TOMOGRAFIAS Y RESONANCIAS CEREBRALES
ANTE LOS TRIBUNALES
Los tribunales estan empezando a admitir las imagenes del cerebro como prueba,
pero la técnica actual se halla muy lejos de alcanzar fiabilidad suficiente
para determinar la culpabilidad o la inocencia
Scott T. Grafton, Walter P. Sinnott
Armstrong, Suzanne 1. Gazzaniga
y Michael $. Gazzaniga
'magine que es usted un juez que
preside el juicio de un indi
viduo, Hamémosle Belarmino,
aacusado de un asesinato espe
Iuznante. Las prucbus materiales son
contundentes.y las declaraciones. de
Jos testigos, condenatorias, No parece
haber duda razonable de que Belar=
‘mino cometiera el crimen.
De pronto, la detensa pregunta st
puede presentar imagenes del cerebro
de Belarmino tomadas por resonan-
cia magnética (RM), Los abogados
quieren aportar estas imagenes para
demostrar que su cliente sufre una
anomalia cerebral, Arzumentarin que
Ja anomalia en cuesti6n justice un
veredicto de inocencia (porque Be-
larmino no tenia intencién de matar,
ni premedit6 el asesinato). O quiz
soliciten un veredieto de inocencia
por trastorno mental (porque Belar-
imino no tenia control sobre sus actos}.
(O tal vez pidan una condena por delito
menor (porque Belarmino no era com:
pletamente responsable, 0 puede que,
simplemente, porque los miembros del
Jurado deberian sentir kistima de per-
sonas con alteruciones cerebrales}.
La acusaciin sostiene que los ese
neres no deben admitirse como prueba
porque la imagen del cerebro de Be-
armino y el testimonio de respetables,
cientificos puede intluir en el jurado
mucho mas de lo justificable.
{Permitiria usted, st fuera el suez,
que se mostraran los escdneres cere
18
brales? ¢Cémo valoraria una prueba
de ese tenor?
‘No hablamos a humo de pajas. Los
tribunales de E.UU, vienen permi-
tiendo las tomografias por emisién
de posttrones (PET) del metabolismo
cerebral y las RM de estructuras 0
Tuneiones anormales del cerebro. En
estos ensos, los abogados han utili
ado las umigenes para demostrar La
existencia de una alteracién cerebral
‘que repercutiria en el comportamiento
de un acusado y, por lo tanto, dis
minuiria su culpabihdad 0 grado de
responsabilidad en la comisién del
dclito, Se han esento duras paginas
ceditoriales contra estas préctieas. Con
todo, amplas capas de la poblacion ¥
‘personal del sistema judicial ereen que
lay imagenes, sobre todo Ios. nuevos.
esedneres anatémicos y funcionales
que presentan las RM, podrian servir
por sf solas para valorar la cause pro
tunda del comportamiento aberrante
de un inculpado.
La neurociencia ha entrado en los
tribunales de justicia, Por botén de
muestra, No Lie MRI, Ine. y Cephos.
‘Corporation se crearon con Ia expecta
tiva de que los tribunales solicitarian,
cada vex mis, escdneres cerebrales
como prueba. Los abogados alegan
que estas imagenes pueden deseubrir
Si los testigos mienten, si los miem-
bros del jurado o los jueces se gufan
por prejuicios y si los inculpados su-
fren discapacidad mental. En el e350
de que tales promesas se ratificaran,
la neurociencia reformarta el enjuicia-
miento criminal. Después de todo, ya
est funcionando en los tribunaies
fotos tipos de técnicas avanzadas, ast
as pruebas de ADN. Los oponentes
objetan que este tipo de técnica acaba
con el componente humano, esencial
en la ley. Temen, ademas, que los es
caneres cerebrales violen Ios valiosos:
derechos de intimidad y de la debida
acei6n judicial,
‘Aunque los argumentos de ambas
partes son convineentes, en el caso de
Belarmino se reducen a una pregun
ta clave: ;Puede un escaner cerebral
revelar ausencia de responsabilidad’?
‘Nosotros creemos que no, No s€ de-
berian permitir como prueba en los
jiuicios, por 10 menos no en un fu
turo inmediato. Nunca debe decirse
“nunca”, pero la técnica disponible
dista mucho de ser lo suficientemente
fable en el foro,
Qué fe Ilevs
a Belarmino a hacerlo?
En este momento resulta un error mos-
trar confianza ciega en las téenicas
inovedosas de formacion de imagenes.
Para comprender la raz6n, considere-
mos los problemas a superar para deci-
dir si las pruebas aportan el valor y la
claridad necesarios en un juicio.
