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Cuando el Art Nouveau se convierte en el estilo de moda, Buenos Aires vive los f astos del Centenario y la euforia propia

de das de bonanza. Es la culminacin de la apropiacin de los modelos europeos y de su arquitectura, que, capa sobre capa, v a conformando un patrimonio nico, no renovable y originalsimo por la manera como s e reinterpretan los estilos. Fabio Grementieri, arquitecto y autor de la serie d e notas sobre el patrimonio de Buenos Aires que nos acompaa en adncultura en este trrido verano, llama pastiche al mestizaje estilstico. Una forma singular de apro piarse de lo que viene de afuera, para construir versiones propias con los manua les ajenos segn las ambiciones de los argentinos descendidos de los barcos. No hay territorio ms fecundo que el Art Nouveau para plasmar los caprichos de una clase ascendente y poderosa que necesita ser legitimada. En la conjuncin de natu raleza, tcnica y sensualidad, todo, o casi todo, parece estar permitido: puttinis colgados de la fachada, guirnaldas de mampostera, frisos de cermica y motivos dec orativos vegetales. El resultado es un eclecticismo rastacuero que hubiera hecho las delicias de Valry Larbaud, el millonario francs dueo de los manantiales de Vic hy, creador del personaje que lo eclips como autor: A. O. Barnabooth. Archibald O lson, viajero de trenes de lujo, deca haber nacido en Arequipa y ser ciudadano de Nueva York... pero bien podra haber sido porteo. Cosmopolita y excelente traducto r, Larbaud difundi la obra de Ricardo Giraldes, a quien haba conocido en una librera de Pars en los aos veinte y con quien mantendra una encantadora correspondencia. E stos edificios magnficos y recargados eran el smbolo de una sociedad opulenta que no meda el gasto -como Barnabooth-, cuyo mejor ejemplo es la Exposicin Internacion al del Centenario y la rica secuencia estilstica de sus pabellones. Empujada por los intereses inmobiliarios, la piqueta sacrific varios eslabones de la virtuosa cadena del patrimonio arquitectnico; sin embargo, tal como puede verse en estas pg inas, quedan razones suficientes para hacer de la arquitectura el principal argu mento de visita segn una encuesta de 995 casos realizada por el Observatorio del Ente de Turismo de la Ciudad. Mis vecinos suizos dicen que prefieren venir en no viembre por lo bien que se llevan el azul del jacarand con la piedra Pars.

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