TEC 75

En el Tecnológico de Monterrey, creemos que se puede y debe construir un mundo mejor. Y no solo lo pensamos, sino que tomamos acciones para hacerlo. Esta manera de ver y entender la vida es parte de lo que caracteriza a un EXATEC. Hombres y mujeres que cuestionan, imaginan, actúan y transforman. Este proyecto nos confirma que la manera de tener impacto es tan diversa como nuestra comunidad.

Ha sido motivante descubrir EXATEC de múltiples generaciones, nacionalidades, profesiones y ámbitos de acción que comparten ese espíritu emprendedor. Este elemento común compartido nos conecta y nos hace ser comunidad. Y por eso contamos historias personales que entreveradas cuentan una historia más amplia. Historia que nos sirve de plataforma para juntos seguir trabajando, innovando y creando valor compartido.

Juan Pablo Murra Lascurain IIS’01

Rector de Profesional y Posgrado

Tecnológico de Monterrey

Vivimos en la era en que la información y la comunicación son una parte fundamental de nuestras vidas. Y ante la plétora de opciones y fuentes de contenido a nuestro alcance, son aquellas que tienen el mejor storytelling las que logran capturar nuestra atención, recibir nuestra confianza y conectar a niveles profundos para tener un impacto en nuestra forma de ver el mundo. ¿Y qué hace que un contador de historias logre tener esa vinculación significativa con nosotros?

Precisamente lo que aportan nuestros EXATEC protagonistas de este proyecto editorial, un mosaico riquísimo y absolutamente representativo de nuestra comunidad de egresados: la autenticidad de sus historias, la frescura de sus anécdotas y la riqueza de sus trayectorias. Gracias a un proceso cercano, personal e íntimo de contacto y recopilación de estas historias, le damos vida al espíritu de un EXATEC, que es lograr la trascendencia a través de su capacidad de cambiar el mundo para hacerlo un mejor lugar.

Rodolfo Rubio Etcharren

Vicepresidente de Comunicación y Relaciones

Tecnológico de Monterrey

© TEC 75

© INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY

PRIMERA EDICIÓN, 2020

José Antonio Fernández Carbajal/ Presidente del Consejo del Tecnológico de Monterrey

David Alejandro Garza Salazar/ Rector y Presidente Ejecutivo del Tecnológico de Monterrey

Dirección Editorial/

Juan Pablo Murra Lascurain/ Rector de Profesional y Posgrado

Rodolfo Rubio Etcharren/ Vicepresidente de Comunicación y Relaciones

Coordinación General del Proyecto/

Joaquín Joaquín Lozano Aguirre/ Director de Relaciones con Egresados

Hilda Gil Sánchez/ Directora de Mercadotecnia

Servicios y Conexión con Egresados/ Javier Parra Arias, Graciela Guillermina Ornelas Zúñiga y Agustín Madrigal Cruz

Historiografía/ César Alejandro Salinas Márquez y Juan Gerardo Garza Treviño

Edición/ Mozaico Agencia Editorial

Editor/ Gil Gallardo Montejano

Entrevistas y autora de textos/ Zaira Eliette Espinosa Leal

Entrevistas/ Marisa Riedel Barocio

Diseño Editorial/ José Eduardo Mallén Lomas

Fotografía/ Futuro Moncada Forero, Teresa González Martínez, Pablo Montelongo, Fernando Omedé, Maj Lindstom, Rodolfo Nevárez, Iván Linares, Gonzalo Ibáñez, Abigaíl Guzmán de Andrés, Fernando Franco Sevilla, Juan Rodrigo Llaguno, Daniel Abad, Juan Pablo Zamora/Cuartoscuro, Acervo Histórico FEMSA y Fototeca del Tecnológico de Monterrey, Patrimonio Cultural del Tecnológico de Monterrey®️

Monterrey, N.L., México

Publicado por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta obra, incluido el diseño de la cubierta e interiores, podrá ser reproducida, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico o cualquier otro medio conocido o por conocerse, sin para ello contar de forma previa y expresa con autorización del legítimo titular de los derechos sobre la misma.

Impreso en México

Desde su fundación, el propósito del Tecnológico de Monterrey ha sido formar líderes en todos los ámbitos del desarrollo humano, con valores éticos y, al mismo tiempo, profesionistas expertos en la rama que les compete, que sean emprendedores e innovadores en sus campos de acción. A lo largo de su historia, han egresado de nuestra Institución académicos, líderes sociales, deportistas y empresarios comprometidos con la cultura, las artes y los negocios. Todos ellos han contribuido al desarrollo económico, social y cultural del país y trascendido al transformar la sociedad para crear un mundo mejor.

En 2018, en el marco de la celebración de los 75 años de la fundación del Tec, se realizó un estudio con el apoyo de la Unidad de Inteligencia QS (Quacquarelli Symonds), del Reino Unido, que permitió dimensionar, con enorme orgullo, el impacto que los egresados del Tec están dejando en México y el mundo. Este panorama de contribuciones se suma al primer lugar que el Tec tiene como universidad privada en México y el vigésimo octavo del mundo, según el ranking 2020 de la propia QS. Motivados por estos resultados, y aunque el universo de nuestra comunidad de egresados exitosos es amplísimo y este mosaico no puede ser tan exhaustivo como quisiéramos, decidimos publicar este libro conmemorativo que contiene, a manera de homenaje por nuestro aniversario, las historias de setenta y cinco EXATEC destacados, desde nuestra fundación hasta la actualidad, con el propósito de intentar ilustrar un segmento muy representativo de lo que todos los EXATEC han heredado a la sociedad en el amplio espectro de su quehacer profesional, económico, académico, ético, cultural y deportivo, entre otros, buscando representarnos e ilustrar la amplia diversidad de los egresados en cuanto a vocación, profesión, género, edad, ubicación geográfica, estudios y trayectoria.

La visión que tenemos del Tec hacia el 2030, Liderazgo, innovación y emprendimiento para el florecimiento humano, busca que avancemos en la formación que transforma vidas de una manera integral; coloca al ser humano en el centro y le ofrece herramientas para que obtenga las capacidades necesarias para enfrentar los problemas del futuro de una forma ética y con plena consciencia de sí mismo y de su entorno. Nos parece que esta selección de historias tan inspiradoras es un ejemplo vivo de esta aspiración.

Para reafirmar esta visión a largo plazo, es fundamental el impulso al emprendimiento, a la investigación y a la innovación como fuente de ideas, recursos y talento para la creación de soluciones a los problemas globales. Es así como el Tec de Monterrey desea trascender y, para ello, siempre será vital el trabajo e impacto de todos nuestros egresados, pues son quienes verdaderamente representan y dan valor a lo que somos como Institución, y lo extienden hacia nuestra sociedad para así alcanzar el futuro que anhelamos.

Septiembre 2020

La celebración de la historia y la visión del Tecnológico de Monterrey mediante la difusión del impacto económico y social de los primeros 75 años de la Institución, tanto en México como en el mundo, a través de la proyección de la amplia y diversa trayectoria profesional de sus egresados, es una tarea que ahora se ve materializada.

La edición de este libro conmemorativo tiene como finalidad hacer un recorrido por la historia, misión y visión del Tec de Monterrey, vistas a través de los resultados del estudio de impacto de egresados (QS, 2018), ilustrados por un mosaico de historias de setenta y cinco EXATEC destacados en distintos ámbitos profesionales.

Después de haber realizado una amplia consulta y una búsqueda entre los más de 310,000 egresados de la Institución, se sometieron 2,000 perfiles a una serie de procesos de revisión, evaluación, deliberación y validación. En este camino, participaron activamente distintos integrantes de nuestra comunidad del Tec: representantes de consejos de varios de nuestros campus; profesores de las seis escuelas nacionales, de las dos escuelas de graduados y de la PrepaTec; representantes de agrupaciones EXATEC en México y el extranjero; alumnos de las cinco regiones; y colaboradores de las áreas de Relaciones con Egresados, Comunicación y Mercadotecnia, Desarrollo Filantrópico, Gobierno Institucional, Premios Institucionales y LiFE, entre otras. Como resultado final, se obtuvieron estas setenta y cinco historias inspiradoras de nuestra comunidad EXATEC, diversas en tanto a género, generaciones, geografía, disciplinas académicas y profesiones de sus protagonistas.

