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Cómo ayudar a los niños a superar el estrés y la ansiedad
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Cómo ayudar a los niños a superar el estrés y la ansiedad

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About this ebook

Muchos niños y niñas tienen dificultades para enfrentarse a los cambios o a distintas situaciones vitales que a ellos les generan estrés y ansiedad. En muchas ocasiones, necesitan ayuda para entender y manejar de una forma positiva sus emociones y sentimientos.
Este libro, partiendo de unos sencillos conocimientos teóricos básicos, ofrece una gran cantidad de juegos y actividades para que los niños aprendan a reflexionar sobre sus experiencias, para desarrollar en ellos sentimientos de auto-confianza y para facilitarles la adquisición de habilidades personales y competencias sociales básicas para la vida.
LanguageEspañol
Release dateMar 16, 2021
ISBN9788427728172
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    didactico y practico con estrategias faciles de llevar a cabo,
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    La información es clara y de mucha ayuda para padres y educadores que tratan con niños con ansiedad, da estrategias sencillas de gran utilidad para superar las situaciones que impiden que los niños se sientan tranquilos en su totalidad.

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Cómo ayudar a los niños a superar el estrés y la ansiedad - Deborah M. Plummer

mismo?

1. Apoyar el bienestar emocional de los niños

He trabajado durante casi 30 años como logopeda y conferenciante en estudios de salud y de comunicación humana, he asistido a numerosos cursos y talleres, y he acumulado una gran cantidad de libros de psicología y de desarrollo personal, pero no todos me han sido útiles. Sin duda, lo que más ha influenciado mi terapia y mis enseñanzas no han sido los libros de cómo hacer que se alinean en la pared de mi estudio, sino los escritos y las enseñanzas de las personas que entendieron que era más importante el "cómo ser que el cómo hacer".

Carl Rogers, el creador de la terapia centrada en la persona, creía que cada ser humano tiene una tendencia natural a esforzarse en desarrollar todo su potencial en la vida, y que hay algunas condiciones que podían fomentarlo; son las llamadas condiciones básicas, válidas para toda relación humana. Creía que si mantenía una relación congruente (transparente, en la que se mostraran los verdaderos sentimientos), una estima positiva e incondicional (valoración y aceptación de una persona individualmente considerada) y empatía (habilidad sensitiva para ver el mundo y a uno mismo tal y como él los ve), entonces, en esa relación, la otra persona sería más autónoma, segura y capaz de sobrellevar más fácilmente los problemas en su vida.

Muchos de nosotros reconocemos la importancia de estas condiciones básicas en nuestras propias relaciones, pero a menudo, por el ajetreo de la vida diaria, se nos olvida enseñárselas a nuestros hijos o alumnos.

Hay dos estrategias que les pueden ayudar a que sean más autónomos y reconozcan su propios méritos. La primera supone demostrarles que entendemos, valoramos y respetamos sus sentimientos. La segunda supone proporcionarles alabanzas verdaderas, realistas y específicas, que reflejen nuestro convencimiento de que sus capacidades son únicas.

TENER Y TRANSMITIR SENTIMIENTOS DE VALORACIÓN

Seguro que nos resultan familiares las siguientes preocupaciones que escuchamos frecuentemente entre nuestros amigos o nuestros colegas:

Me tiro de los pelos. Beatriz llora todas las noches diciendo que no quiere ir al colegio, pero sé que los profesores son encantadores y que ella tiene buenos amigos. No alcanzo a entender qué le pasa.

Luis se preocupa siempre por todo! El más pequeño cambio en su rutina le molesta. Con sus preocupaciones incluso consigue ponerse enfermo algunas veces.

Juan tiene un concierto escolar el próximo trimestre y ya empieza a ponerse nervioso. Le dije que no se preocupara -es un gran batería- pero se pone nervioso con cualquier cosa antes de que suceda.

Rafa es muy joven para tener tantos dolores de cabeza. El doctor dice que está relacionado con el estrés. Intentamos todo para relajarle y que piense más positivamente acerca de sí mismo, pero él piensa que no es bueno en nada.

Nos han trasladado a un sitio nuevo. Los niños justo acababan de adaptarse a la escuela y estoy preocupado por si otro traslado afectará a su rendimiento escolar.

