El Trabajo Social Clínico es legítimo

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ISBN: 978-84-1144-052-3

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Introducción

En España, el Trabajo Social Clínico es una especialidad con presencia e identidad incipientes, y se encuentra en plena fase de desarrollo y expansión. Así lo indican numerosas evidencias en el plano tanto científico como académico y profesional (Regalado, 2021a).

El desarrollo de la especialidad en España se pone en evidencia gracias a los siguientes indicadores: disposición de funciones y competencias claramente definidas (entre las que se incluyen la terapia y la psicoterapia), programas de formación universitaria para especializarse, existencia de instituciones de organización profesional y producción científica propia.

Al igual que sucede con todas las cosas que están comenzando, que son novedosas e innovadoras en un contexto determinado, el Trabajo Social Clínico también está despertando importantes reacciones en España. En la última década, el notable desarrollo de esta especialidad está generando reacciones tanto dentro como fuera de la profesión, en su mayoría, muy positivas y alentadoras, y en una minoría, obstaculizadoras y amenazantes. Todos los argumentos de los detractores del Trabajo Social Clínico giran en torno a las funciones y competencias profesionales, más concretamente, a la terapia y la psicoterapia.

En el interior de la profesión, existe un sector minoritario que considera que la terapia y la psicoterapia no son funciones propias de esta. Sin embargo, como se podrá comprobar gracias a los fundamentos expuestos a lo largo del texto, esta consideración está basada en creencias y no tiene sustento científico, profesional ni legal. Este sector minoritario, además de desconocer los fundamentos científicos y tecnológicos de la profesión, desconoce, o mal conoce, el Trabajo Social Clínico contemporáneo y, por tanto, lo prejuzga.

Fuera de la profesión, el Trabajo Social Clínico en general, así como los y las profesionales que lo ejercen en particular, han sido objeto, en la última década, de una intensa persecución por parte de un pequeño sector ortodoxo de la Psicología que busca impedir el desarrollo de la especialidad en España a través de la opresión disciplinar. Los aspectos que este sector pone en cuestión son la denominación del Trabajo Social como «clínico» y que se realicen funciones de terapia y psicoterapia. Este grupo de profesionales parte de la premisa de que la práctica clínica, la terapia y la psicoterapia son prácticas exclusivas de la Psicología y la Psiquiatría, por lo que el Trabajo Social Clínico está llevando a cabo prácticas de intrusismo. Aluden de forma reiterada a la inexistencia del Trabajo Social Clínico como especialidad, queriendo que la sociedad y las instituciones piensen que, poco menos, este es un invento de un pequeño grupo de profesionales españoles para lucrarse. Todas estas asunciones están basadas en creencias, usos y costumbres más que en argumentos y evidencias rigurosas.

En este libro, realizo una breve exposición de algunos acontecimientos que han sucedido en los últimos años —de los que he sido testigo en primera persona— y que ponen de manifiesto la persecución a la que está siendo sometida la profesión por parte de este pequeño sector ortodoxo de la Psicología para impedir el desarrollo de la especialidad en nuestro país. El objetivo es, por una parte, ilustrar con ejemplos reales lo que pueden estar experimentado otros y otras colegas en su vida profesional, y por otra, ofrecer argumentos para la deconstrucción de los mitos que hay detrás de estos discursos totalizadores y prácticas opresivas.

La hipótesis general que se va a defender en este texto es que el Trabajo Social Clínico en España es legítimo. Esta está sustentada en las siguientes premisas:

El Trabajo Social Clínico no es un invento de un grupo pequeño de profesionales españoles para lucrar. Es una especialidad formalmente constituida y consolidada internacionalmente desde los años sesenta del siglo pasado.

El Trabajo Social en general, así como el Trabajo Social Clínico en particular, tienen dentro de sus funciones y competencias reconocidas tanto la terapia como la psicoterapia.

El Trabajo Social en España tiene derecho a consolidar esta especialidad contando con las mismas oportunidades que han tenido otras disciplinas para consolidar sus especialidades.

La persecución que he experimentado de manera personal, especialmente durante el año 2021, ha sido el motor para escribir y publicar este libro, con el cual pretendo ayudar a los colegas de profesión que puedan estar en una situación parecida. Este texto se ha desarrollado con el objetivo de contribuir a visibilizar qué es el Trabajo Social Clínico y exponer de manera detallada los argumentos y las evidencias que sustentan su legitimidad en España. El propósito final de esta obra es que los y las profesionales del Trabajo Social, así como las instituciones, dispongan de información y argumentos rigurosos para deconstruir los discursos totalizadores y opresores basados exclusivamente en el poder, los cuales intentan hacerles creer a la sociedad y a las instituciones que la práctica clínica y la terapia son exclusivas de determinadas disciplinas, y que el Trabajo Social debe quedar fuera. Este libro tiene una misión divulgativa, pero su esencia es fundamentalmente política. Es la forma de decirles en voz alta a los opresores «¡ya está bien de opresión!». Y decirles a los y las colegas, «¡sí podemos!».

