Renacimiento: Cambia Tu vida A través del Yoga Mental X

Renacimiento

Cambia

Tu vida

A través del

Yoga Mental X

H. Castillero

Copyright © 2017 por H. Castillero.

Tapa Dura: 978-1-947938-04-5

Tapa Blanda: 978-1-947938-03-8

Libro Electrónico: 978-1-947938-05-2

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Impreso en los Estados Unidos de América

Contenido

Agradecimientos

Dedicatoria

Prólogo

Introducción

Mi Travesía

Mi Nacimiento

Mis Años de Infancia

La Pubertad

Mis Años de Adolescencia

Mi Primer Amor

Mis Años de Universidad

Un Despertar Espiritual

El Año del Matrimonio

Nuestra Luna de Miel

Un Nuevo Matrimonio

Empezando Una Familia

Estableciendo la Familia / Entorno Profesional

Logros Familiares/Profesionales

El Año del Divorcio

Quince Verdades Universales

El Ciclo del Renacimiento

Las Cinco Etapas de la Vida

La Etapa de Supervivencia

La Etapa de Aprendizaje

La Etapa de Aplicación

La Etapa de Evaluación

Lista de Evaluación Personal

Mi Primera Experiencia Con El Yoga

La Evolución del Yoga

¿Qué es el yoga?

La Historia del Yoga

Tipos de Yoga

Beneficios del Yoga

Conexión Espiritual

Yoga Mental X

La Mente

La Mente Consciente

La Mente Subconsciente

La Mente Universal

Comunicación de la Mente

Testimonio Personal

Pranayama, Bandhas, y Mudras

Pranayama

Respiración Larga y Profunda

Nadi Sodhana Pranayama

Sama Vrtti Pranayama

Agni Pranayama

Bandhas

Mula Bandha (cerradura de raíz)

Uddiyana Bandha (cerradura de diafragma)

Jalandhara Bandha (Cerradura de cuello)

Maha Bandha (Gran Cerradura)

Mudras

Gyan Mudra

Shuni Mudra

Surya o Ravi Mudra

Buddhi Mudra

Meditación

Meditaciones Plenas

Meditación Esclarecedora

Meditación Sanadora

Meditación Espiritual

Meditación Creativa

Posturas para Meditar (Sentado)