Cuando su mejor amigo se mudó, se mostró retraído durante meses, y ahora se está relacionando con chicos que son problemáticos, pero no sé cómo hacerle ver que esas compañías no son buenas para él.

La vida de un niño está inevitablemente llena de cambios y de incertidumbres. Algunos de estos cambios traen excitación o alivio, quizás la oportunidad de dejar atrás situaciones no deseadas y avanzar hacia nuevas decisiones. Otros ocasionan tristeza, enfado o frustración, o incluso una mezcla confusa de estos sentimientos. Y mientras algunos niños sobrellevan estupendamente estos cambios, para otros puede ser una experiencia difícil y muy estresante.

Los niños necesitan sentirse cómodos con una amplia gama de emociones y tienen que ser capaces de recuperarse emocionalmente, y entender qué causa sus diferentes sentimientos. Sin embargo, por muchas razones, ésta es una tarea difícil de desarrollar, e incluso en la edad adulta se continúa batallando con ello. En el siguiente capítulo se explorará la ciencia de las emociones, si bien hay más factores a considerar.

La forma en que los niños experimentan y expresan sus emociones está parcialmente determinada por su nivel de desarrollo y reforzada en parte por las reacciones de quienes les rodean, de la familia, de las influencias culturales y de experiencias pasadas. Por ejemplo, puede ser que los niños no suelan oír hablar a los adultos de cómo se sienten. O puede que los adultos les hayan dado inconscientemente mensajes de que algunos sentimientos no son aceptables (no hay que enfadarse, no hay que molestarse, no hay que llorar). Esto puede causarles confusión:

¿Es correcto sentirse triste cuando alguien muere o se traslada de domicilio, pero no cuando el niño ha roto o perdido algo? ¿Por qué lloro cuando siento enfado o frustración? ¿Quizás es equivocado sentirse así? ¡No sé lo que estoy sintiendo!

Ayudar a los niños a conocer y tratar sus emociones

El libro incluye algunas actividades en la parte II: Habilidades básicas para la vida, que ayudarán a los niños a explorar y entender sus sentimientos. Proponemos también una técnica muy simple de tres pasos que puede usarse como un punto de inicio para ayudar a los niños a reconocer y tratar sus emociones. Una vez que la intensidad inicial de la emoción haya remitido, hay que sentarse tranquilamente con el niño e intentar lo siguiente:

Paso 1: Que diga lo que vio, oyó y sintió. (Cuando gritaste y empujaste a Quique parecías muy enfadado. Quique se cayó al suelo y se molestó).

Paso 2: Hacer una hipótesis acerca de los sentimientos. (Es realmente duro cuando pasas mucho tiempo haciendo algo y alguien te lo estropea. Apuesto a que te sentiste muy frustrado).

Paso 3: Separar el sentimiento de la acción. (Está bien sentirse frustrado. Pero no está bien empujar a tu compañero como lo hiciste).

En este ejemplo, la idea de frustración se ofrece como una alternativa a una explosión de enfado, dando al niño la oportunidad de ampliar su conocimiento de los distintos niveles de emoción. El seguimiento de esto sería ayudarle a averiguar cómo hacer las cosas de forma diferente, alentándolo a encontrar una nueva forma de tratar sus sentimientos, y ayudándole a pensar una solución práctica para la situación que desencadene el sentimiento. Por ejemplo: ¿Dónde podrías dejar esto para que Tom no lo alcance?.

Si valoras continuamente los sentimientos del niño de esta forma, logrará desarrollar sus habilidades para entender y regular sus emociones.

LAS ALABANZAS Y LOS ELOGIOS

Las alabanzas y las demostraciones de entusiasmo por las habilidades de un niño, la perseverancia y el sentido de la diversión pueden ser una excelente motivación para su desarrollo y la superación de los cambios continuos; pero los niños son muy buenos en detectar alabanzas que no son auténticas, y rápidamente las rechazarán si no cuadran con cómo se consideran a ellos mismos.

De la misma forma, una alabanza injustificada puede originar que el niño tenga una baja autoestima si intenta hacer cosas para las que no está aún preparado, o si le conduce a tener unas altas y poco realistas expectativas de lo que puede conseguir. Incluso si se les ofrece unas alabanzas sinceras, los adultos tienen una tendencia desafortunada a añadir matizaciones de cualquier tipo. Por

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