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Un caso sencillo Aquella noche, el juez se fue a la cama tranquilo.

Se le haba ocurrido una excelente idea para averiguar la identidad del dueo del caballo. Lo nico que le preocupaba era dar un escarmiento adecuado al que estuviera mintiendo. Y, reflexionando sobre este asunto, se qued dormido con la placidez del que sabe que siempre hay una solucin justa.
(Fuente: Edit. Santillana,La casa del Saber, 5 curso)

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