Ejercicios de Calentamiento

Beneficios de la Meditación

El Cuerpo

Ama tu cuerpo - Libérate

El Ritmo de tu Cuerpo – Exprésate

Cuerpo Sano – Vida Equilibrada

Entiende tu Cuerpo - Conócete

El Cuerpo Físico

El Sistema Respiratorio

El Sistema Digestivo

El Sistema Nervioso

El Sistema Músculo-Esquelético

El Sistema Endocrino

El Sistema Inmune/Linfático

El Sistema Urinario

El Sistema Reproductor

El Cuerpo Sutil

El Cuerpo Energético

La Conexión Mente-Cuerpo-Alma

Asana

Cultura del Bienestar Físico

Objetivos de la pose

Elementos de la Pose

La Intención

La Ejecución

Transformación

Desarrollando una práctica personal

Evalúa tu Condición Física

Honra tu Práctica

Establece un Ritmo

Prepárate Para Tu Práctica

Sanación y Transformación

Posiciones de Yoga

Posiciones de Pie

Tadasana

Virabhadrasana Uno

Virabhadrasana Dos

Utthita Trikonasana

Parivrtta Trikonasana

Utthita Parvakonasana

Parsvottanasana

Uttanasana

Utkatasana

Prasarita Padottanasana

Upavesasana

Posiciones de Equilibrio en un Pie

Vrksasana

Utthita Hasta Padangusthanasana

Garudasana

Virabhadrasana Tres

Ardha Chandrasana

Posiciones estando Sentados

Vajrasana

Dandasana

Baddha Konasana

Ardha Matsyendrasana

Gormukhasana

Posiciones de Flexión en el Suelo

Paschimottanasana

Janu Sirsasana

Navasana

Upavista Konasana

Posiciones de Espalda Curvada en el Suelo

Bidalasana

Ustrasana

Bhujangasana

Salabhasana

Dhanurasana

Urdhva Dhanurasana

Setu Bandhasana

Matsyasana

Adho Mukha Svanasana

Posiciones de Equilibrio de Manos

Chaturanga Dandasana

Vasisthasana

Purvottanasana

Bakasana

Posiciones de Inversión

Salamba Sarvangasana

Halasana

Salamba Sirsasana

Pincha Mayurasana

Adho Mukha Vrksasana

Posiciones de Descanso

Balasana

Pavana Muktasana

Eka Pada Rajakapotasana

Jathara Parivrtti

Savasana

Surya Namaskar

Saludo al Sol A

Saludo al Sol B

El Alma

Examen de Conciencia

Características del alma

Identidad Espiritual

Componentes del alma

Iluminación del alma

Filosofía del Yoga

Yoga Clásico

Yamas

Niyamas

Asana

Pranayama

Pratyahara

Dharana

Dhyana

Samadhi

Maestro de Yoga

Código de Conducta Personal y Convicciones

Tu Vida

Glosario de Sánscrito

Referencias

Índice

Agradecimientos

Artista Maestro, Francis Dobleo

Fotógrafo Maestro – Ivory Fine Art Portraits, Dina Ivory

Maestro Principal – The Kundalini Yoga Center, Hari Simran Kalsa

Dedicatoria

A mis hijas. Ustedes son mi inspiración y la razón por la que cambié mi vida. Son mi mundo, y me he comprometido a sacrificar mi vida por ustedes.

Gracias a mis hermanas. Ustedes han sido mi apoyo y el hombro donde pude derramar mis lágrimas durante mis momentos más difíciles y oscuros.

Gracias a mis padres por su apoyo y guía.

Gracias a todos mis maestros de yoga, amigos y familiares que me dieron ánimos y creyeron en mí – aun cuando yo no tuviera la perspectiva o la esperanza de una vida mejor.

Gracias a mi Creador por abrir mi mente y corazón para escribir este libro. Fui guiado por una inspiración divina para traer esperanza, amor y fe a sus criaturas.

Namasté!

Prólogo

Escribí este libro para compartir contigo la travesía de mi vida y mi transformación personal a través de la práctica del yoga y mi relación con la Divinidad. Desarrollado una conexión de mente, cuerpo y alma me ha proporcionado una base inquebrantable para la manera como decidí vivir hoy en día. Mi vida está llena de bendiciones y entusiasmo. No hay fronteras o límites físicos, emocionales o espirituales impuestos por mi mente. Es la manera como siempre imaginé se desarrollarían las cosas – y tú puedes empezar a experimentarlo también mientras transitamos este camino juntos.

Nada en nuestras vidas es más poderoso que nuestras mentes, y tenemos que tomar una decisión. O nosotros dominamos la mente y hacemos que nos sirva para poder vivir la vida al máximo – con propósito, convicción y determinación, haciendo de este mundo un mejor lugar para nuestras familias, amigos y la humanidad – o podemos sucumbir ante los egos y caprichos de nuestras mentes y finalmente vivir en el vacío y en la neurosis. Siempre querremos más y más para satisfacer cada deseo que podamos imaginar, pero nunca estaremos satisfechos o en paz con quienes somos o con lo que hemos logrado.

Hay una manera de encontrar el equilibrio, la paz y la alegría – independientemente de las circunstancias. Si aprendemos a alinear nuestras mentes con la Mente Universal e infinita inteligencia, podemos desarrollar conciencia y sensibilidad. Y podremos sentir las emociones con nuestro corazón. Si creemos, la Divinidad nos concederá cada deseo. Él colmará nuestras vidas y destinos con sus bendiciones infinitas.

Aquellos que vinieron antes que nosotros hicieron grandes cosas que nos inspiran a todos. Jesucristo, Buda, Patanjali, la Virgen María, la Madre Teresa, Martin Luther King Jr., Gandhi, Ralph Waldo Emerson y muchos otros se sacrificaron por un bien mayor. Ellos sostuvieron conexiones asombrosas con la Divinidad y con sus propios seres interiores. Al hacer del yoga una manera de vivir, yo he experimentado una conexión con la Mente Universal. Mi ser interior me ha guiado en cada paso de mi camino.

