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Multiplícate: Discípulos haciendo discípulos
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Multiplícate: Discípulos haciendo discípulos

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About this ebook

Tú fuiste hecho para hacer discípulos.



Jesús le dio un mandamiento a sus seguidores: "Síganme".  Y una promesa: "Yo los equiparé para que encuentren a otros y me sigan".



Fuimos hechos para hacer discípulos.



Diseñado para ser usado en relaciones de discipulado y otros escenarios enfocados, Multiplícate te equipará para llevar a cabo el ministerio de Jesús.  Cada una del as veinticuatro sesiones en el libro corresponde a un video en línea en www.multiply movement.com, donde el autor de libros más vendidos del New York TImes, Davit Platt se une a Francis Chan para guiarte a través de cada parte de Multiplícate.



Uno más uno más uno.  Cada copia de Multiplícate está diseñada para hacer lo que hizo Jesús: Hacer discípulos que hacen discípulos, que hacen discípulos.  Hasta que el mundo sepa la verdad de Jesucristo.
LanguageEspañol
Release dateJun 3, 2014
ISBN9781621369219
Multiplícate: Discípulos haciendo discípulos
Author

Francis Chan

Francis Chan is the best-selling author of Crazy Love and the host of the BASIC.series. Francis is the founding pastor of Cornerstone Church in Simi Valley, California and the founder of Eternity Bible College. He also sits on the board of directors of Children’s Hunger Fund and World Impact. Francis now lives in Northern California with his wife, Lisa, and their four daughters and one son.

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    In Multiply, Francis Chan does a wonderful job of explaining what Christianity is all about: making disciples. He then gives an overview of the whole Bible illustrating this theme from Genesis to Revelation. This book is very accessible to the new believer and non-Christian and explains Christianity's uniqueness very well.

Book preview

Multiplícate - Francis Chan

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La mayoría de los productos de Casa Creación están disponibles a un precio con descuento en cantidades de mayoreo para promociones de ventas, ofertas especiales, levantar fondos y atender necesidades educativas. Para más información, escriba a Casa Creación, 600 Rinehart Road, Lake Mary, Florida, 32746; o llame al teléfono (407) 333-7117 en Estados Unidos.

Multiplícate por Francis Chan

Publicado por Casa Creación

Una compañía de Charisma Media

600 Rinehart Road

Lake Mary, Florida 32746

www.casacreacion.com

No se autoriza la reproducción de este libro ni de partes del mismo en forma alguna, ni tampoco que sea archivado en un sistema o transmitido de manera alguna ni por ningún medio—electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro—sin permiso previo escrito de la casa editora, con excepción de lo previsto por las leyes de derechos de autor en los Estados Unidos de América.

A menos que se exprese lo contrario, todas las citas de la Escritura están tomadas de la Santa Biblia Reina Valera Revisión 1960 © Sociedades Bíblicas Unidas, 1960. Usada con permiso.

El texto bíblico marcado (NVI) ha sido tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional ® NVI ® copyright © 1999 por Bíblica, Inc.® Usada con permiso. Todos los derechos reservados mundialmente.

Las citas de la Escritura marcadas (LBLA) corresponden a La Biblia de las Américas © Copyright 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usada con permiso.

El autor ha añadido cursivas a las citas bíblicas para dar énfasis.

Traducido por: Elisabeth Larrosa

Revisión y corrección: María Fabbri

Diseño de la portada: Jim Elliston, Nick Lee

Director de diseño: Bill Johnson

Originally published in the U.S.A. under the title: Multiply

Copyright © 2012 by Francis Chan

David C. Cook, 4050 Lee Vance View, Colorado Springs,

Colorado 80918 U.S.A.

Copyright © 2014 Casa Creación

Todos los derechos reservados

Library of Congress Control Number: 2014937085

ISBN: 978-1-62136-915-8

E-book ISBN: 978-1-62136-921-9

Nota de la editorial: Aunque el autor hizo todo lo posible por proveer teléfonos y páginas de internet correctas al momento de la publicación de este libro, ni la editorial ni el autor se responsabilizan por errores o cambios que puedan surgir luego de haberse publicado.

Como este es un libro electrónico le pedimos que conteste en una libreta aparte las preguntas que aquí encontrará.

Contenido

Prólogo

Cómo utilizar este material

Parte I: Vivir como un hacedor de discípulos

1: ¿Qué es un discípulo?

2: El mandato de hacer discípulos

3: El corazón de un hacedor de discípulos

Parte II: Vivir como Iglesia

1: La vida en la Iglesia

2: La iglesia local

3: La Iglesia global

Parte III: Cómo estudiar la Biblia

1: ¿Por qué estudiar la Biblia?

