101 respuestas acerca del amor, la pareja y las rupturas

101 respuestas

acerca del amor,

la pareja y las rupturas

Vicente Herrera-Gayosso

101 respuestas acerca del amor, la pareja y las rupturas

Portada: Julieta Bracho-estudio Jamaica

Primera edición: agosto 2021

© 2021, Vicente Herrera-Gayosso

© 2021, Editorial Terracota bajo el sello PAX

ISBN: 978-607-713-394-0

Reservados todos los derechos. Queda rigurosamente prohibida,

sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright,

bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial

o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento.

DR © 2020, Editorial Terracota, SA de CV

Av. Cuauhtémoc 1430

Col. Santa Cruz Atoyac

03310 Ciudad de México Tel. 55 5335 0090

www.terradelibros.com

Dedicado a mis pacientes, seguidores y amigos,

con todo mi corazón (y mi mente).

Índice

Prólogo

Mauricio Ochmann

Introducción

Las 101 preguntas... y sus respuestas

1. ¿Qué es el amor?

2. ¿Qué significa relación de pareja?

3. ¿Puedo vivir el duelo

4. ¿Es lo mismo relación

5. ¿Siempre es posible reconocer

6. ¿Por qué me da miedo amar

7. ¿Es normal sentir amor

8. ¿Es distinta la ruptura para hombres y mujeres?

9. ¿Por qué me duele que

10. ¿Por qué se separan

11. ¿Qué es el duelo amoroso?

12. ¿Una pareja fría puede cambiar?

13. ¿Es lo mismo enamorarse

14. ¿Qué mantiene unida

15. ¿Por qué me cuesta tanto superar mi rompimiento?

16. ¿Por qué duele tanto

17. ¿Volveré a amar de nuevo?

18. ¿Qué son los lenguajes del amor?

19. ¿Amar sin apegarme está mal?

20. ¿Existe el amor incondicional en pareja?

21. ¿Un clavo puede sacar

22. ¿Se puede tener el corazón roto por amor?

23. ¿Es normal que me sienta

24. ¿Cómo sé que mi pareja me ama?

25. ¿Por qué me sigo acostando

26. ¿Por qué me busca para

27. ¿Mi pareja es tóxica?

28. ¿Cuánto tiempo lleva

29. ¿Debo sacrificarme

30. ¿Es sano ser una persona

31. ¿Por qué se dice que

32. ¿Cómo puedo saber si

33. ¿Por qué siempre quiero rescatar a mi pareja?

34. ¿Puedo volver a amar a una expareja?

35. ¿Cómo empiezo a superar a mi expareja?

36. ¿Son infidelidades las fantasías sexuales con otras personas?

37. ¿Debo guardar la esperanza de que mi ex regresará?

38. ¿Puedo convencer a mi pareja de tomar terapia?

39. ¿Por qué repito relaciones disfuncionales?

40. ¿Es lo mismo fidelidad

41. Si mi pareja me golpeó,

42. ¿Por qué mi pareja no

43. ¿Mi pareja puede cambiar?

44. ¿Por qué no basta con

45. ¿Por qué mi pareja

46. ¿Los hijos repiten 


47. ¿Los padres influyen

48. ¿Será mi ex una mejor

49. ¿Los hijos son una 


50. ¿Qué hago si siento 


51. ¿Es malo quedarse en

52. ¿Cómo sé si soy

53. Si ya no me ama,

54. ¿Cuál es el mejor momento

55. ¿Qué es una relación

56. ¿Es lo mismo apego

57. ¿Le digo todo a mi pareja?

58. ¿Por qué mi pareja 


59. ¿Me conviene tener una

60. ¿Por qué me atraen

61. ¿Por qué soy infiel?

62. ¿Mi pareja infiel me ama?

63. ¿Qué hago si mi pareja no acepta a mis hijos?

64. ¿Funcionan las relaciones

65. ¿Puedo amar a dos

66. ¿Las parejas tienen que ser

67. ¿Me tiene que gustar físicamente para que funcione la relación?

68. ¿Se puede superar

69. ¿Es cierto que la infidelidad

70. ¿Es posible que mi expareja

71. ¿Una ruptura de pareja

72. ¿Es buena idea regresar

73. ¿Por qué mi expareja

74. ¿Estoy en peligro

75. ¿Cuál es la mejor manera

76. ¿Por qué siento que

77. ¿Enfrento a su amante?

