Estaba dormido corazn!

Estaba dormido corazn! El inmortal, el piadoso, el eterno, el creador Sonro de alegra al verte antes de ser cimbrado por el rubor vergonzante, ya que tu presencia ante l era la ausencia de nosotros. Pudo y debi esperar por ti. Con su aliento construye universos y con su bostezo nos arranco tu sonrisa eterna. Nosotros somos dbiles, emotivos, vulnerables, diminutos S, s, estaba dormido! Enamorado ayer de ti, heme aqu postrado ante el inmaculado recuerdo, perpetuo guardin del legado de aquella Perla que me llev, a disfrutar ms su compaa que mi otrora invaluable soledad. Fuiste huracn sonriente, torbellino amoroso, tmido volcn presto a tornar las huidizas fumarolas en pacficas explosiones de lava ardiente. Infatigable sembradora de amor y siempre atenta a la cosecha de cario. Las lagrimas vertidas son de dolor, tambin de indignacin y de tristeza, pero ante todo de esperanza; regarn tu rbol en Las Riberas, alimentarn las flores que crecen en el vacio de tu ausencia. Tenas que cerrar tus ojos para que la sociedad abriera los suyos. En esencia sers perenne, tan slo tu cuerpo ha muerto para ser el manto que amorosamente proteja a las mujeres sinaloenses. El poema que te entrego corazn, es insignificante abono a mi deuda infinita. Todos dan las gracias por el regalo de conocerte. Nos enseaste que la felicidad est en servir, que slo se vive el hoy, y que hay momentos que valen la pena una vida entera. AV. 7 Junio.