Karl Rahner

KARL RAHNER

TRADUCCIONES

CIENCIAS RELIGIOSAS

NOTA DE LA TRADUCTORA

Teniendo en cuenta la dificultad intrínseca de los textos de Karl Rahner, y en aras del máximo rigor académico, siempre que nos ha sido posible hemos citado las versiones de sus obras ya traducidas y publicadas en español; aun así, en algunos casos, cuando la versión francesa era mejor que la española, hemos traducido directamente del francés.

JULIA ARGEMÍ

CIUDAD DE MÉXICO, 2021

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO.

BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

D.R. © Éditions du Cerf

D.R. © 2023 Universidad Iberoamericana, A.C.

Prol. Paseo de la Reforma 880

Col. Lomas de Santa Fe

Ciudad de México

01219

publica@ibero.mx

Versión electrónica: abril 2023

ISBN: 978-607-417-997-2

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

Hecho en México.

Digitalización: Proyecto451

Índice de contenido

Portada

Portadilla

Legales

PRESENTACIÓN

INTRODUCCIÓN UNA TEOLOGÍA CON ALMA

I EL ITINERARIO DE UN JESUITA TEÓLOGO

1. El medio familiar y la infancia

2. Los dos hermanos Rahner: Hugo y Karl

3. La sabia y lenta formación de la Compañía de Jesús

4. Una primera tesis de filosofía

5. Una segunda tesis en teología y primera docencia en Innsbruck

6. La anexión, la guerra y la capitulación alemana

7. Regreso a Innsbruck

8. Presencia en el Concilio Vaticano II

9. En la cátedra de Romano Guardini, en Múnich

10. Profesor emérito de Múnich a Innsbruck

11. La relación con Hans Urs von Balthasar

12. Las paradojas del hombre Rahner

II LA INSPIRACIÓN ESPIRITUAL DE UNA OBRA

1. La experiencia inmediata de Dios

2. Rebelarse contra la ausencia de misterio en la época moderna (J.B. Metz)

3. El conocimiento existencial en Ignacio de Loyola

4. La consolación sin causa precedente

5. La consolación sin causa precedente, ¿está por encima de toda duda?

6. Del conocimiento existencial a la teología trascendental

7. Hay que amar a Jesús

8. Servir en la Iglesia

9. La preocupación por el hombre y el mundo

III LA GEOGRAFÍA DE LA OBRA TEOLÓGICA

El género literario de los escritos de Karl Rahner

1. Escritos espirituales y pastorales

2. Los Padres de la Iglesia

3. De la filosofía a la teología trascendental

3.1 Espíritu en el mundo

3.2 Oyente de la Palabra

3.3 El giro antropológico

4. La teología dogmática

4.1 La Trinidad

4.2 Cristología: las grandes contribuciones programáticas

4.3 Un programa cristológico nuevo

4.4 La integración de la cristología desde abajo

4.5 La Gracia

5. La eclesiología

5.1 La Iglesia y los sacramentos

5.2 Los cristianos anónimos

5.3 Teología práctica

IV EL CURSO FUNDAMENTAL SOBRE LA FE (I). SOBRE LA TRASCENDENCIA DEL HOMBRE Y LA AUTOCOMUNICACIÓN DE DIOS

1. La introducción

1.1 Creer en toda honestidad intelectual

1.2 La articulación entre filosofía y teología

2. Los presupuestos del mensaje cristiano en el hombre. La antropología trascendental. Los tres primeros grados

2.1 Grado primero: A la escucha del mensaje

2.2 Grado segundo: el hombre ante el misterio absoluto

2.3 Grado tercero: de la libertad del hombre a la amenaza de la culpa y del pecado

3. La comprensión cristiana de la existencia: los grados cuarto y quinto

3.1 Grado cuarto: el hombre, acontecimiento de la autocomunicación de Dios

3.2 Grado quinto: historia de la salvación y de la revelación

V EL CURSO FUNDAMENTAL SOBRE LA FE (II). DE CRISTO A LA IGLESIA

4. Cristología: grado sexto

4.1 Una composición concéntrica

4.2 Como introducción: el cristianismo anónimo

5. La vida cristiana en la Iglesia: grados séptimo a noveno