78. ¿Por qué existen

79. ¿Cuánto dura el

80. ¿Por qué no puedo

81. ¿Soy la parte tóxica

82. ¿Por qué mi pareja me

83. ¿Por qué no dejo a mi

84. ¿Perdonar significa

85. ¿Por qué escojo parejas

86. ¿Por qué me obsesiona

87. ¿Qué es el complejo

88. ¿Qué es el síndrome

89. ¿Por qué me cuesta tanto

90. ¿Por qué quiero

91. ¿Los celos son amor?

92. ¿Qué pasa después de

93. ¿Influye el estilo de apego

94. ¿Cómo sé si ya pasé el duelo

95. ¿Es posible sentir envidia

96. ¿Por qué mi pareja se

97. ¿Por qué mi pareja

98. ¿Por qué no me atrevo

99. ¿Cómo sé que estoy en una

100. ¿Por qué me acostumbré

101. ¿Debo terminar la relación

Bibliografía

Acerca del autor

No es que no puedan ver la solución, lo que no pueden ver es el problema

G. K. Chesterton

Prólogo

El libro que ahora tienes en las manos es una guía —y una muy completa— acerca de preguntas en torno al amor de pareja. En él encontré tantas cuestiones que me hacía y cuya lectura me las fueron esclareciendo (me llegó, en particular, la diferencia entre relación y vínculo), además de que, al mismo tiempo, pude reafirmar conceptos que, si bien tal vez ya conocía, después de leer estas páginas, me resultan ahora más claros. A través de estas líneas y de una manera muy sencilla, digerible, casi simple, Vicente Herrera-Gayosso logra que queden aclaradas, para cualquiera que se aventure a consultar este libro, una multitud de dudas acerca de las relaciones de pareja y sus diferentes etapas como el enamoramiento, el amor, la vida conyugal, los conflictos, la ruptura o el divorcio.

Para mí, este material ha sido como hallar una pequeña caja llena de herramientas que me ha servido para conocerme un poco más y ayudarme a relacionarme de mejor forma, porque, de muchas maneras, esta información puede hacer que te caiga el veinte de que tienes que trabajar en ti y realmente sanar para poder crear vínculos más estables (duren lo que duren), así como para comprender y enfrentar los miedos que aparecen después de una pérdida amorosa, llámese esta separación o divorcio. Este también es un libro que te ayuda a darte cuenta de que debes hacerte responsable de tus propias decisiones al relacionarte con la pareja que escoges y a comprender que, en muchas ocasiones, quien está a tu lado y el tipo de vínculo que formes ahí, revela más cosas de tu propia personalidad que de esa persona en cuestión.

Sin duda, este es un libro que yo recomiendo ampliamente, así como recomiendo otro aspecto fundamental de crecimiento personal: tomar terapia. Para mí, la terapia ha sido muy importante en todos mis procesos, pero sobre todo ha sido clave para conocerme a niveles profundos y poder sanar tanto mi infancia como mi adolescencia, dos etapas que sin duda nos marcan a todos. Al poder escarbar y encontrar esas carencias, esas inseguridades, esos miedos que se fueron creando con el tiempo y que me marcaron, fue algo que hizo que cayera en cuenta de que desde ahí era que elegía relacionarme con mis parejas; cuando a través de la terapia hice esto consciente y comencé a trabajar en ello, fue un paso decisivo para sanar, y ayudó a que tuviera un cambio de 180 grados en la manera de relacionarme con las demás personas, incluyendo a la pareja. Así que si algo te puedo sugerir es entres a un proceso terapéutico, el que te guste, el que te acomode o el que te haga sentir en confianza para abrirte y expresar lo que sientes, dándote la oportunidad de confrontarte para realmente hacer un trabajo interior que te permita crecer.

Al igual que tomar terapia, en verdad es importante que leas este libro, el cual te ayudará a comprender mejor las relaciones de pareja y esos conceptos establecidos —a veces de forma superficial— por la sociedad, que aquí Vicente desmantela y a los cuales, en mi opinión, les da un significado más congruente y coherente. Un acierto de esta obra es la aclaración del significado de tantas palabras que de vez en cuando usamos para abordar temas acerca de la relación amorosa y que creemos conocer e, incluso entender, pero que al leer este texto podremos ver que no es así, y que poner atención a las explicaciones que se plasman aquí ayuda a esclarecer esos conceptos aprendidos de manera equivocada y, por lo tanto, mal utilizados.

