Señor, yo sé que necesitas a alguien
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¿Por qué Dios Todopoderoso necesitaría a alguien? ¿Qué podría necesitar el Señor de ti? ¿Qué es lo que Dios no puede hacer por Sí Mismo? ¿Qué es lo que Dios no puede lograr por Sí Mismo? Dios está buscando a alguien que se levante entre Él y el hombre. ¡Dios está buscando a alguien que responda las preguntas de los más pequeños! ¡Dios está buscando a alguien que entregue a los niños que está desprotegidos! ¡La Biblia dice que Dios buscaba a un hombre...! A lo largo de este libro, calor para el corazón, se encenderá tu deseo de ser vasija bien dispuesta en las manos de Dios. Ya no te conformarás con ser solo un miembro. ¡Te convertirás en alguien que ayuda! Dirás como el famoso músico: “Señor, ¡sé que necesitas a alguien! ¡Puedes contar conmigo!”
Dag Heward-Mills
Bishop Dag Heward-Mills is a medical doctor by profession and the founder of the United Denominations Originating from the Lighthouse Group of Churches (UD-OLGC). The UD-OLGC comprises over three thousand churches pastored by seasoned ministers, groomed and trained in-house. Bishop Dag Heward-Mills oversees this charismatic group of denominations, which operates in over 90 different countries in Africa, Asia, Europe, the Caribbean, Australia, and North and South America. With a ministry spanning over thirty years, Dag Heward-Mills has authored several books with bestsellers including ‘The Art of Leadership’, ‘Loyalty and Disloyalty’, and ‘The Mega Church’. He is considered to be the largest publishing author in Africa, having had his books translated into over 52 languages with more than 40 million copies in print.
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Señor, yo sé que necesitas a alguien - Dag Heward-Mills
CAPÍTULO 1
Señor, ¡Sé que necesitas a alguien!"
Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
Ezequiel 22:30
A lo largo de toda la Biblia vemos a Dios buscando a alguien.
A lo largo de toda la Biblia encontramos personas que respondieron y dijeron: Señor, Tú puedes contar conmigo
. ¿Por qué Dios estaría buscando personas?
¿Por qué Dios estaría buscándote a ti?
¿Qué podría necesitar de ti el Señor?
¿Qué hay que Dios no pueda hacer por Sí mismo?
¿Qué hay que Dios no pueda lograr Él mismo?
¿Por qué Dios Todopoderoso podría necesitar a un ser humano frágil, débil y pecador como yo?
¡Soy demasiado pequeño como para que Dios me necesite!
El ratón y el león
Un día, el potente león atrapó a un ratoncito en el bosque. Estaba a punto de comerse al ratón, cuando éste clamó, pidiendo misericordia: Por favor, misericordia. No me comas.
El ratoncito explicó entonces: No me necesitas. Soy demasiado pequeño como para satisfacerte. Peso solamente 400 gramos, y sé que tú necesitas comer unos diez kilos de carne por día. Por favor, no me comas.
Pero el león respondió, diciendo: Te comeré como aperitivo, no como plato principal. Me reservo el hambre hasta conseguir mi comida importante más tarde.
El ratón siguió rogando, gritando, pidiéndole al león. Dijo: Tal vez un día yo pueda ayudarte. Uno nunca sabe si un don nadie como yo puede llegar a salvar al rey del bosque.
El corazón del león se conmovió, y decidió escupir al ratón y dejar que escapara corriendo. Después de todo, este bocado no me serviría de mucho
pensó.
Pasados unos meses, el león cayó atrapado en una gran red que había puesto un cazador. Rugió y rugió, desesperado y asustando a todos los demás animales del bosque. El ratoncito también oyó el rugido del león, y decidió acercarse para ver qué sucedía. Le asombró ver que el león estaba completamente enredado y atrapado en la red. El ratón trepó a la red y le dijo al león: Te ayudaré a escapar.
Y empezó a roer la soga de la red. Con sus dientes cortó varias secciones de la red, formando un agujero para que pudiera escapar el león. Éste quedó muy agradecido con el ratoncito que lo había liberado. Y más agradecido todavía estaba por no haber comido al ratón.
Dios y tú
Tú eres el ratoncito y ¡Dios es el león! Quizá pienses que no hay nada que puedas hacer por Dios porque eres una criatura pequeña, débil, frágil, inútil, caída en pecado. Pero hay muchas cosas que sí puedes hacer por Dios. Dios tiene muchas cosas que quiere que hagas por Él. Esa es la razón por la que percibes que Dios te necesita y te quiere. Hoy debes abrir tu corazón y recibir el llamamiento de Dios, y decir: Señor, sé que Tú necesitas a alguien. ¡Puedes contar conmigo!
. Tienes que decir: Señor, oigo Tu llamado y estoy aquí para dar el salto y actuar
.
1. Señor, sé que Tú necesitas a alguien se ponga en la brecha entre Dios y las personas.
Y BUSQUÉ ENTRE ELLOS HOMBRE QUE HICIESE VALLADO y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
Ezequiel 22:30
¡Dios está buscando a alguien que se ponga en la brecha! "Ponerse en la brecha" significa estar entre Dios y las personas. En lugar de dejar que las personas se encuentren con la ira de Dios, el intercesor se para y ora, pidiéndole misericordia a Dios.
La ira de Dios que trae destrucción se verá frenada a causa de quien se ponga en la brecha. A veces, el enojo de un padre se reencauza o calma porque hay alguien que le habla al padre con inteligencia.
A lo largo de toda la Biblia, Dios está buscando a alguien que se ponga en la brecha.
Son muchos los que han respondido, diciendo: Señor, puedes contar conmigo. Señor, sé que Tú necesitas que alguien se ponga en la brecha. ¡Aquí estoy! ¡Úsame, por favor!
.
2. Señor, sé que Tú necesitas a alguien que ayude al pueblo de Dios.
El año quince de Amasías hijo de Joás rey de Judá, comenzó a reinar Jeroboam hijo de Joás sobre Israel en Samaria; y reinó cuarenta y un años. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y no se apartó de todos los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel. Él restauró los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el mar del Arabá, conforme a la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual él había hablado por su siervo Jonás hijo de Amitai, profeta que fue de Gat-hefer. PORQUE JEHOVÁ MIRÓ LA MUY AMARGA AFLICCIÓN DE ISRAEL; QUE NO HABÍA SIERVO NI LIBRE, NI QUIEN DIESE AYUDA A ISRAEL; y Jehová no había determinado raer el nombre de Israel de debajo del cielo; por tanto, los salvó por mano de Jeroboam hijo de Joás.
2 Reyes 14:23-27
¡Dios está buscando a alguien que ayude al pueblo! ¡El pueblo necesita al Señor! ¡El pueblo necesita ayuda! Todos necesitamos un poco de ayuda para vivir y andar por la vida. ¡Es una realidad que no tiene excepciones! Si formas parte de este mundo, algún día necesitarás ayuda. Te alegrarás mucho de que haya alguien que pueda ayudarte a cada paso del camino.
Te