Intentamos vivir nuestras vidas de la mejor manera posible: amando y sufragando las necesidades de nuestras familias, contribuyendo a la sociedad, haciendo del mundo un mejor lugar, y mejorando las vidas de nuestros semejantes, todo ello debido a nuestra devoción espiritual a Dios. ¿Por qué estos nobles propósitos no son suficientes para alcanzar esa paz interior y felicidad que anhelamos tan desesperadamente? ¿Por qué no podemos aceptarnos a nosotros mismos como somos sin querer cambiar cada característica de nuestro cuerpo? ¿Por qué no podemos estar satisfechos con la vida si cada día es una oportunidad de volverse un catalizador para el cambio?

Cuando venimos a este mundo, creemos que tenemos un potencial ilimitado para lograr algo increíble con nuestras vidas – sin ideas, juicios o limitaciones preconcebidas. Nuestra opinión del mundo es simple y optimista, tenemos fe en que el cielo es el límite porque nadie nos ha dicho lo contrario.

Sin embargo, con el pasar del tiempo, nos volvemos menos optimistas y más pesimistas. Comenzamos a creer que nuestro potencial está determinado por nuestras circunstancias – sin posibilidad de ninguna alteración o la más mínima modificación. Si nacemos en cuna de oro, todas las cosas buenas que la vida tiene para ofrecer serán para nosotros sin importar que decisiones personales tomemos. Por el contrario, si nacemos en condiciones precarias, estamos condenados a ser las víctimas de nuestro destino. No tendremos esperanzas de una vida mejor a pesar de lo mucho que nos esforcemos en cambiar nuestro entorno o las elecciones que hagamos.

¿Por qué nos cuesta tanto creer que Dios desea que tengamos una vida en abundancia, en la cual todas sus bendiciones, sueños y esperanzas están esperando para ser liberadas y manifestadas en nuestras vidas? Si fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, ¿no considera el Creador que somos dignos de su amor, piedad, compasión, bendiciones y abundante riqueza?

La mente negativa toma el camino fácil, creyendo que hemos sido excluidos del favor de Dios y que no hemos sido escogidos para hacer grandes cosas. Como resultado, esta negatividad invade nuestras vidas, con frecuencia llenando nuestras almas y corazones con un gran resentimiento. Desgraciadamente, paralizado nuestras acciones y matando la fe que teníamos. En definitiva, nos resignamos a la mediocridad y decidimos no hacer nada con nuestras vidas porque ese es el camino de menor resistencia en el cual la fe, la confianza y la valentía no existen.

Todos hemos experimentado lo dura que es la vida, pero después de la tormenta siempre viene la calma, hay un verano después del invierno, hay risas después del llanto, alegría después de la tristeza, y éxitos después de los fracasos. Se nos ha concedido a cada uno de nosotros talentos y oportunidades para experimentar la vida para Dios y para ser guiados por esa increíble fuente de energía en donde reside toda la sabiduría. Esta energía, que con frecuencia es llamada el superconsciente, la Mente Universal, o inteligencia infinita está disponible para cada uno de nosotros. Utilizamos el poder de nuestras mentes para pulsar en ella, a través de nuestros pensamientos; los controlamos y orientamos a través de la meditación.

Todo lo que ha sido creado en este mundo fue concebido en la mente de alguien y expresado físicamente. Nuestras vidas no son diferentes en ese sentido. La manera como nos sentimos y lo que pensamos acerca de nosotros se expresará en términos de nuestros logros personales, relaciones con familiares y amigos, libertad financiera, éxito profesional y desarrollo espiritual.

