Está en la página 1de 9

Fedro Primer Discurso Scrates.

Platn

Voy a hablar con la cabeza tapada, para que galopando por la palabras, llegue rpidamente hasta el final, y no me corte de vergenza, al mirarte1 Platn, Fedro,237a.

Fedro Primer Discurso Scrates. El amor es un deseo2


2

Platn

Platn, Fedro,237a.

Fedro Primer Discurso Scrates.

Platn

la desventaja que traer a nuestros bienes el trato y la tutora del amante. Pues es obvio para todos, y especialmente para el enamorado, que, si por el fuera, deseara que el amado perdiese sus bienes ms divinos, ms entraables, ms divinos. No le importara que fuera hurfano []. Pero, adems si est en posesin de oro o de alguna otra forma de riqueza pensar que no es fcil de conquistar, y que si lo conquista, no le ser fcil de manejar 3
3

Platn, Fedro,239e-240a.

Fedro Primer Discurso Scrates.

Platn

Si el Amor es, como es sin duda, un dios o algo divino, no puede ser nada malo4 Platn, Fedro,242e.

Fedro Segundo Discurso Scrates.

Platn

antes de que me sobrevenga alguna desgracia por haber maldecido del Amor, le voy a ofrecer una palinoia, a cara descubierta, y no tapado, como antes, por vergenza5
5

Platn, Fedro,237b

Fedro Segundo Discurso Scrates. (ficha de resumen)

Platn

El amor es una mana, la profetisa de Delfos, es en pleno delirio cuando han sido causa de muchas y hermosas cosas que han ocurrido tanto privadas como pblicas, y pocas o ninguna cuando estn en sano juicio, la mana es enviada por los dioses para nuestra mxima fortuna
6

Platn, Fedro,244c-245c

. Fedro Segundo Discurso Scrates. aparece como inmortal lo que, por s mismo, se mueve, nadie tendr reparos en afirmar que esto mismo es lo que constituye el ser del alma y su propio concepto6 Platn, Fedro,245e. Platn

Fedro Segundo Discurso Scrates. Cmo es el alma.

Platn

Podramos entonces decir que se parece a una fuerza que, como si hubieran nacido juntos, lleva a una yunta alada y a su auriga. Pues bien, los caballos y los aurigas de los dioses son todos ellos buenos, y buena su casta, la de los otros es mezclada. Por lo que a nosotros se refiere, hay en primer lugar, un conductor que gua un tronco de caballos y, despus, estos caballos de los cuales uno es bueno y hermoso, y est hecho de esos mismos elementos, y el otro de todo lo contrario, como tambin su origen. Necesariamente, pues, nos resultar difcil y duro su manejo.

Platn, Fedro,246b.

También podría gustarte