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Al ser reemplozados los sefiores feudales por poderosos monar- cas, se formaron durante la Bo- ja Edad Media las grandes na- iones de Europa. En Francia fue- ron los reyes Capetos; en Ingla- terra los Plantagenets y los Tudor; en Rusia Ivén Ill @ Ivan IV expul- saron a los tértaros; en Espafia y en Portugal los soberanos cristic- nos derrotaron a los moros, En Alemania, Otén el Grande co- menz6 promisoriamente a formar un estado germano, pero la lu- cha de él y de sus sucesores por controlar Italia tuvo como con- secuencia que ambos paises de- moraron mucho més en unificarse politicamente. En este capitulo veremos e! caso-de Inglaterra y de Francia, cuya historia estuvo en aquella época tan ligada, que casi formaron una sola na- cién. UN GRUPO DE REYES PENDENCIEROS El dominio romano en Bretafa se derrumbé cuando, alrededor del afio 450, tribus germénicas cruzoron el Canal de la Man- cha e invadieron Ia isla, Les an- 70 glos, sajones y jutos asesinaron, esclavizoron y expulsaron o la mayorla de los pueblos nativos, entre ellos, los celtas. Estos se de- fendieron valientemente y un he- roico rey celta y sus guerreros pasaron a la leyenda, siendo fo- mosos hasta ahora como el rey Arturo y los Caballeros de la Me- sa Redonda. A fines del siglo VI los anglosajones hab fan con- quistado casi toda Ia isla, excep- to Gales y Escocia, cuyas monta- fias protegieron estos territo- trios del invasor. Muy pronto Bretafia pasé a Ila- marse Inglaterra (tierra de los anglos) y cada tribu invasora formé su propio reino aparte. Los pequefios reinos vivian lu- chando entre si, ademas de te- ner que defenderse de los dane- ses, conocides también como vi- kingos 0 normandos. Estos pira- tas remontaban los rios en sus “drakkars” y asaltabon las al- deas anglosajonas, igual como éstos lo hablan hecho antes con los celtas, conquistando gran parte del norte y del este de In- glaterra. En la segunda mitad del siglo | IX el joven rey de Wessex, lla- mado Alfredo el Grande, orga- niz6 la resistencia, y convencid @ sus quisquillosos, rudos y beli- cosos colegas a que se aliaron para expulsar a los daneses. Luego unificé todos los reinos anglosajones y fue un gobernan- te justo y sabio. El es e! Gnico monarca inglés que ha sido de- nominado “el Grande”. GUILLERMO- EL CONQUISTADOR Mientras Alfredo el Grande com- botia a una parte de los dane- ses otro grupo de normandbs | asolaba Francia, pero en este pais el rey se los gané, cedién- doles toda una regién, que pa- 36.0 llamarse Normandia, y nom- bré duque al jefe vikingo Rolén (911). En sefial de reconocimiento, éste debia besar los pies del monar- ca francés, pero se negé, dicien- do que él no besaba los pies a nadie y ordend a uno de sus guerreros que lo hiciera en su |u- gar. El fiero normando, en vez de ‘agacharse, levanté el pie del so- berano hasta su boca, haciéndo- lo perder el equilibrio en medio de las carcajados de los pre- sentes. A pesar de este incidente, Rolén fue un vasallo modelo, se casé con una princesa y goberné muy bien su ducado. Igual que los da- neses, quienes terminaron a lo larga por mezclarse con los an- glosajones; los normandos tam- bién lo hicieron con los france- ses, adoptondo su idioma y sus costumbres. Més de un siglo después uno de sus gobernantes invadiria Ingla- tera: Guillermo el Conquistador, quien apenas a los 8 afios ho- bia sido elegido duque de Nor- mandfa por los borones. Cuando en 1066 murié el rey in- glés Eduardo el Confesor sin de- jar herederos, Guillermo, que es- fobo emparentado con él, re- clam su derecho al trono. Se de- cia que el soberano habia desig- nado en su lecho de muerte a Horoldo, un poderoso noble, co- mo sucesor. E| duque, por su par- te, hombre fiero, inteligente y de accién, habia obtenido del rey la misma promesa y Haroldo le ha- bia jurado dar su apoyo, pero llegodo el momento &ste se apo- deré de la corona con la ayuda de los caballeros ingleses. Por lo | tonto no quedaba otra solucién que resolver el conflicto por las armas. LA BATALLA DE HASTINGS (1066) Con el consentimiento del Popo y con un ejército compuesto por normandos, franceses y flamen- cos, Guillermo desembareé en la costa de Inglaterra. E| 14 de octu- bre de 1086 en las colinas que rodean o Hastings se librd uno de los combates més importantes de Ia historia. 3. Caballeros ingleses. En lo alto, los tropas anglosajo- nas de Haroldo estaban forma- das en linea de batalla. Desde | abajo los hombres del duque se lanzaron al ctaque, cantando a voz en cusllo uno antigua can- cién guerrera. El primer choque fue terrible: los ingleses, blan- diendo a dos manos sus enormes hachas, abatian a caballeros y corceles, mientras la infanteria normanda disparoba une |luvia de flechas sobre sus adversarios. Hubo un momento en que se co- rrié el rumor de que Guillermo habia muerto. Este se descubrié el rostro y se volvié hacia sus sol- dados, gritindoles por encima del infernal ruido de las armas: “iMirenme bien! |Todovia estoy vivo y con la gracia de Dios seré e| vencedor!"” Alrededor del mediodfa las po- sibilidades eran parejas para ambos bandos, pero al atardecer los ingleses comenzaron a dar muestras de cansancio. Fi- nalmente Guillermo recurrid a una treta y ordené a la infante- ria simular que hufa. Los hom- bres de Haroldo abandonaron entonces su ventajosa. posicién n

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