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FRANZ TAMAYO OBRA ESCOGIDA PROLOGO LOS ORIGENES Ex Unico testimonio hasta ahora conocido sobre los origenes de la familia Tamayo, lo ofrece el propio Franz, en unas pocas lineas dedicadas a defen- der fa nobleza de sangte india de sus antecesores, Nos entcramos asi que los Tamayo provienen del Peni, aunque no se sabe cuando y por qué circuns- tancias Meg6 el primer Tamayo a Bolivia. De sus tatarabuelos dice Franz en el opusculo Para siempre: “Fueron caciques (Iéase principes indios} ennoblecidos con nobleza espafiola por el emaperador Carlos V en el siglo XVI. Mi padre, muy joven y en la casa paterna, tuvo en sus manos el expediente nobiliario en cuya cubierta estaba delineada [a mano del monarca. Los Tamayo de Ja rama peruana deben consetvar ese expediente. Somos marqueses de Villa Her- mosa de San José en Moquegua. En la Biblioteca Municipal de La Paz existe un nobiliario del Peri colonial, impreso en Lima, a manera de becerro tumbo, donde estén Ias pragméticas y privilegios de mi familia. Somos pues sangre india ennoblecida por Espaiia”. Isaac Tamayo Sanjinés, padre de Franz, se recibié de abogado en La Paz, yen el gobierno de Melgarejo fue oficial mayor del ministerio y dipurado por su ciudad natal a la Constituyenze de 1868. En 1892 ocupé las fun- ciones de ministro de Hacienda del gobierno Arce. Cayé del poder con su partido, cl conservador, a talz de fa Hamada revolucién “federal”, cuyo nico resultado tangible fue el traslado de la sede del gobierno, de Sucre a La Paz, en 1900, A partir de esa fecha no actué mds en polftica ni ocupd funcidn piiblica alguna. Fallecié el 8 de agosto de 1914. Poco tiempo antes habfa publicado un extrafio libro, Habla Melgarejo, firmado bajo el seu- dénimo de Thajmera, que es no solamente una defensa del gobierno del crpula taratefio, sino un compendio de las ideas que el propio Tamayo tenia sobre diversos aspectos de la vida nacional, desde Ja importancia de valo- IX rizar al indio aymara, como niicleo fundamental de la nacionalidad —lo que para esa época y dado el rampante racismo anti-indigenista que profe- saban las clases dominantes, constitufa una herejia—, hasta cuestiones de economia, agricultura, industria, educacién, reorganizacién de Ja banca, etc. Cuatro aiios antes habian aparecido en El Diario los famosos 55 editoriales que constituirfan, en forma de libro, La creaciéa de la pedagogta nacional, de manera que no puede decirse que Jas ideas contenidas en esta obra tenfan como origen aquéllas plasmadas en la obra de Thajmara. Pero es indudable la profunda influencia de Isaac sobre Franz, a quien prefirié siempre entre sus cinco hijos, no escatimando esfuerzo alguno para su formacién, desde temptana edad. Abundaron en la infancia de Franz los ptofesores privados contratados por su padre, y el nifo acompaiié a su progenitor en dos viajes por América y otro por Europa. Posteriormente pudo retornar al viejo mundo, gracias al sostén econémico de su progenitor. Padre e hijo debieron sostener largas charlas, en el hogar, en las horas interminables, en los carruajes que los acercaban a la costa, 0 apoyados en la borda de los barcos, contemplando el fascinante y sobrecogedor paisaje ocednico. En esas charlas, en el contacto doméstico con los siervos indigenas de las propiedades de su padre, y mucho mas, en la relacién intima con su madre, Franz afirm6 su admiracién y orgullo por su sangre aymaré. En ef libro de Thajmara se encuentra en sintesis la ideologfa nativista que Franz Hevarfa a sus extremos, en prosa maciza y fulgurante, en la Creacién de la pedagogia nacional. Se habla en Bolivia de una “‘generacién del 80”, en la que sobresalieron Gabriel René Morena, Mariano Baptista, Nataniel Aguirre, Santiago Vaca Guzmda, Ricardo Terrazas, Julio Lucas Jaimes ¢ Isaac Tamayo. Pero el apelativo tiene més que ver con la cronologla de sus nacimientos y actua- ciones, particularmente después de la guerra del Pacifico, que con una defi- nida comunidad de accién o de ideales, pues fucron petsonalidades de ac- tuacién individvalista © ideologias divergentes. Algunos como René Moreno, ‘Tertazas o Vaca Guamén, vivieron permanentemente en el exiranjero. En todo caso, coincidieron todos en ocuparse apasionadamente de Bolivia, des- entrafiar sus dificultades y ofrecer formulas de recuperacién nacional, luego del cercenamiento del litoral. En el ensayo que dedic6 2 Isaac Tamayo y su obra, Roberto Prudencio anota acertadamente que el padre de Franz “en nuestra historia ha de cobrar siempre un relieve singular por la extraia modalidad de su persona. Hombre solitario y arrogante, no disimulaba su desdén por Ja sociedad pacata y provinciana de su tiempo. Espiritu profun- do y cultivado hufa del convencionalismo y del lugar conmin, y se aislaba para mejor conocer y juzgar a los hombres. Fue el primero que comprendié el valor de lo autéctono y el primero que sospeché que en el indio estaba la realidad profunda de Bolivia. No tuvo repato en decir, aunque sus palabras sonaron por entonces a blasfemias, que Bolivia era un pais de indios y como a pais de indios habia que comprenderlo y encararlo... Comprendié que x

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