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Las visiones de una bruja Guachichil en 1599:
Las visiones de una bruja Guachichil en 1599:
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Ebook55 pages39 minutes

Las visiones de una bruja Guachichil en 1599:

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La autora nos ubica en el centro de México, "donde la vieja guachichila expresó una resistencia política en términos religiosos; pero sí tenía poder político real". Por su llamado a la revuelta fue considerada "bruja". "A través de estas causas se vislumbran los esfuerzos truncados de crecimiento social y religioso indígena, las visiones de los vec
LanguageEspañol
Release dateSep 12, 2022
ISBN9786078906185
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    Las visiones de una bruja Guachichil en 1599: - Ruth Behar

    En tiempos de la conquista española de México, los grupos grandes y esparcidos de cazadores y recolectores denominados los chichimecas ocupaban todo el terreno inmenso, semiárido, casi desértico del altiplano norteño.¹ Al sur de este territorio estaban los asentamientos de los pueblos sedentarios y agricultores de Mesoamérica, otra enorme área cultural, con sus grandes templos, sus jerarquías político-religiosas, su comercio y sus ciudades. En sólo dos años, Cortés había conquistado casi todo el México central, poniendo bajo el mando de la corona española a diversos grupos sedentarios, tales como los tlaxcaltecas, los mexicas y los tarascos.

    Al morir Cortés en 1547 se finalizó esta primera conquista de México, en la frase acertada de Philip Wayne Powell.² Después se emprendió otra conquista, mucho más difícil, costosa y sangrienta en la medida en que los españoles avanzaban al norte en la eterna búsqueda de riquezas hacia las tierras de los chichimecas. En contraste con sus vecinos sedentarios del sur, los chichimecas resultaron difícilesde conquistar y resistieron casi medio siglo, de 1548 a 1590, el avance de los españoles. Su resistencia se vino a llamar la Guerra de los Chichimecas.³

    Con el descubrimiento de minas de plata en Zacatecas en 1546 y la subsiguiente expansión hacia el norte de las rutas de comercio, los españoles establecieron contacto directo con los zacatecos y guachichiles, y posteriormente con otros grupos chichimecas.⁴ Para el año de 1550, existían 34 haciendas mineras en Zacatecas que empleaban indígenas de las regiones ya conquistadas del centro de México y esclavos negros.⁵ A medida que el movimiento de pobladores, empresarios y trabajadores empezaba a sentirse en el camino real de México a Zacatecas, y mientras se multiplicaban los ranchos agrícolas que proveían a los centros mineros, los guachichiles y zacatecos no se sentaron a mirar ociosamente la colonización activa de sus tierras natales.

    Formados en pequeños grupos, o bien en grandes ligas que congregaron a varias tribus, pronto empezaron a asaltar las caravanas españolas desde su refugio en el Tunal Grande, a robar caballos, a saquear puestos de provisiones y a matar a muchos de los que viajaban en el camino a Zacatecas. En las décadas siguientes asolaron casas y pueblos, saquearon y quemaron iglesias y martirizaron a los religiosos que venían a convertirlos.

    Los informes y las crónicas de los españoles hacen hincapié, por supuesto, en el carácter salvaje, bruto y asaltador de los chichimecas. En 1562, el minero zacatecano Pedro de Ahumada escribió que los indios de Zacatecas y San Martín "que avitan en los despoblados andan desnudos hechos salvajes. No tienen ley ni casas ni contratación ni labran la tierra ni travajan más que en la caza; e della e de las frutas silvestres e rraizes de la tierra se

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