5.1 Grado séptimo: cristianismo como Iglesia

5.2 Grado octavo: existencia cristiana y vida sacramental

5.3 Grado noveno: la escatología individual y colectiva

VI DEBATES, LÍMITES Y RECEPCIÓN DE UNA OBRA

1. Las contradicciones y los debates

1.1 Dificultades romanas

1.2 Los debates con Hans Urs von Balthasar

1.3 ¿Rahner conservador?

2. Los límites de una obra

3. El impacto de una obra: su recepción

4. Cómo leer a Rahner

Conclusión: Karl Rahner, figura de la teología del siglo XX

Indicaciones bibliográficas

PRESENTACIÓN

El pensamiento de Karl Rahner sigue siendo un referente en el mundo de la teología y el estudio de la experiencia religiosa. Nadie puede negar la influencia de sus aportes en todas las dimensiones del saber teológico. Su vasta producción nos muestra el esfuerzo por hacer posible el diálogo de la fe y la apertura del pensamiento cristiano, más allá de las estructuras culturales y religiosas, permitiendo así una revolución y renovación de la teología. El mismo jesuita alemán afirmaba que el hombre siempre se tomará a sí mismo lo suficientemente en serio como para no renunciar a un futuro absoluto.

Los que tuvieron el privilegio de escucharlo o asistir a sus cátedras reconocen la riqueza y profundidad de su pensamiento. Sin embargo, lo que más les apasionaba no era la erudición jesuítica que pudiese emanar, sino por el contrario, la jovialidad, serenidad y sencillez de su persona. Manuel Fraijó afirmaba que Karl Rahner encarnaba el cristianismo con un espectacular vigor afirmativo, no era solo un técnico sabio y honesto del utillaje teológico del siglo XX, sino que es un testigo sereno y esperanzado, atrapando a todo aquel que se dejara conducir al diálogo profundo de su experiencia de Dios.

La influencia del pensamiento rahneriano se encuentran en su reflexión antropológica sobre el sentido en Dios, la cual es raíz inabarcable de la persona, de la historia, y al mismo tiempo su destino y futuro. Todo lo que podemos saber, decir, experimentar de Dios, no puede expresarse si no nos arriesgamos a dejarnos alcanzar por el Misterio santo e indecible. Será la experiencia y disposición más importante que ha de caracterizar a la espiritualidad del ser cristiano, que es la relación personal e inmediata con Dios. Esta es una de las claves importantes de la teología de Rahner y una dificultad añadida a su siempre abstruso estilo.

De aquí radica la inquietud de Bernard Sesboüé de mostrarnos el itinerario teológico de nuestro jesuita alemán y la importancia de sus escritos. De este modo nos conduce por un recorrido geográfico no solo de la obra teológica, sino de la manera en cómo se gestó su inspiración espiritual y la preocupación por que el ser humano dialogara con todos los elementos del mundo para darle un sentido y una referencia a Dios, aun cuando no se formule explícitamente.

Este libro mostrará en su lectura el progreso y el alcance del pensamiento teológico que tuvo el jesuita alemán desde los inicios de su formación. Los conceptos plasmados y desarrollados por Sesboüé permiten un lenguaje accesible, cercano y reflexivo para conocer a fondo la evolución del pensamiento rahneriano y su teología, la cual estaba marcada por la influencia de la escolástica. En ello mismo reside la importancia de reconocer cómo Rahner se adecuó a los tiempos convulsos que se vivían después del Concilio Vaticano II, logrando así una apertura al diálogo del mundo contemporáneo. De aquí la importancia de esta obra al recoger los importantes conceptos de Rahner y su aportación y compromiso como teólogo.