Espero que disfrutes tanto como yo de su lectura y que te sirva para tu vida personal, así como para tus relaciones futuras. Como aquí dice muy bien Vicente, no hay verdad absoluta y este libro no pretende ser la panacea, pero si —así como ocurrió conmigo— a ti también te checa lo que lees, seguramente se convertirá en una gran herramienta para comprender desde dónde te relacionas con tu pareja y por qué lo haces de esa manera, lo que será un gran empujón para iniciar un viaje interminable de mejores relaciones en el amor.

Entonces, te invito a comenzar ahora la lectura de 101 respuestas acerca del amor, la pareja y las rupturas, así como también a que te des la oportunidad de conocer a Vicente Herrera-Gayosso y el material que tiene regado por todos lados acerca de las relaciones de pareja, si es que quieres conocer su practicidad y sencillez y como logra poner en palabras tanto conocimiento que te ayudará a salir adelante de un duelo, a enfrentarlo correctamente o incluso a detectarlo si es que no te habías dado cuenta de que estabas viviendo uno. Y a quien ya lo conoce y se está aventurando a leer este libro, no está de más decirle que reafirmará ese aprendizaje a través del cuestionamiento y trabajo personal para lograr ser una persona más completa y, de esta manera, darse a ella misma y a la pareja con la que se relacione, lo mejor de sí.

Mauricio Ochmann

Introducción

Entre 2018 y 2019, lancé una convocatoria a través de redes sociales para que cualquiera de mis seguidores, amigos y pacientes me hiciera una pregunta que realmente le intrigara con respecto a su situación romántica o afectiva. Admito que lo hice como una especie de experimento para obtener inspiración acerca de temas que pudiera usar en los videos de mis canales de YouTube o mi blog personal, por lo que no esperaba recibir más que algunas decenas de cuestionamientos, pero la respuesta me dejó atónito: me llegaron cerca de dos mil preguntas —algunas, de lugares tan lejanos como Qatar o Japón—, y casi todas formuladas por latinoamericanos o gente de habla hispana diseminada a lo largo del planeta y que, gracias a la maravilla del internet, conocían acerca de mí y de los tópicos sobre los que versan mis programas digitales. Muchas de estas personas no tenían acceso a orientación emocional o a sesiones de psicología en español en sus países de residencia y, cuando la podían obtener, se daban cuenta de que las barreras culturales, de idioma o idiosincráticas no permitían que esa ayuda fuera tan eficiente como la requerían, así que decidieron buscarla en otro lado y así dieron con mis videos y publicaciones.

Y es que —idioma aparte— los latinos tenemos una manera peculiar de lidiar con las cuestiones románticas, que difícilmente puede ser entendida por los habitantes de naciones más pragmáticas, ya que solemos ser más pasionales y propensos al drama sin importar si esto resulta funcional o no, por lo que esperamos una comprensión en la misma proporción. A lo largo de la historia, los asuntos románticos, como los celos, las infidelidades o la dependencia emocional, son temas que han acompañado a casi cualquier persona en el mundo, prácticamente desde el comienzo de sus vidas, pero a los latinos se nos ha agregado un ingrediente extra que sazona aún más este caldo, y es la tendencia a la desdicha constante y a vivir estos avatares como la peor de las calamidades. Sin importar la edad, la posición social o el estrato económico, prácticamente todos los latinos nos enganchamos de una forma particular a este sufrimiento romántico y tenemos ideas con respecto a cómo debe experimentarse, lo cual, en ocasiones, representa un problema. Si bien las cuestiones pasionales son arrasadoras (prueba de ello lo dan las historias clásicas, donde los arrebatos impulsivos son causantes de las más trágicas situaciones), también es cierto que pueden ser mejor entendidas, de manera que no sean factores dominantes y causantes de un sufrimiento perenne.