Sea cual sea el lugar donde nos encontremos en el momento, estamos experimentando bendiciones y desafíos. Estas experiencias pueden ayudarnos o lastimarnos dependiendo de las decisiones que tomemos. Podemos utilizarlas para fortalecer nuestra personalidad mientras determinamos nuestros objetivos o roles, o para destruir nuestra autoestima y creencia personal de que estamos destinados para la grandeza. Necesitamos aprender cómo conectarnos con la Divinidad. Si permitimos que nuestras vidas brillen intensamente, nos convertiremos en faros de luz.

La respuesta se encuentra en cada uno de nosotros. Hasta que nos encontremos a nosotros mismos y cumplamos con nuestros destinos, simplemente estamos existiendo. No estamos viviendo. A través de la aplicación e interpretación de los principios y filosofía del yoga, he desarrollado mi propia práctica ecléctica. La llamo Yoga Mental X. Me he encontrado yo mismo, he descubierto mi propósito y he empezado a cumplir mi destino.

Mi objetivo con este libro va más allá de compartir posturas de yoga, meditaciones y técnicas de respiración que pueden mejorar tu vida en muchas maneras. Mi objetivo principal es que encuentres tu gurú interior para que te guíe en cada decisión que tomes. Al alcanzar tus sueños, finalmente encontrarás la iluminación y una conexión permanente con tu ser interior y la Divinidad.

Introducción

¿Te sorprendería si te dijera que tu vida no es tan diferente a la mía? Hubo una época en la que creíste que el cielo era el límite. En tu corazón, anhelabas lograr algo asombroso porque estabas seguro de que estabas destinado para la grandeza.

Pero tu sueño perfecto se ha convertido en un recuerdo lejano. Hoy te sientes engañado y derrotado por tus tragedias personales, promesas incumplidas, y sueños frustrados. Has perdido toda esperanza y fe en ti mismo, y has dejado de creer que tu vida es importante.

En este libro yo comparto mi proceso de renacimiento y cómo pude recuperar mi vida ante la devastación de un divorcio después de veintitrés años de matrimonio. Pude lidiar con este traumático y paralizador evento que casi me mató. Estaba muy abrumado y mi vida era un caos. Muchas noches lloré hasta quedarme dormido. Quería entender el sentido de toda esa locura y descifrar mi razón para vivir.

A través del proceso de renacimiento podemos encontrar propósito y dirección en el medio de la tragedia. Nuestros problemas y obstáculos con frecuencia sirven como catalizadores para una transformación personal y cambios de dirección.

Tienes la oportunidad de pulsar el botón de reinicio y embarcarte en un nuevo camino a través de la auto-realización y evolución espiritual. Con los principios del Yoga Mental X podrás

eliminar patrones de pensamientos destructivos al aprender técnicas de meditación y de respiración;

mejorar tu bienestar físico y tu calidad de vida practicando posturas de yoga y sanación a través de energía; y

encontrar el propósito y el significado de tu vida desarrollando la autoconciencia y un conocimiento más elevado.

Durante tu proceso de renacimiento, aceptarás tu excepcionalidad y magnificencia como ser humano. Sentirás gratitud por todas tus bendiciones y usarás tus talentos y habilidades para aportar amor, paz y esperanza para ti mismo y para los demás.

A través de la práctica del yoga y mi relación con la Divinidad, he desarrollado una conexión de mente-cuerpo-alma que me ha proporcionado un pilar inquebrantable para la manera como escogí vivir mi vida. Mi vida está llena de bendiciones y entusiasmo; mi mente no me impone ningún límite físico, emocional o espiritual. Siempre imaginé que las cosas resultarían así. Tú puedes empezar a experimentar lo mismo mientras transitamos este camino juntos.

Nada en nuestras vidas es más poderoso que nuestras mentes, y tenemos decisiones que tomar. Podemos dominarla y hacer que nos sirva para que podamos vivir al máximo – con propósito, convicción y determinación – y hacer de este mundo un mejor lugar para nuestras familias, amigos y para la humanidad. Si sucumbimos ante el ego y los caprichos de la mente, viviremos en el vacío y en la neurosis. Siempre querremos más. Nunca lograremos satisfacer cada uno de nuestros deseos ni estaremos en paz con quienes somos o con lo que hemos logrado en la vida.

Desarrollamos la conciencia con nuestras mentes, y experimentamos los sentimientos y emociones con nuestros corazones. La Divinidad nos concederá cualquier cosa que nuestra mente conciba y que nuestro corazón desee. Todos tenemos nuestros destinos y nuestras bendiciones. Debemos creerlo firmemente.

A lo largo de mi camino, he desarrollado un método simple y efectivo que transformó mi vida en todos los aspectos. Yoga Mental X no es un nuevo tipo de yoga, religión espiritual o filosofía. Es la aplicación práctica y deliberada de tu mente en tu vida en general. Yo he recuperado mi vida y diariamente siento paz mental, tengo buena salud y satisfacción espiritual.

No importa si eres joven o maduro, fuerte o débil, flexible o rígido, ágil o torpe, delgado o pesado, alto o bajo, activo o sedentario. Aprenderás posturas de yoga y técnicas de respiración que aumentarán tu bienestar y calidad de vida. El yoga no se trata de egos, críticas, comparaciones o apariencias. Se trata de conciencia personal, aceptación y crecimiento.

Aprenderás acerca del poder del pensamiento y cómo puedes transformar tu vida. Practicarás técnicas de meditación y participarás en visualizaciones activas de la mente e imaginación que ocasionarán que tus deseos y propósitos den frutos, de acuerdo al designio divino. El objetivo es limpiar tú subconsciente desechando todos los pensamientos negativos y autodestructivos y reemplazándolos con pensamientos positivos y esperanzadores.

Puedes practicar tus creencias religiosas y filosofías mientras vives estas verdades universales. Te embarcarás en un viaje espiritual y significativo y desarrollarás la convicción y la comprensión de por qué tu alma añora al Creador.

Cuando aprendas a comunicarte con esta fuente de infinita sabiduría, poder y conocimiento, cambiará tu vida y encontrarás armonía con el universo.

Mi Travesía

Mi nombre es H. Castillero y ésta es mi historia. Aunque todos somos diferentes y tenemos nuestras propias experiencias y desafíos, nuestra evolución en el ciclo de la vida es bastante parecida. Me gustaría compartir mi transformación personal en búsqueda de mi auto-realización y significado espiritual. Cada bendición y cada fracaso que he experimentado en mi travesía me han formado y preparado para este momento en el que reclamo mi derecho divino y cumplo con mi destino.

Con la práctica del yoga pude recuperar mi vida. Salí del vacío, de la depresión y de los pensamientos suicidas. Encontré la auto-realización y una conexión espiritual con mi Creador. Leyendo este libro encontrarás aplicaciones prácticas para desarrollar patrones de pensamiento nuevos mientras fortaleces tu autoconfianza y aceptación. Aprenderás a amar tu singularidad y belleza, a aumentar tu bienestar general, y a entender la magnificencia de tu alma mientras llevas a cabo el propósito que Dios tiene para tu vida.

Practicando la meditación, nos volvemos conscientes de nuestros pensamientos y emociones. También aprendemos a diferenciar la realidad de la ficción. Con la mente clara, podemos diferenciar lo positivo de lo negativo, lo correcto de lo incorrecto, lo verdadero de lo falso, lo eterno de lo transitorio. Esto es decisivo para desarrollar la conciencia y la aceptación. Vivimos en el presente – no en el pasado ni en el futuro. En el momento presente, tenemos el control sobre nuestras vidas, y podemos poner en marcha nuestras aspiraciones, sueños y esperanzas de una vida mejor.

Al practicar las posturas de yoga, podemos sentir una conexión especial con la Madre Naturaleza. Refinamos nuestra conciencia y sensación física utilizando nuestros cuerpos como instrumentos para procesar el mundo que nos rodea a través de la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto. Cuando nuestro cuerpo está sano, podemos establecer un ritmo natural y una sincronización con el entorno mientras disfrutamos de la tranquilidad de espíritu y de la buena salud.

Practicando las leyes espirituales, podemos definir el propósito y la razón de nuestra existencia. Mi experiencia con el yoga va más allá de practicar determinada religión o serie de creencias con una lista de cosas que se deben y no se deben hacer. Se trata de establecer una relación personal con el Creador. Nuestras almas se conectan con la energía universal que sostiene a todos los seres vivientes. Cuando somos guiados por las verdades espirituales, nos deshacemos del miedo, de las dudas y de los remordimientos. Cuando nos motiva el amor, la felicidad, la esperanza y la fe, nos convertimos en la máxima expresión de nosotros mismos. Nos arraigamos en nuestra relación con la Divinidad.

Independientemente de lo difíciles que sean tus circunstancias hoy, tú naciste con un propósito y un destino que solo tú puedes cumplir. Tu vida es única y especial. Solo tú puedes completar la creación de Dios al decidir expresar su gloria con tu vida. A lo largo de nuestro camino tomamos conciencia del plan definitivo para nuestras vidas. Todas nuestras experiencias presentes y pasadas nos traen a este momento especial para cumplir con nuestros destinos.

Me gustaría compartir mi historia y los eventos que me doblegaron. Con lágrimas y humildad, clamé por la misericordia de Dios. No obtuve respuesta inmediata. Toda mi educación, logros profesionales, relaciones familiares y mi voluntad de ser exitoso no pudieron ayudarme durante la tragedia de mi divorcio. Ese fue el punto de inflexión. Yo me entregué completamente a mi Creador y dediqué mi existencia a su gloria.

Mi Nacimiento

Nací en México. Mis padres se conocieron mientras asistían a la escuela de medicina en Ciudad de México. Se enamoraron locamente y se casaron muy jóvenes. Mi papá tenía 21 años y mi mamá tenía 20. Ya que ellos habían sido criados bajo la fe católica, el control de natalidad no era una opción. Yo fui concebido en su luna de miel.

Desde el instante en que nací, tuve que luchar por mi vida. El embarazo de mi madre tuvo complicaciones en el séptimo mes, y tuvo que dar a luz lo más pronto posible. Se le realizó una cesárea de emergencia porque yo venía de nalgas, lo cual añadió mayor dificultad al parto.

Pesé escasamente un poco más de dos kilogramos. Mi salud era muy frágil, y me parecía más a una ciruela pasa que a un bebé. Nací arrugado y desnutrido. Los doctores estaban muy preocupados por mi salud y sabían que existía la posibilidad de que no sobreviviera. Sin embargo, mi mamá me vio con otros ojos. Ella dijo que yo era el bebé más hermoso que había visto en su vida.

Creo que su amor me inspiró para aferrarme a la vida y reunir el deseo de sobrevivir. Tenía que tomar una decisión: renunciar a mi existencia y dejarme ir o luchar con todas mis fuerzas y voluntad. Escogí la segunda opción, reclamé mi lugar en esta tierra, y cumplí con mi destino.

Es asombroso observar a los recién nacidos mientras empiezan a respirar, a comer, a llorar, a sonreír y a eliminar toxinas. Ellos realizan estas funciones humanas instintiva y perfectamente sin haber leído un manual. Nuestra conexión con la inteligencia universal nos orienta para que desarrollemos ese instinto de supervivencia desde el primer día.

Independientemente del entorno, de la estructura familiar, de la situación financiera o circunstancias sociales, las interacciones humanas con el mundo son las mismas. Evaluamos el entorno con nuestras mentes, experimentamos el mundo con nuestros cinco sentidos, y evolucionamos espiritualmente a través de nuestras almas. La decisión de cómo vivir es solo nuestra.

Yo soy el dueño de mi mente, el creador de mi vida, y el conductor de mi alma. Mi conexión con la Divinidad me ha proporcionado todo lo que necesito para vivir una vida próspera y exitosa – sin importar las circunstancias de mi mundo exterior.

Cuando venimos a este mundo, lo hacemos de forma ruidosa y contundente. Nuestro primer llanto les dice a todos que estamos aquí para quedarnos. El mundo cambió para siempre. Tan pronto como salí del vientre, los doctores me colocaron en una incubadora. Fui alimentado por vía intravenosa hasta que gané el suficiente peso para que mi madre se pudiera encargar de mí. Comí mucho y en un par de meses ya estaba completamente recuperado. Nadie podía haber sospechado que tuve complicaciones al nacer.