Para Karl Rahner la huella de Dios no descansa en la abstracción y profundidad de su teología, sino en mostrar cómo Dios nos envuelve para reconocer la experiencia, la realidad y el compromiso con el mundo, todo esto referenciado en la autorrealización y libertad del ser humano. El pensamiento rahneriano nos vuelca en el intento de comprensión, anhelo y acercamiento al diálogo misterioso entre Dios y el ser humano.

Toda aquella o aquel estudiante que se quiera embarcar en la empresa de un estudio serio y una reflexión teológica deberá conocer la importancia y el influjo del pensamiento de Karl Rahner, considerado uno de los teólogos más importantes del siglo pasado. Aquí radica el esfuerzo e interés del Departamento de Ciencias Religiosas por traducir una de las mejores síntesis del pensamiento de Rahner, el cual encuentra en la obra del maestro Sesboüé una manera pedagógica, clara y profunda de acercarnos al teólogo y jesuita alemán.

Finalmente, es preciso mencionar el compromiso e interés de nuestro Departamento por llevar el diálogo teológico a las fronteras donde se requiere un esfuerzo y una intelección con otros saberes de las humanidades. Por lo que será necesario retomar el pensamiento de los teólogos clásicos que colocaron los cimientos para las teologías que se elaboran, desarrollan y estudian actualmente. Nuestro agradecimiento al área de publicaciones del Departamento de Ciencias Religiosas y a la Universidad Iberoamericana por presentar esta obra en español.

MARIANO TORRES VARGAS, S.J.

Director del Departamento de Ciencias Religiosas

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

INTRODUCCIÓN

UNA TEOLOGÍA CON ALMA

Karl Rahner es conocido por haber sido uno de los mayores teólogos del siglo XX. Con otros, sin duda, renovó el rostro de nuestra teología.(1) Pero el secreto de la influencia que este hombre ha ejercido en su época, a lo largo de ochenta años de este siglo, no se detiene ahí. Karl Rahner habló a la fe de sus coetáneos, porque él mismo estaba imbuido de la experiencia de Dios. Johann Baptist Metz, antiguo alumno suyo que se convirtió más tarde en uno de sus colegas, lo expresó de modo emotivo:

No solo maestro de mi teología, sino padre de mi fe, siendo ambos lo mismo: he aquí lo que ha sido para mí Karl Rahner.

Me acuerdo aún perfectamente de mis primeras impresiones en las clases y seminarios: en esos lugares, alguien hablaba de Dios y de la Gracia, de la salvación y de los sacramentos, no solo en una lengua de enseñanza y de argumentación de una dogmática sutil, sino en la lengua prudente y, sin embargo, muy precisa que, a la vez, remitía e introducía a la experiencia de fe. Aquí, no se trataba solo de una fe preconcebida que se enseñaba y se profesaba: la fe se despertaba en un movimiento hacia la vida misma […] Para mí y para muchos otros, es un teólogo que tiene la experiencia de Dios y que lo busca. Antiguamente, se hablaba, en este caso, de un teólogo místico.(2)

En una situación muy diferente, y también de un modo más modesto, esta experiencia que suscita la teología de Karl Rahner fue también la mía, cuando impartí en el Centre Sèvres de París una serie de seminarios dedicados a la lectura del Curso fundamental sobre la fe. No hay duda de que este libro difícil estimulaba firmemente a los estudiantes a estructurar teológicamente su propia reflexión; pero, más allá de toda técnica teológica, la obra les planteaba la cuestión de su compromiso concreto con las paradojas de la fe cristiana, a veces los empujaba a prestar su atención acerca de algún dato del que no se habían percatado o que no habían integrado en su propia experiencia. Realmente, les ayudaba a creer, no solo a darles razones para creer, sino a tener una experiencia de fe.