Parece obvio, de entrada, que si un
‘escsiner indica una anomalfa cerebral,
‘es porque el cerebro tiene de verdad
‘una anomalia, 110 es cierto? No, es
falso. La deduccién pasaba por alto
‘un problema crucial: las pruebas bio-
meédicas, en su mayoria, de Ia RM al
test del antigeno espeeitico de la pros-
tata (PSA), podrfan sugerir que existe
una afeccién sin fundamento real. Se
trata de los falsos positivos. Cuando
Mente ceebro 27/2007Lae Sam Leg
cata
Im: 12
LS Ts i a
Faia Parag
ial sea a0)Iablanius de patologias médicas co-
1 de préstata
av Supoue un problema grave, pu
podemos confirmar el diagndstico con
lias pruebas,
Ahora bien, los tipos de anomalfas
verebrales que pueden provocar ase~
sinatos espeluznantes son muy poco
cumunes y difiviles de confirmar.
Cuando nna enfermedad es poco co-
Liu, Hasta un indice bajo de falsos
positivos snpone un niimero de errores,
bastante altu; nus ballamos, pues, ante
tun modo no muy fiahle de estahlecer
que Tu persona escaneada tiene una
anomalta que le incita a la violencia.
‘Auu cuaudy el escéner de Belarmino
sugiera que: existe una. anomal
rebual, puede ser muy poco probable
4
ésta realmente exista
No avaban ahi los problemas. Ad
mitamos, por mor de hipstesis, que
untiemios convencidos de que
Relarmino tiene una anomalia cere
bul. Ni siguiera entonces sabemos
si fue esa afeccién lo que provocé
que Belanminy tuviers un compor
tamiento delictivo, Algunas personas
cou este Lipy de alleracion podria
‘na ser violentas en absolute, mientras
que wus pueden volveise violentas
en condiciones normales. Con esta
variabilidad, aun cuando Belarmino
presentara nina anomalia del tamafio
exuclo en el Lugar exacto, 110 podemos.
saher si 91 afeccién mvo algo que
ver com el supuesty comportamiento
criminal ¥ aun cnando In afeccién le
tornara de alguna fouma violento, no
necesariamente le haria cometer ese
lipo coucrety de ayresidn. un asesinato
premeditada
Paru estar seguros de que una
anomalfa como la de Relarmino de-
sempefia una funcign causal en un
asesinata, los investigadlores habrfan
tenidy yue estudiar muchos més
asesinatos de los que cualquiera ha
estudiado nunca. Lo mejor que un
perite podria hacer en la sala judicial
es establever una cotrelacién may
tenue entre dafin eerehral y compor-
tamiento delictive, Pew sin infor
macién adicional, ningiin cientifico
podria afirmar cou fumdanento que
Ia anomalia de Relarmino le hubiera
convertido en um asesine,
impidiera tomar la decisin de matar
el dfa en cuestisn
ni que le
20
Per Ccco een
la mayoria de las personas
Cee un eterna cS
ety
Reece em cae
Ce ees
ee eee ay
Pe tend
La defensa debe limitarse a alegar
que el escéner cerebral es una pruc-
ha que, combinada con las valoracio-
nes psicolégicas o psiquistricas, dibu-
ja un cuadro més exacto del estado
wal de Belarmino en el momento
Pero ni siquiera enton-
ces sabemos cudl es la relacién entre
valoraciones.
{Qué porcentaje de gente con cierto
diagndstico psiquistrico darfa positive
para esta anomalia? {Qué porcenta
je de aquellos que dan positive para
esta anomalia recibirfa cse ding
psiquidtrico? Sin esta informaci6n no
podemos decir, en absoluto, si cl
bral respalda al
Con este panorama, las conclusiones
sobre el comportamiento deben servir
come prucba por si misimus
del crimen
el escdner y las otra
tice
larmino responsab!
nemos que se resolvieran I
cuestiones planteadas sobre el diag-
néstico, Ni siquicra entonces el estado
de salud del inculpado constituiria una
prucba vélida do nada, Demos por
seguros que Belarmino sufre determ-
nada anomalia cerebral y que un alto
porcentaje de gente con ese tipo de
alteracién comete delitos violentos,
aasesinatos inclusive, Ello no obstante,
Belarmino podria ser culpable.
{Por qué? Suponga que la mayo-
a de la gente con ciertas afecciones
erebrales tiende a buscar emociones.
Conducen coches de carreras, saltan
jos aviones, esealan acantilados de
hielo, ete. Estas actividades son inu-
suales (tan inusuales quiza como los
delitos violentos), pero su correlacién
Mente y cerebro 2732007