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"Sapitos", perros, recuerdos y sonrisas Pedro lanz una piedra al ro con la intencin de hacer que la misma hiciera sapito,

aquel juego que disfrutaba con sus primos cuando era nio. Ese pedazo de roca lisa salt tres veces, prcticamente sin salpicar agua. Sonri para sus adentros y record a Juan Pablo con su risa caracterstica. Dnde estars Juanpi?, se pregunt. Esa tarde pareca que el sol jams se reflejara en el agua. No importaba, Pedro segua divirtindose con las piedras, del recuerdo de su primo querido; y se puso al silbar, mientras por la calle de la costanera un perro ladraba. Pedro volva a sonrer y ahora recordaba al Puchi, que los sola acompaar desde la casa de la nona al colegio, a los dos, tanto a l como a Juan Pablo. Haca varios minutos que Pedro estaba all, al lado del ro, jugando con las piedras. Aqua di luddu: Un faci b nudda, exclam en voz alta mirando el correr de las aguas y con ganas de calmar la sed que le haba llegado. Tras decir aquel proverbio corso se pregunt sobre el mismo: Ser verdad que el agua de julio no hace bien a nada?. Volvi a sonrer y olvid rpidamente esa expresin cuando, otro perro se acerc hacia el lugar donde estaba. Ya eran dos y ambos ladraban, con el hocico apuntando hacia la otra orilla. De repente, varios se reunieron, todos callejeros, vagabundos, ninguno enarbolaba alguna raza preponderante. Todos ladraban a coro. Ladraba y ladraban. Pedro se rasc la cabeza, los mir sorprendidos y larg una carcajada al recordar esa loca e ingeniosa frase de Groucho Marx. Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente est demasiado oscuro para leer... Escrito por: Marcos J. Villalobo Publicado: Lunes, 29 de agosto de 2011

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