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El hijo Nepio

Conócenos con la palabra “nepio”, que describe el primer nivel de madurez


espiritual.

¿Qué significa ser un hijo “nepio”?

Es un hijo inmaduro e infantil en su manera de hablar y actuar. En lo natural,


en los tiempos antiguos nepio era el niño de cero a dos años (0-2). Es la edad
donde el niño no habla bien, esta aprendiendo a caminar, se lleva todo a la
boca, no sabe lo que es bueno y es malo, hace cosas sin sentido; en fin, “todo
se le da en la boca”.

¿Cuáles son las características de un nepio en lo espiritual?

1. Es movido y agitado emocionalmente por las circunstancias.


“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tu, manda que yo vaya a ti
sobre las aguas, y le dijo: Ven, y descendió Pedro de la barca, andaba sobre
las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a
hundirse. Entonces grito ¡Señor Sálvame! Al momento Jesús, extendió la
mano, lo sostuvo y le dijo; ¡Hombre de poca fe! ¿Porque dudaste? Mateo
14:28-31
En este caso, vemos como Pedro fue movido por el viento. En vez de continuar
con sus ojos puestos en Jesús, los puso en las circunstancias.

2. Es alguien que no tiene resistencia, ninguna fuerza o fortaleza


espiritual. No tiene ningún fundamento sólido.
“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada
Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la
cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se
preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da
cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con
muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena
parte, la cual no le será quitada.” Lucas 10:38-42

El versículo 40, nos habla que Martha está moviéndose en círculos. “Pero
Martha se preocupaba con muchos quehaceres”. La palabra preocupada
significa arrastrarse, dando vueltas en círculos. Esa es la condición de una
persona afanada, turbada y ansiosa y todo esto ocurre como resultado de no
confiar en Dios.
Un hijo nepio siempre esta dando vueltas en círculos, siempre tiene los mismos
problemas personales, familiares y otros. Un niño en lo natural, siempre espera
que le den la comida, porque no puede comer por su cuenta.

3. El niño en Cristo se ofende fácilmente.


Una persona inmadura en susceptible a todo; por ejemplo: se ofende por el
mensaje que predicó el pastor, se ofende porque no lo llaman, se ofende
porque no lo toman en cuenta, se ofender porque se le habla de dinero, se
ofende cuando es corregido, se ofende cuando no lo saludan; en fin, se ofende
de todo. Este es el tipo de creyente que se le tiene que estar dando mensajes
espirituales para que continué adelante.

Una persona que se ofende fácilmente no puede ser un líder

Algunas veces, he tenido el caso de hombres súper sensibles que no se les


puede hablar como hombres masculinos, sino como se le habla a una mujer,
porque de otra manera se ofenden y se van de la iglesia. Veamos el caso de
algunos discípulos cuando Jesús les hablo fuerte.

“Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la
puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de
esto, les dijo: ¿Esto os ofende?” Juan 6:60-61

Jesús comienza a hablar acerca de aquellos que le buscan por los panes y los
peces y no por lo que El es. Después, comienza a hablar que Él es el pan de
vida, por lo tanto, debemos comer su carne y beber su sangre. Debemos
negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz cada día y seguirlo a El,
teniendo en cuenta que todo tiene un precio. Esto causó que muchos
discípulos se ofendieron. Ahora, ¿Qué les sucedió?

Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban


con él. Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna. Juan 6:66-68

Hoy encontramos muchos líderes creyentes, que se van de las iglesias porque
les ofendió el mensaje del pastor, les ofendió como los trataron o tuvieron una
discusión con alguien en la organización. Estas personas perdieron la
bendición de Dios porque se hirieron fácilmente, y esto demuestra que todavía
siguen siendo necios (niños en Cristo) que no han madurado, que todavía
tienen una chupeta o un “tete”; a esos, tenemos que ayudarlos a crecer.

4. El niño es fácilmente engañado.


Cualquier doctrina falsa o cualquier movimiento falso, lo engaña porque no
tiene fundamento bíblico. En lo natural, el niño de esa edad se lo lleva todo a la
boca. De igual manera, el niño espiritual recibe todo lo que le dan.

“Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo


viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean
con astucia las artimañas del error” Efesios 4:14

5. El nepio no tiene discernimiento espiritual.


Cuando usted vea a un niño de ceo a dos años (0-2), se da cuenta que
no puede discernir, entre el bien y el mal, ni entre lo justo e injusto; no tiene
sentido común porque es un niño. Así mismo sucede en lo espiritual, no puede
ver el peligro, y necesitamos ayudarlo y crecer para que no caiga.

6. Bebe leche y no alimento sólido.


En lo natural, a un niño no se le puede dar alimentos sólidos, tales como:
carne, papa, pollo o yuca, a menos que se le corte a pedacitos, porque se
atraganta o se ahoga. Así, mismo ocurre en el ámbito espiritual, si se le habla
muy profundo, no entiende y se atora. Lo más triste es que hay personas que
tienen mucho tiempo en el evangelio y todavía tienen necesidad de recibir
leche cuando ya tendrían que estar recibiendo alimentos sólidos. ¿Por qué
ocurre esto? Porque son personas conformistas que no hacen nada por
progresar ni por crecer, están contentos con la palabra que reciben y se
conforman con ir todos los domingos y beber “la leche vieja” y estar sentados
en una banca. ¿Se encuentra usted en esta etapa? ¿Es usted movido por las
circunstancias? ¿Es uno que siempre esta en un círculo vicioso? ¿Se ofende
fácilmente? ¿Es demasiado susceptible a la gente o al dolor? ¿Has sido
engañado o confundido por alguna enseñanza antibiblica? ¿Tiene usted
discernimiento espiritual o a sido engañado varias veces? ¿Tiene usted
necesidad de leche? Si usted es honesto y acepta que es un nepio, un niño
inmaduro en alguna o todas estas áreas, entonces éste será un paso para
trabajar con su crecimiento espiritual.

“Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad


de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las
palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y
no de alimento sólido” Hebreos 5:12

7. El hijo nepio es celoso y contencioso.


Una señal de una persona inmadura es el celo y la contienda; se enoja cuando
ve la prosperidad de otros, es contencioso y además, pelea por las cosas
pequeñas.

“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino
como a carnales, como a niños en Cristo. “ 1 Corintios 3:1

¿Qué podemos hacer para pasar a otra etapa de madurez?

“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como
niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”. 1 Corintios 13:11

La frase clave es: “mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño” Si
deseamos pasar a otra etapa de madurez, la clave esta en tomar una decisión
de cambiar. Es necesario dejar la malacrianza, la “chupeta”, el ofendernos de
todo, el círculo vicioso de estar siempre en problemas, en chisme, entre otros.

Mi recomendación es que no le dé autoridad ni responsabilidad a una


persona que está en esta etapa de nepio porque la va a usar mal y va a
herir a otros.

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