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Los Enigmas

Me habis preguntado qu hila el crustceo entre sus patas de oro y os respondo: El mar lo sabe. Me decs qu espera la ascidia en su campanatransparente? Qu espera? Yo os digo, espera como vosotros el tiempo. Me preguntis a quin alcanza el abrazo del alga Macrocustis? Indagadlo, indagadlo a ciertahora, en cierto mar que conozco. Sin duda me preguntareis por el marfil maldito del narval, para que yo os conteste de qu modo el unicornio marino agoniza arponeado. Me preguntis tal vez por las plumas alcionarias que tiemblan en los puros orgenes de la marea austral? Y sobre la construccin cristalina del polipo habis barajado, sin duda, una pregunta ms, desgranndola ahora? Queris saber la elctrica materia de las pas del fondo? La armada estalactita que camina quebrndose? El anzuelo del pez pescador, la msica extendida en la profundidad como un hilo en el agua? Yo os quiero decir que esto lo sabe el mar, que la vida en sus arcas es ancha como la arena, innumerable y pura y entre las uvas sanguinarias el tiempo ha pulido la dureza de un ptalo, la luz de la medusa y ha desgranado el ramo de sus hebras corales desde una cornucopia de ncar infinito. Yo no soy sino la red vaca que adelanta ojos humanos, muertos en aquellas tinieblas, dedos acostumbrados al triangulo, medidas de un tmido hemisferio de naranja. Anduve como vosotros escarbando la estrella interminable, y en mi red, en la noche, me despert desnudo, nica presa, pez encerrado en el viento.

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