sus tablas y su pericia para no ser tragados por la espuma que llega hasta el borde de la orilla. En septiembre, la espuma del mar Cantbrico salta a capricho y tie de un blanco violento las costas, en las que tambin hay que estar ms pendiente de las banderas y las resacas que de la temperatura del agua, que muchos das marca un curioso y caprichoso consenso con el aire: entre 22 y 25 grados. Sobre la arena de septiembre, de tono tan cremoso como cegador, los que se toman la vida con calma chicha plantan las toallas y sombrillas a sus anchas. Hay sitio para todos, y playas como la bulliciosa Primera del Sardinero no presentan ese aspecto de zoco textil abarrotado de muchos das de julio y agosto...

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