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Memoria

Llor. Lloraba. No lo poda creer. Era, ya, inalcanzable. Imposible. No poda volver a vivir aquellos momentos, aquellos juegos: la mancha, las escondidas, las bolitas, la calesita, jugar otra vez a la pelota junto a sus hermanos. Ya no, era irrealizable. Los recuerdos, adems, se esfumaban. Quera escribir. Buscaba papeles y relataba lo poco que recordaba. Crea ver a viejos amigos en un juego sin final, donde nadie ganaba. La memoria se perda, mientras los segundos avanzaban prepotentes e impiadosos. Llor. Lloraba. Recordaba y olvidaba. Las estrellas ya no brillaban. La lluvia caa; y as como las gotas corran por el vidrio empaado del ventanal, sus lgrimas viajaban por sus aejas arrugas. El tiempo haba transcurrido. Algunas reminiscencias; y cada da en vez de aumentar, disminuan. Las caras han cambiado. Estn borrosas. Se desvanecen. Empero, los olores permanecen. Se han ido las peleas, los abrazos, las risas, las bromas, las charlas, las frases sospechosas, los rostros pcaros, los gestos tpicos Se perdan los detalles. Llor. Lloraba. Se estaba perdiendo. Sus ojos se angustiaban. Luisa se acerc, le puso un abrigo sobre su encorvada espalda; le acarici el cabello y le dio un sobre de papel. - Siempre te respetaron; te admiraban; te amaban le dijo al odo suavemente con la misma voz que lo haba enamorado 60 aos atrs. Lus tom el sobre y lo dej en la mesa, al lado del cuaderno de recuerdos y la revista El Grafico de 1986. Se dio vuelta y le dio un beso, que aunque pequeo fue eterno; y ella, tambin, sinti el aliento de la eternidad en sus labios. Se miraron largos segundos y al mismo tiempo sonrieron. Se tarda segundos en decir adis. - Ya no llores. - Pero estoy perdiendo mis recuerdos - Abr el sobre Lucho le pidi con una sonrisa agradable. Lus le hizo caso y al abrirlo encontr una vieja foto. Estaban todos. Los cuatro hermanos, pequeos, felices, pletricos, abrazados, haciendo un culto a la hermandad. Se sec las lgrimas. La volvi a mirar. - Gragracias dijo Lus, casi tartamudeando y cerr los ojos. Ella lo abraz fuerte, con un inenarrable terremoto en su corazn. Y l, se march, a juntarse otra vez con sus hermanos.
Escrito por: Marcos Villalobo Publicado en: Libro S.A.L.A.C 2011 Fecha de publicacin: Diciembre de 2011

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