Este es el teólogo que se me pide que presente en el marco de esta colección dedicada a las figuras destacadas de la teología del siglo XX. Iremos del itinerario del hombre al del teólogo propiamente dicho. El medio humano y cristiano muy rico en el que el joven Rahner creció y vivió —su familia y, más tarde, la Compañía de Jesús— condicionó en parte sus orientaciones fundamentales. Sobre este horizonte, el trabajo del teólogo fue creciendo progresivamente. Al final del recorrido, nos encontramos ante una obra ingente, de casi dos mil títulos, y de geografía muy variada. Tendremos que hacer rápidamente su inventario, antes de reflexionar sobre la manera en que fue recibida su obra.

En esta presentación, daré todo lo posible la palabra a Rahner mismo y a aquellos que lo conocieron muy de cerca, en particular, su hermano Hugo, su discípulo y amigo Johann Baptist Metz, sus antiguos asistentes, Karl Lehmann, que sería obispo de Mayence y presidente de la Conferencia Episcopal alemana, y Karl Neufeld, quien participó en la edición de sus últimas obras, y es actualmente responsable de los Archivos Karl Rahner, en Innsbruck.(3) Me perdonarán que evoque en algunas ocasiones los contactos personales que tuve ocasión de mantener con Karl Rahner hacia el final de su vida; muchos otros darían mejor testimonio del hombre que fue, pero me ha parecido que este libro ganaría en concreción con ello. Rahner fue un hombre de relaciones. Por ello, espero que la modesta relación que tuve con él sirva para la relación que deseo establecer entre este teólogo y el lector.

1. J. B. Metz, Apprendre à croire. Merci à Karl Rahner, en K. Rahner, Le courage du théologien, París, Cerf, 1985, p. 13. [N. de la T. Traducido y publicado en español como: P. Imhof y H. Biallowons, La fe en los tiempos de invierno: diálogos con Karl Rahner, Bilbao, Desclée de Brouwer, 1989].

2. Ibid., p. 14.

3. Karl Neufeld aceptó releer estas páginas y me hizo numerosos comentarios pertinentes. Le estoy muy agradecido por ello.

I

EL ITINERARIO DE UN JESUITA TEÓLOGO

El jesuita, el presbítero, el teólogo, el cristiano fiel.

J. B. METZ (4)

Los compañeros de una clase de Friburgo de Brisgovia, aprovechando un día festivo, decidieron lanzar una bomba fétida en su aula. El profesor se lo tomó muy mal y amenazó a toda la clase con dos horas de castigo, a menos de que lo convencieran de su inocencia, y los alumnos protestaron: ¡ninguno de ellos habría podido hacer algo así! Fue en vano. El joven Karl Rahner se levantó entonces con parsimonia y explicó a su profesor, con el semblante muy serio, que estaba totalmente convencido de que ninguno de los que estaban sentados en esa aula había lanzado la bomba. El profesor se retractó y levantó el castigo.(5) ¡He aquí una buena semilla de jesuita!, dirían. Rahner será siempre un hombre que sabe reír. Pero hay que reconocer que esta anécdota se sitúa en el marco de una infancia muy seria y clásica.

1. EL MEDIO FAMILIAR Y LA INFANCIA

Karl Rahner nació el 5 de marzo de 1904 en Friburgo de Brisgovia, siendo el cuarto hijo de una familia de siete. Su padre (1868-1934) era profesor de alemán, de historia y de francés. Dio a sus hijos el amor por la verdad histórica. Su madre, Luise Trescher, nacida en 1875, falleció a los 101 años, en 1976. Karl se emocionó mucho al descubrir entre sus papeles la traducción alemana manuscrita de la oración por el bien morir de Pierre Teilhard de Chardin. La educación familiar era firme y liberal a la vez, y Karl aparentemente guardó de ella un buen recuerdo:

¿Por qué tener vergüenza de afirmar que uno ha nacido en una familia normal, de piedad cristiana, acostumbrada a trabajar duro, y en la que todo está más o menos en orden? Los hijos pueden ser perezosos o pelearse de vez en cuando, los padres pueden enfadarse de vez en cuando, pero la madre tiene que trabajar mucho y, para criar a sus siete hijos, el padre debe dar clases extras después de sus horas de clase en la escuela secundaria. Sin embargo, el domingo hay pastel y vamos a casa de la abuela en la montaña, cerca de Friburgo. En resumen, esta familia es verdaderamente sana; los niños se desarrollan en ella como seres normales, todos van a la escuela, obtienen su bachillerato, incluso si hay catorce años de diferencia entre el mayor y el menor. Por otra parte, no pasa nada especialmente destacado; no puedo explicar nada especial de mi infancia, ninguna anécdota llamativa.(6)

¡Sus compañeros, en cambio, conservaron el recuerdo del asunto de la bomba fétida! En esta familia sana, Karl ocupa su lugar en el medio de los hermanos. Cuando éramos niños —dirá más tarde a su hermano Hugo, cuatro años mayor que él—, yo era el pequeño de los mayores y tú, el mayor de los pequeños.(7) Karl tuvo una escolaridad sin complicaciones, la de un alumno al inicio mediocre, pero que fue mejorando cada año y que llamaba la atención por su comportamiento a menudo gruñón. Era el más joven y el más bajo de sus condiscípulos, nada deportista, pero le gustaba pasearse por la naturaleza. Parece ser que también le costaba mucho redactar sus deberes. ¡Curioso preludio a su inmensa bibliografía! Pero trabajaba bien y con rapidez.

En esa época, se hizo miembro activo del Quickborn (literalmente, Fuente de la juventud), un movimiento de jóvenes católicos cuyo organizador era Romano Guardini.(8) Pier Giorgio Frassati (9) vivió durante un tiempo con la familia Rahner para aprender alemán, y ejerció una cierta influencia en el joven Karl.

2. LOS DOS HERMANOS RAHNER: HUGO Y KARL

Ya que evocamos a la familia Rahner, conviene subrayar desde ahora que dos hermanos Rahner entraron en la Compañía de Jesús: Hugo, en 1919 y Karl, en 1922, y que los dos se dedicaron a estudios teológicos. Su fraternidad original se duplicaría al ser compañeros jesuitas. Como Hugo fue el primero en publicar, también su nombre fue el primero en cruzar las fronteras. Tiene gracia constatar que un artículo de Karl en Recherches de Science Religieuse de 1940, dedicado a la filosofía de Heidegger, fue publicado tranquilamente por la revista firmado por Hugo Rahner. Es cierto que ocurrió en plena guerra francoalemana y que las comprobaciones no debían de ser fáciles.

Hugo será sobre todo patrólogo y especialista de la espiritualidad ignaciana. No estaba exento de sentido del humor. Hay dos anécdotas que lo describen bastante bien: un día, en el que le preguntaron si era efectivamente el hermano de Karl, entonces ya más célebre que él, contestó: No, él es mi hermano, ¡porque yo soy mayor! En otra ocasión, al evocar la dificultad de lectura de algunos textos de Karl, declaró que, cuando se jubilara, traduciría las obras de su hermano al alemán. Una muerte relativamente prematura le impidió llevar a cabo ese proyecto.

Con ocasión de sus 60 años, Karl recibió dos volúmenes de homenajes. Hugo escribió la conclusión bajo el título Acción de gracias fraterna. El testimonio vertido por el hermano mayor al hermano menor nos ayudará a comprender algunos aspectos de su biografía: Como hermano por partida doble, y como colaborador, tengo cosas que decir que nadie, aparte de ti, conoce: una contribución de naturaleza criptobiográfica, que se refiere —si se me permite la expresión— a la prehistoria de tu evolución intelectual, cuya cosecha visible o legible se suma ahora a tu rica bibliografía.(10)

La emoción de la fe compartida y de la vinculación con la Iglesia y con la Compañía de Jesús no impide el humor. Destaquemos algunos pasajes interesantes: