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Nuevo NUEVO, y de principio nuevamente. Tal vez nada nuevo que decir?

algo se tendr que hablar, las encontradas aldabas una por otra azotando, de paso que niega la luz es compleja la llegada. A dnde llegar? el cuarto y un solitario, la mesita y los recuerdos, el dorso la blanca escena, su testa ayer y hoy aqu, ha quebrado el tiempo, la torre se qued de un lado as cobr la balanza, el contorno desde el horno caliente la vertiente. Tal vez sapiente! el murmullo y no tu imagen, de tus ojos afuera el enfoque, y el retrovisor gris silente, pendiente del caliente ambiente. Pero no hay salida? ardida la mirada de tanto hendija. Qu vida! ma o la tuya en su huida, imbuida hasta llorar fundida, cuadros en la cuenca hundida,

no hay contornos que trocar, hay slo leve rumor hasta el Sol con ardor, pero la tarde se desvela, pronto va encendiendo la vela, andando y, los arboles en penas, dejando atrs sus existencias, ondula el objeto y desaparece, desde un sitio dijo hoy, minutos despus ayer, imprecisiones en relativos creer, vuelto adentro ahogada la mecha, tendida la cama y presto a caer, nada cae y la silla se balancea, un vaso de agua agrio en la garganta, baja la tenue luz palpitando fugaz, es la silueta suelta en el tiempo amargo reloj no aligera su anuncio, es palmera de hojas amarillas, el inclemente paso huracn dobl su cervical al lado de su mano baja, atrapado por la noche que no es su prisin, es ciclo de un da ms, el hormiguero abrazarlo cuando sea claridad de luz y confusin de calores. Por Abraham Guevara

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