1. QUÉ ES EL TRABAJO SOCIAL CLÍNICO

«El concepto debe volverse hacia la realidad para poder

exteriorizarse, para poder aparecer. Pero esa vuelta hacia la

realidad exterior no puede ser una transformación-en-lo-otro,

sino que debe ser un regreso-a-sí».

Byung-Chul Han

«El Trabajo Social español debe re-apropiarse, reivindicar

y defender la subjetividad humana como dimensión propia

de su objeto disciplinar».

Jonathan Regalado

1.1. Aproximando una definición

Hablando de forma muy, muy generalizada y haciendo una caricatura de esta especialidad, podríamos decir que el Trabajo Social Clínico (TSC) es la especialidad del Trabajo Social, cualificada y preparada para entender el comportamiento humano en el medioambiente, y hacer terapia para mejorar el bienestar psicosocial.

A lo largo del tiempo se han proporcionado distintas definiciones sobre el TSC, con aspectos en común y divergencias. Este esfuerzo por definir los parámetros del TSC ha sido crucial para crear una identidad delimitada tanto dentro como fuera de la profesión. Una de las definiciones clásicas es la de Pinkus:

El trabajo social clínico integra conceptos significativos del trabajo social con el conocimiento del comportamiento y las necesidades humanas dentro de un contexto ambiental. El trabajador social clínico es un proveedor de atención de salud para individuos, familias y grupos cuando hay problemas en el funcionamiento biopsicosocial. Los objetivos del trabajador social clínico son tanto preventivos como remediales y los métodos utilizados son variados, estos incluyen cualquier combinación de psicoterapia clínica, psicoterapia de grupo, terapia familiar e intervenciones con los sistemas sociales y el medioambiente (Pinkus et. al., 1977, en Northen, 1995).

Diez años más tarde, la Asociación Nacional de Trabajo Social (NASW, por sus siglas en inglés) elaboró la siguiente definición, que se volvió la principal durante muchos años en Estados Unidos (Northen, 1995):

La práctica del Trabajo Social Clínico es la aplicación profesional de la teoría y los métodos del Trabajo Social para el tratamiento y la prevención de la disfunción psicosocial, la discapacidad o el deterioro, incluidos los trastornos emocionales y mentales. Se basa en el conocimiento y la teoría del desarrollo psicosocial, del comportamiento, la psicopatología, la motivación inconsciente, las relaciones interpersonales, las limitaciones ambientales, los sistemas sociales y la diversidad cultural, prestando especial atención a la persona en el entorno. Compartiendo con toda la práctica del Trabajo Social el objetivo de mejorar y mantener el funcionamiento psicosocial de individuos, familias y grupos pequeños. El Trabajo Social Clínico abarca la intervención directa hasta las interacciones interpersonales, dinámicas intrapsíquicas, soporte vital y gestión de problemáticas. Esto incluye pero no se limita a la psicoterapia para individuos, matrimonios, familias y grupos. Los servicios del Trabajo Social Clínico consisten en evaluar, diagnosticar, tratar, incluyendo psicoterapia y consejería; orientación centrada en la persona; consultoría; y evaluación. El proceso de Trabajo Social Clínico está comprometido dentro de los objetivos del Trabajo Social y los principales valores contenidos en el código de ética de la profesión de la organización de trabajadores sociales.

En la actualidad, la NASW (2005) dispone de una definición actualizada, en la que entiende al TSC como un área de práctica especializada del trabajo social que se centra en la evaluación, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de enfermedades mentales, emocionales y otros trastornos del comportamiento. Afirma, además, que tiene un enfoque holístico de la psicoterapia, siendo la terapia individual, grupal y familiar las modalidades de tratamiento habituales. La relación del sujeto con su medioambiente es esencial tanto para la planificación como para el tratamiento. La base de conocimientos del TSC incluye teorías de desarrollo biológico, psicológico y social; diversidad y competencia cultural; relaciones interpersonales; dinámicas familiares y de grupo; desórdenes mentales; adicciones; impactos de la enfermedad, traumatismo o lesión, y los efectos del ambiente físico, social y cultural (Center for