Está en la página 1de 1

LA CIUDAD

Dijiste: "Ir a otra ciudad, ir a otro mar. Otra ciudad ha de hallarse mejor que sta. Todo esfuerzo mo es una condena escrita; y est mi corazn - como un cadver - sepultado. Mi espritu hasta cundo permanecer en este marasmo. Donde mis ojos vuelva, donde quiera que mire oscuras ruinas de mi vida veo aqu, donde tantos aos pas y destru y perd". Nuevas tierras no hallars, no hallars otros mares. La ciudad te seguir. Vagars por las mismas calles. Y en los mismos barrios te hars viejo y en estas mismas casas encanecers. Siempre llegars a esta ciudad. Para otro lugar -no esperesno hay barco para ti, no hay camino. As como tu vida la arruinaste aqu en este rincn pequeo, en toda tierra la destruiste.

MURALLAS

Sin consideracin, sin piedad, sin recato grandes y altas murallas en torno mo construyeron. Y ahora estoy aqu y me desespero. Otra cosa no pienso: mi espritu devora este destino; porque afuera muchas cosas tenia yo que hacer. Ah cuando los muros construan cmo no estuve atento. Pero nunca escuch ruido ni rumor de constructores. Imperceptiblemente fuera del mundo me encerraron.

También podría gustarte