2: Estudiar la Biblia en oración y obediencia

3: Estudiar lógicamente

Parte IV: Comprender el Antiguo Testamento

1: La creación

2: La caída

3: El pacto de Dios con Abraham

4: Éxodo y redención

5: El pacto de Dios con Moisés

6: Sacrificio y expiación

7: La presencia de Dios en la tierra

8: El Reino de Dios

9: Exilio y promesa de restauración

Parte V: Comprender el Nuevo Testamento

1: Jesús el Mesías

2: La Gran Comisión

3: El Espíritu de Dios

4: La Iglesia Primitiva

5: Buenas Nuevas para todas las naciones

6: El fin de la historia

¿A dónde vamos desde aquí?

Prólogo

Desde el principio del cristianismo, el natural rebosamiento de ser un discípulo de Jesús ha sido hacer discípulos de Jesús. Venid en pos de mí, dijo Jesús y os haré pescadores de hombres (Mateo 4:19). Esta fue la promesa: Jesús tomaría a sus discípulos y los haría hacedores de discípulos. Y era un mandato: llamó a cada uno de sus discípulos a ir y hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles a obedecerle a Él (Mateo 28:19–20). Desde el principio, el designio de Dios ha sido que cada discípulo de Jesús haga discípulos que hagan discípulos que hagan discípulos hasta que el evangelio se extienda a todas las gentes.

Sin embargo, hemos tomado liviana y trágicamente este preciado mandamiento de Cristo de ir, bautizar y enseñar a todas las naciones y lo hemos mutado en un cómodo llamado a los cristianos a que vengan, sean bautizados y escuchen en un lugar. Si hoy tú fueras a preguntar a individuos cristianos qué significa hacer discípulos, obtendrías pensamientos embrollados, respuestas ambiguas, y probablemente miradas perdidas. Con todas las actividades que tenemos como cristianos y con todos los recursos que contamos en la iglesia, estamos en peligro de prácticamente ignorar la comisión de Cristo. Vemos el evangelismo como un tema temido, reducimos el discipulado a un programa enlatado y es así como en la iglesia muchos terminan quedándose al margen, con una mentalidad de espectador que delega el discipulado en los pastores y ministros y misioneros profesionales.

Pero esta no es la forma en que debería ser. Jesús nos ha invitado a todos nosotros a ser parte de su plan. Él ha designado a todo su pueblo para que conozca su gozo al compartir su amor, extendiendo su Palabra y multiplicando su vida entre todos los pueblos de la tierra. Este es el gran propósito para el cual fuimos creados: para disfrutar de la gracia de Cristo al extender el evangelio de Él desde donde sea que vivamos hasta los confines de la tierra. Y su propósito merece que entreguemos nuestras vidas para tratar de cumplirlo. Lo merece por los miles de millones de personas que no conocen aún la gracia y majestad de Dios en Cristo. Y además lo merece por ti y por mí, porque fuimos hechos para ser discípulos que hacen discípulos hasta el día en que veamos el rostro de Aquel al que seguimos y junto con todas las naciones experimentemos su satisfacción por toda la eternidad.

Esto es lo más importante del material que sostienes en tus manos. Cuando Francis Chan y yo nos encontramos por primera vez, nuestros corazones resonaron de inmediato en torno a la pasión compartida de hacer discípulos. Nos queda mucho que aprender, pero tenemos en nuestras vidas el deseo de hacer discípulos y anhelamos celosamente ver a cada miembro de la Iglesia movilizado para hacer discípulos a través de su vida. Este material es en parte producto de esa pasión. Francis y Mark han provisto una herramienta simple, práctica, bíblica, útil y personal para hacer discípulos de Jesús que quieran hacer discípulos de Jesús. Oro, pues, que sea utilizada en la gracia de Dios como combustible de multiplicación del amor y la vida de Cristo literalmente por todo el mundo para la suprema gloria del nombre de Dios.

David Platt

Cómo usar el material

Después que se levantó de la tumba, Jesús dejó a sus seguidores un mandamiento simple: Id, y haced discípulos a todas las naciones (lee Mateo 28:19). La Iglesia debería ser conocida por esto. Si vamos a llamarnos seguidores de Jesucristo, deberíamos estar haciendo discípulos.

Pero hoy la mayoría de los cristianos no son conocidos por hacer discípulos. Hemos desarrollado una cultura en donde un ministro ministra y el resto de nosotros se sienta en un banco y disfruta la iglesia desde una confortable distancia. Esto no es lo que Dios pretendía para su Iglesia. Cada cristiano es llamado por Dios a ministrar. Tú estás llamado a hacer discípulos.

Multiplícate está diseñado como un recurso simple que puedes utilizar para comenzar a hacer discípulos. Nuestra oración es que te dé la confianza que necesitas para pararte en fe y discipular a las personas que Dios ha colocado en tu vida.