Mis Años de Infancia

Durante los primeros años de mi vida sufrí de asma. Esta condición limitó mis actividades físicas fuera de la casa. Mi padre hizo su residencia médica en uno de los hospitales de Ciudad de México, y la contaminación por el humo de los vehículos era fuerte. Me quedé adentro de mi casa tanto como pude para poder controlar mi entorno.

Yo salía al aire libre en días con niebla ligera, vistiendo una camisa blanca, y pronto quedaba cubierto con partículas contaminantes negras. Con el menor esfuerzo, me quedaba sin aire. Solía sentarme al lado de mi ventana y desear que las cosas fueran diferentes. Yo quería jugar con la pelota, montar bicicleta, correr en los campos de juego, o nadar en la piscina. Me preguntaba por qué no era normal como el resto de los chicos del vecindario.

Debido a que tenía que quedarme en casa la mayor parte del tiempo, desarrollé una imaginación muy vívida. Mi juguete favorito – un muñeco de G.I. Joe – tenía un cordón en la mitad de su pecho. Cuando yo lo halaba, él decía, Estoy listo para la misión de liberar a nuestros soldados.

Yo entendía instintivamente que mi mente tenía la capacidad de reconfortarme a pesar de los límites de mi condición física. Mi vívida imaginación y las visualizaciones cambiaron la manera como me sentía conmigo mismo. Mi alma estaba llena de valentía. Yo sabía que mis circunstancias cambiarían algún día para mejor.

Yo me transportaba mentalmente a una tierra de ensueño, y en ella era invencible. No tenía limitaciones físicas. Estaba lleno de fuerza y vigor, y siempre tenía éxito en todas mis aventuras. Vivía indirectamente a través de mis juguetes, y esos fueron los momentos más felices de mi infancia. Sentía que el mundo completo me pertenecía – y que yo era parte de él.

Mi salud mejoró con el tiempo, y asistí a la escuela primaria al igual que el resto de los niños de mi vecindario. Me encantaba ir a la escuela porque me daba la oportunidad de salir de la casa y de jugar con mis amigos. Al desarrollarme física, mental y emocionalmente, los ataques de asma se volvieron menos frecuentes. Tomaba una medicina y usaba una máquina de respiración para limpiar mis pulmones de las mucosidades cuando sufría un episodio.

Cuando cumplí ocho años, mi padre terminó su especialización de gineco-obstetra. Él quería regresar a Panamá y establecer su consultorio en el pueblo pequeño donde había crecido. Después de muchas conversaciones con mis abuelos y otros familiares, decidió que nos mudaríamos a Panamá. Mi padre, mi madre, mis dos hermanas y yo nos fuimos a una tierra extranjera para iniciar una nueva vida.

Yo tenía sentimientos encontrados porque me encantaba el lugar en el que vivíamos y quería a los amigos que había hecho en el camino. Sin embargo, mudarme a un lugar diferente también me emocionaba. Conocería a otra parte de mi familia y haría nuevos amigos.

Mi padre compró un Pontiac Firebird nuevo. Nos tomó casi una semana trasladarnos desde Ciudad de México hasta Ciudad de Panamá. Viajamos por casi catorce horas al día y pasamos las noches en hoteles. Solo llevamos nuestras maletas; el resto de nuestras pertenencias fueron enviadas en barco.

En retrospectiva, yo tenía emociones encontradas. No podía decirles a mis padres cómo me sentía con respecto a la mudanza. Sentía que mi vida no volvería a ser la misma. De hecho, esa experiencia tuvo un impacto enorme en mí, al enseñarme que nada es permanente en la vida.

Durante nuestra niñez, nuestros padres toman por nosotros todas las decisiones importantes. Ellos escogen la escuela a la que asistimos, las ropas que vestimos, los alimentos que comemos, los amigos con los que nos relacionamos, y las actividades en las que participamos. Lo único sobre lo que tenemos control es la manera como procesamos y reaccionamos ante las circunstancias.