En el Tec de Monterrey, estamos convencidos de que la educación mejora la vida de las personas. Esta convicción permanece y nos motiva a estar más comprometidos que nunca. A lo largo de estas páginas, conoceremos trayectorias de egresados que han demostrado sencillez y coraje para cuestionar paradigmas, y también la ambición por mejorar de quienes abrazan los conocimientos técnicos más avanzados, sin obviar el perfil ético y humanista que siempre ha caracterizado a la formación en nuestra Institución. Ellos nos hacen sentir seguros de que cada persona formada en el Tec puede y debe tener la capacidad y voluntad de transformar las organizaciones en las que participa, el entorno que le rodea y la comunidad en la que vive. Esperamos que este libro contribuya a fortalecer los lazos entre los integrantes de la comunidad EXATEC, con nuestra Institución y con la sociedad, donde están incluidos los amigos que comparten una historia con el Tecnológico de Monterrey.

Septiembre 2020

EL TEC DE MONTERREY

IDEAS

FUNDACIONALES

Una década después de que se inauguró el Tecnológico de Monterrey, fue develado el mural de Jorge González Camarena, titulado El triunfo de la cultura. La obra representa el enfrentamiento exitoso de la civilización y el conocimiento sobre las fuerzas de la barbarie y la ignorancia. De esta manera, y a modo de declaración pública, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) hacía patente la consolidación de su proyecto fundacional.

La piedra angular para la creación del Tec fue el conjunto de ideas que le dieron firmeza y orientación durante el periodo de su fundación. Entre estas, se destacan seis, orquestadas por don Eugenio Garza Sada y el grupo de fundadores del Instituto, quienes a través del Tec contribuyeron a la formación del talento profesional en México.

LOS PILARES BÁSICOS DE LA FUNDACIÓN DEL TEC SE DESCRIBEN ASÍ:

Los grandes proyectos deben comenzar de la manera más sencilla.

La educación lo puede todo.

Los alumnos son nuestra razón de ser.

Construimos espacios con espíritu.

Formamos personas, no solo profesionistas.

Nuestros profesores son el corazón del Instituto.

LOS GRANDES PROYECTOS DEBEN COMENZAR DE LA MANERA MÁS SENCILLA

En julio de 1940, una vez electo Manuel Ávila Camacho como presidente de México y dado que la postura del Estado se volvió más abierta en torno a los proyectos educativos privados, los empresarios de Nuevo León retomaron la idea de crear un instituto tecnológico autónomo.

Para este propósito, era fundamental reunir formalmente a un grupo de empresarios dispuestos a invertir en educación. Fue entonces que Antonio L. Rodríguez buscó el respaldo de don Eugenio Garza Sada, Director de la Cervecería Cuauhtémoc, quien lideraba uno de los grupos empresariales más sólidos del país. Ingeniero graduado de una de las mejores universidades del mundo (MIT), don Eugenio tenía experiencia en la administración de escuelas privadas y destacaba por su apoyo a causas sociales; sus cualidades lo erigieron como líder moral del naciente grupo que a la postre sería el responsable de la fundación del Tec.

Al tomar las riendas del proyecto, don Eugenio Garza Sada fue firme entre quienes lo impulsaban: les pidió hablar menos y hacer más. Dio el ejemplo al tomar la decisión más importante: se comprometió a reunir y aportar los recursos necesarios para la formación de la Universidad y a dar la cara frente al Estado con el fin de defender el proyecto educativo. Después de algunas juntas de planeación, don Eugenio llegó a la conclusión de que sería posible inaugurar el Instituto en 1943, aunque sus colegas le pidieron esperar a que la situación política del país fuera más estable.

Garza Sada mantuvo su posición y comunicó a los integrantes del grupo que no estaba dispuesto a esperar un escenario perfecto que posiblemente jamás existiría. El líder los convenció de comenzar en pequeña escala e ir creciendo gradualmente. En una de las juntas, explicó: Los grandes proyectos deben comenzar de la manera más sencilla. Así, se dio el acuerdo: el Instituto iniciaría clases en septiembre de 1943.