La mayor dificultad que enfrenté después de haber recibido tal cantidad de preguntas fue decidir qué haría con ellas, ya que era muy complicado dar solución a todas y cada una en tiempo y forma, además de que resultaba obvio que era un material que daba no solo para unos cuántos programas de YouTube, sino que permitía abrir la puerta a un proyecto mayor, pero, al ser tantas, aún seguía siendo complicado. Entonces, al revisarlas con mayor detenimiento pude percibir que, en muchos casos y con ligeras variaciones, las cuestiones tendían a repetirse e incluso a conectarse entre sí; de esta forma, la pregunta de un exitoso abogado ecuatoriano en torno a si su pareja era una psicópata, se conectaba con la de una mujer en Los Ángeles, California, que deseaba saber si su novia era, en realidad, una persona tóxica para ella. Asimismo, las dudas surgidas en un hombre mayor español acerca de por qué su actual pareja no aceptaba al vástago de su anterior matrimonio, tenía vínculo directo con la de la joven mexicana recién casada que exponía los celos hacia las hijas de su flamante esposo. Comencé, de esta manera, la ardua tarea de agrupar los casi dos millares de preguntas, en temas centrales para su mejor manejo. Después de meses de revisión (lo acepto: debí dejar fuera muchas otras preguntas que me fueron haciendo algunos ya cerrada la convocatoria), pude compilar las dudas y preocupaciones de estas personas dentro de tres grandes esferas: amor, pareja y ruptura (o divorcio).

Ese fue un pequeño éxito que me regocijó, no obstante, ahora había que darle forma. ¿Cómo podía contestar a estas cuestiones de manera, más o menos ordenada y, más importante aún, efectiva? Era claro que no iba a poder responder a todas porque sería una tarea muy tardada, pero intuía que al estar agrupadas, eso podría facilitarla. Entonces, sucedió uno de esos momentos de inspiración como el de Arquímedes mientras tomaba su baño de tina; mi momento Eureka se dio cuando llevaba a mi pequeña hija a la escuela en el coche familiar; mientras nos encontrábamos detenidos en el semáforo con la luz roja, noté la coordinación de los demás semáforos de las respectivas intersecciones: al estar en verde uno de ellos, otro parpadeaba con la luz ámbar preventiva, al tiempo que el último se mantenía en rojo, segundos después, cuando el rojo cambiaba a verde, el verde empezaba a parpadear, su luz ámbar y el que había estado en ámbar pasaba a rojo. Todo ello en una cadena interminable que incluía, además, los semáforos de cruce de los peatones, por lo que para el buen funcionamiento del sistema y que este cumpliera con su objetivo, debía de encontrase interconectado. Al mismo tiempo en que reflexionaba lo anterior, en automático recordé que de niño me fascinaban aquellos libros de historias fantásticas que llevaban debajo del título la motivadora leyenda Crea tu propia aventura. Adoraba buscar el capítulo que continuaba o que guardaba relación con la elección de historia que había tomado y, de esta forma, sentirme un participante activo de ella. Bueno —pensé, sonriendo para mis adentros—, no va a ser algo exactamente igual, pero puede funcionar. Así se gestó la idea de desarrollar un nuevo libro que ofreciera esta posibilidad, por lo que comencé a elegir los temas que más se repetían y a crear conexiones entre las preguntas, de manera que si alguien leía cierta duda y su respectiva respuesta, quizá esta le podría llevar a otra que originalmente no llamaba su atención, pero que le ayudaría conocer más del tema, y así sucesivamente, hasta completar la lectura del libro. Esto quiere decir que todas las respuestas, al igual que las preguntas que las originaron y que están contenidas en este material, están, de una manera u otra, relacionadas entre sí, por lo que, si estás leyendo esta introducción, debes saber que cada una puede darte información valiosa para tu desarrollo personal. Te sugiero no desdeñar alguna, aunque saltes de una a otra como te plazca.

El último obstáculo se convirtió en el más difícil de superar y fue elegir qué preguntas iba a incluir y cuáles dejaría fuera. Mi editora me había dicho que tenía que hacer hasta lo imposible por ajustar mi escrito a 200 páginas, poco más o menos (algo que me cobraré en el siguiente libro), por lo que esto era un factor determinante para tener en cuenta. Debido a lo anterior, tuve que esforzarme por encontrar la cantidad idónea de respuestas que cupieran dentro de ese formato y, al final, debo decir que hice lo mejor que pude. El número 101 siempre me ha parecido una cifra interesante, como los 101 dálmatas de Dorothy Smith, que tanto amé en mi infancia, o el álbum en vivo 101 de Depeche Mode, que disfruté en mi temprana juventud; es un número redondo, aún sin serlo en realidad, ya que su característica más evidente es su facilidad para recordarlo, así que eso me hizo decidirme; el 101 encajaba perfecto con la extensión de dos cuartillas aproximadamente por respuesta: 200 páginas…poco más o menos. De nuevo, hice lo mejor que pude.