Nuestras mentes juegan un papel fundamental en cómo interpretamos nuestras circunstancias. Las podemos ver como oportunidades de crecimiento y evolución o maldiciones llenas de fracasos y decepciones. La naturaleza humana quiere estar en control de todas las decisiones y situaciones para poder sentirnos seguros. Nadie puede decir con certeza que el futuro está garantizado.

Todos tenemos nuestros grandes sueños y esperanzas para el mañana, pero no siempre sabemos cómo convertirlos en realidad. Cuando nos damos cuenta de que nuestra vida está guiada por un designio divino, podemos desarrollar una conciencia más profunda y ver más allá de nuestras circunstancias externas. La clave es alinear nuestro libre albedrío con nuestro propósito divino. Si lo hacemos, cada experiencia de nuestra vida será una oportunidad para crecer y desarrollarnos personalmente.

La Pubertad

En Panamá, nuestros parientes nos esperaban con los brazos abiertos. Después de pasar varios días con nuestros primos, mi familia y yo viajamos al pueblo de origen de mi papá. Mi padre fue contratado para trabajar en el hospital público local, el cual llevaba el nombre de mi abuelo por sus servicios a la comunidad. Mi padre también abrió su consultorio privado. Nos iba bien, todo transcurría de acuerdo al plan de mis padres.

El pueblo era bastante pequeño; no tendría más de 25,000 habitantes. Todos nos recibieron cálidamente, lo que hizo que la transición fuera menos traumática. Sin embargo, yo me sentí asustado e impotente por no poder impedir los cambios. Quería regresar al entorno que era familiar para mí, porque era cómodo y seguro. Mi vida había sido puesta de cabeza.

Me inscribí en el segundo grado de la escuela pública. Rápidamente hice nuevas amistades y me familiaricé con mi nuevo ambiente. Mi situación se estaba volviendo más cómoda y agradable. Me adapté rápidamente a la nueva rutina, y todo se normalizó para mí de nuevo.

Me volví más activo y participaba en más actividades al aire libre. Me trasladaba en mi bicicleta a todos lados. Me consideraba a mí mismo como una versión de Cristóbal Colón, explorando la tierra nueva. Estaba listo para superar cualquier desafío. Jugaba fútbol, béisbol y tenis, y nadaba regularmente. Mi nuevo hogar me ofrecía muchas oportunidades y actividades para disfrutar.

La temperatura siempre estaba entre 18 y 35 grados Celsius. No había smog ni contaminación pesada. Además, el océano Pacífico se encontraba a tan solo 20 minutos en carro de nuestra casa. Vivíamos en el campo, pero disfrutábamos de todos los servicios urbanos, incluyendo restaurantes, tiendas, cines, parques y campos deportivos.

En todos lados había paisajes verdes y hermosos. Sentía como si me hubiese mudado a la selva. Vivíamos en un terreno de una hectárea y teníamos un gran patio con todo tipo de árboles tropicales. Me encantaba salir y recoger mangos, naranjas, limones, cerezas, papayas, y cocos frescos. Mi madre cuidaba el jardín y hacía hermosos arreglos florales con rosas, azaleas, gardenias, y muchas otras flores endógenas.

Además de todo el follaje, todo tipo de insectos tropicales, ranas, ardillas, pájaros, mosquitos, cucarachas y serpientes hicieron de nuestro patio su hogar permanente. Mis padres nos compraron un hermoso Pastor Alemán. Él era mi leal compañero y mejor amigo. Independientemente de lo difícil que hubiese sido mi día, él siempre me recibía con una gran sonrisa, moviendo su cola y dando saltos.

Mi perro solía vagar por el patio y jugar afuera todo el tiempo. Un domingo en la mañana me levanté y no pude encontrarlo. Noté que la puerta delantera estaba abierta y me imaginé lo peor. Salí a la calle y lo encontré muerto en el hombrillo. Lo había atropellado un carro.

Mi hermoso perro se había ido, y lo extrañé muchísimo. Fue mi primera experiencia con la muerte de un ser querido, y