LA EDUCACIÓN LO PUEDE TODO

Don Eugenio Garza Sada se encargó de dar a conocer el proyecto. Necesitó poco tiempo para convencer a los indecisos y animar a quienes mostraron disposición, pues en México no existía una institución de formación universitaria que tuviera los más altos estándares de calidad educativa para formar a los futuros cuadros laborales y directivos.

El 14 de julio de 1943, se creó Enseñanza e Investigación Superior A. C. (EISAC), asociación fundadora del Tecnológico de Monterrey. El Consejo de Directores fue presidido por Eugenio Garza Sada e integrado por los empresarios Bernardo Elosúa, Ricardo Quirós, Jesús J. Llaguno, Andrés G. Sada, Virgilio Garza Jr. y Roberto Guajardo Suárez.

Don Eugenio Garza Sada dirigió el consejo durante treinta años. En ese tiempo, logró construir una Institución con una burocracia reducida. De inicio, buscó a la persona idónea para la dirección de las labores, y entre las posibilidades destacó el Ing. León Ávalos y Vez, graduado del MIT, hombre con mucha experiencia directiva. Cuando don Eugenio le ofreció la dirección del ITESM, Ávalos dudó en aceptar. Con la intención de no perder mucho tiempo, Garza Sada hizo un viaje a la Ciudad de México y logró convencerlo.

Cuando tuvo que conseguir los recursos para el proyecto, don Eugenio, por varios días, visitó a los líderes de las empresas, maletín en mano, y los invitó a apoyar el Instituto. No permitía que los ofrecimientos quedaran en el aire: en su pequeña libreta, anotaba las cifras prometidas por los donantes visitados. Los empresarios se fueron contagiando del mismo compromiso y, en el mismo año de su fundación, se reunió el dinero para construir y operar la Institución. Dos años después, el Tec tenía ya 500 donantes.

Aun así, el proyecto requirió más recursos de los que captaba, sobre todo porque el consejo no estuvo dispuesto a limitar su visión: el ITESM debía tener calidad internacional para competir con las mejores universidades del mundo. Fueron años difíciles y los fundadores encabezaron campañas financieras que reunieron el apoyo de la iniciativa privada. Don Eugenio no permitió que el crecimiento de la Institución se detuviera, y sus empresas o su propia cartera se encargaron de solventar lo necesario para continuar.

Al paso de los años, los esfuerzos se vieron recompensados. En las siguientes décadas, el Tec se consolidó como una de las mejores universidades del país, y se convirtió en un modelo a seguir.

LOS ALUMNOS

SON NUESTRA RAZÓN DE SER

El alumno pone en nuestras manos sus aspiraciones, sus anhelos e inquietudes. No solo está aquí para recibir instrucción. Es nuestra responsabilidad brindarles lo indispensable para que se desarrollen como personas de bien. Son ellos nuestra razón de ser.

-Eugenio Garza Sada en la ceremonia de graduación del ITESM, 1954-

Al iniciar actividades, se inscribieron en el Tec 100 alumnos. No obstante, al primer día de clases llegaron 350 estudiantes. La cantidad siguió creciendo hasta registrar 2,350, en 1953. En las primeras dos décadas, el 35% de sus alumnos provenía de Nuevo León, 55% de otros estados y el 10% del extranjero.

La identidad de la vida estudiantil se desarrolló rápido. En los primeros veinte años del ITESM, se crearon veinticinco asociaciones estudiantiles. La más destacada surgió en 1944, la Sociedad de Alumnos, y a finales de la misma década los egresados formaron la Asociación de Exalumnos, conocida como EXATEC. La intención de esta última era mantener en contacto a los graduados e invitarlos a trabajar en proyectos conjuntos. La asociación también permitió constatar cómo los egresados del Instituto comenzaban a posicionarse en lugares relevantes dentro del mundo empresarial, social, académico, cultural e incluso en la administración pública.

CONSTRUIMOS ESPACIOS CON ESPÍRITU

La Institución funcionaba en siete