Así pues, lo que encontrarás en este libro es una selección de preguntas y sus respectivas respuestas que abarcan un espectro amplio en el complejo mundo del romance. Los temas aquí vertidos van desde el enamoramiento hasta la separación, desde la idealización del amado hasta la herida profunda que causa una infidelidad y desde el anhelo por una pareja hasta la aceptación de que, en ocasiones, es mejor permanecer en soledad. Todas son dudas reales, hechas por personas que, seguramente como tú que lees estas líneas, están deseosas de tener una luz que les permita vislumbrar el camino a seguir. No quiero decir con esto que yo soy esa luz o que mis respuestas son la panacea —sería insufrible jactarme de ello—, pero sí que lo que aquí expongo es producto de muchos años de dedicarme profesionalmente, como terapeuta, a los temas del amor, la pareja y la ruptura, así como a incontables horas de lectura e investigación al respecto, por lo que algo, aunque sea mínimo, puedo ofrecerte. Como siempre he dicho: no tengo la verdad absoluta; de hecho, nadie la tiene, y te corresponde a ti usar tu criterio para discriminar la información de estas respuestas que, aunque tratan de ser lo más clarificadoras posibles son, en esencia y debido a la extensión del libro, referenciales. Aquí me gustaría ofrecer una disculpa sincera a todas aquellas personas, amigos, pacientes y seguidores que no encontrarán sus preguntas en este volumen, todas eran dudas maravillosas y ninguna desmerecía en absoluto, desafortunadamente la parte ingrata del trabajo del escritor es la edición final; ya tendré la oportunidad de incluirlas en algún otro libro.

Por último, como había explicado anteriormente, no hay un orden específico en la numeración de las respuestas, así que no debes preocuparte por ello; al igual que con Crea tu propia aventura, puedes empezar en cualquiera que te llame la atención y, eventualmente, estas se irán conectando. Espero que en estas páginas encuentres algunas de las respuestas que en el camino tú también has estado buscando.

Vicente Herrera-Gayosso

Ciudad de México

Las 101 preguntas... y sus respuestas

1. ¿Qué es el amor?

Marcela

¿Por qué nos cuesta tanto trabajo ponernos de acuerdo en una definición de amor, particularmente si este se refiere al plano romántico? Si bien es cierto que puede haber una idea general de lo que es el amor, no resulta tan fácil cuando queremos explicarlo o, más complicado aún, dar una definición al respecto. Por ejemplo, si nos enfocamos en lo que el vocablo amor como tal significa, este se refiere —en esencia— a un sentimiento que genera bienestar, felicidad y alegría. Es necesario recalcar que un sentimiento no es igual a una emoción; la diferencia básica consiste en que una emoción es algo inevitable, mientras que los sentimientos son sensaciones que se crean con el tiempo; por lo tanto, el amor se crea y no simplemente ocurre, como muchos piensan. Por el lado etimológico, la palabra proviene del verbo latino amare y de la raíz amma, que es la voz infantil para llamar a la madre; esto es importante ya que puede relacionarse el acto de amar con la necesidad primigenia de recibir lo esencial que toda persona espera de su madre. También se suele usar la palabra como el estado sexual —o eros— que experimentamos con alguien, aunque en realidad esta es solamente una de las etapas del amor, y si, finalmente, hablamos de este sentimiento como un acto de disciplina, podemos decir que el amor es una elección (ver respuesta 31).

En el caso del amor romántico, cuando cuestionamos a alguien sobre ¿qué es el amor? o ¿cómo sabes que amas a alguien? (pregunta que les hago a mis pacientes constantemente y que tiene como efecto, por lo general, dejarlos con la mente en blanco), la inmensa mayoría de las personas responde que simplemente lo saben, pero en realidad quieren decir que simplemente lo sienten. Esta diferencia entre saber y sentir es fundamental porque representa la base que explica lo que el amor es: un constructo social. ¿Qué es un constructo social? Es algo que se sabe que existe pero que, al tratar de definirlo, esto