Cómo utilizar este material

Las metas del material de Multiplícate son ayudarte a entender las Escrituras y darte las herramientas para discipular a otros en ese proceso. Tenemos la responsabilidad de crecer en nuestro amor y servicio a Dios y a otros. Esto es lo que significa ser iglesia. No somos responsables únicamente de nuestro propio bienestar espiritual, sino que estamos llamados a ministrar al pueblo que nos rodea, enseñándole a obedecer todas las cosas que Jesús mandó.

Por esta razón, hay dos instrucciones que te pedimos que sigas cuando utilices este material. Obviamente, no podemos forzarte a utilizar este programa de estudios de un modo específico, pero es bueno que conozcas el sentir que hay detrás de Multiplícate.

1. Enseña lo que aprendes. Este material no está pensado para ser leído, sino para ser enseñado. Hay muchos otros estudios bíblicos que puedes utilizar si deseas absorber más información. El énfasis de Multiplícate es adentrarte en el hábito de hacer circular el conocimiento que obtengas.

2. Comparte vida, no solo información. Lo esperable es que el proceso de Multiplícate sea altamente relacional. El verdadero discipulado comprende relaciones profundas. Jesús no se limitó a leer un estudio bíblico semanal. Vivió con sus discípulos y les enseñó mediante acciones, así como con palabras. Aunque esto requiere un compromiso más profundo, es la única manera de hacer verdaderamente discípulos.

Dios quiere que vivamos, sirvamos y procesemos la verdad en el contexto de una comunidad. En las próximas semanas encontrarás muchas preguntas difíciles y verdades que cambian vidas. Trabajar junto a otras personas será invalorable cuando buscas resolver qué es lo que la Biblia está diciendo y cómo Dios quiere que esa verdad actúe en tu vida.

El discipulado, por definición, requiere un líder y seguidores. Este material está diseñado para que un líder y un discípulo trabajen juntos. Esto no significa que los líderes deban ser ancianos y completamente maduros, o que el discípulo deba ser un completo novato. Todos nos encontramos en diversas etapas de madurez y todos necesitamos tener alrededor de nosotros personas que nos guíen hacia la semejanza de Cristo. Pero idealmente tú, o bien guiarás a otra persona a través de este material, o serás guiado a través de él por algún cristiano maduro. La meta es que una vez que hayas recorrido el material, puedas volverte y guiar a otro a través de él. De hecho, te animamos a guiar a otros mientras tú aprendes. No esperes a haber completado todo antes de enseñar a otros lo que has aprendido.

Dios quiere que hablemos de Él a lo largo de toda la semana. El discipulado consiste en vivir juntos, más que en tener una reunión estructurada una vez por semana. Sin embargo, es impactante cuán rápido se nos va el tiempo, de modo que es bueno establecer una reunión de encuentro semanal. Sin un poco de estructura frecuentemente nuestras buenas intenciones no resultan en acción. En el centro del material de Multiplícate están las sesiones semanales, las cuales incluyen guías de estudio y videos.

Guía de estudio semanal

Cada semana trabajarás una sesión de tu guía de estudio. Esas guías te ayudarán a reflexionar sobre las verdades bíblicas y la manera en que ellas deberían moldear tu vida. Algunas de las sesiones se concentran en conceptos claves relativos al discipulado: qué significa ser un discípulo, cómo se supone que se debe estudiar la Biblia, cómo podemos ayudar a las personas que nos rodean a vivir en obediencia a Jesús, etc. Otras sesiones se enfocan en conceptos bíblicos importantes y en los principales desarrollos de la historia bíblica: la creación, la caída, el pacto de Dios con Abraham, la vida y muerte de Jesucristo, etc. En cada una de esas sesiones leerás secciones de la Escritura y pensarás en las verdades presentadas y sus implicaciones para tu vida y ministerio. La meta es entender lo que la Biblia está diciendo y permitir que la verdad transforme tu proceso de pensamiento y estilo de vida.

Cada sesión de la guía de estudio incluye cierta cantidad de preguntas que te desafiarán a pensar en el material que debes cubrir. Estas preguntas también pueden ser usadas para estructurar el tiempo que pases con tu(s) discípulo(s) o discipulador(es). Cuando trabajes por tu cuenta con la guía de estudio, puedes leer el material y responder las preguntas. En cambio, cuando te reúnas con tu(s) compañero(s), pueden saltar de una pregunta a la siguiente compartiendo las respuestas y abordando cualquier otro pensamiento o pregunta que haya surgido en el estudio. Si le estás hablando a otra persona (o a un grupo pequeño) mediante este material, no te sientas presionado a saber más que los demás. El conocimiento no es lo central. Más bien, inicia una discusión sobre el material de la guía de estudio (ahí es donde las preguntas resultan útiles). Todos sabemos cosas que no tienen relación práctica con nuestras vidas, de modo que cuanto más puedan enfocarse en la práctica y la aplicación, mejor será.

Cada una de estas sesiones semanales está disponible para ser descargada gratuitamente en el sitio web multiplymovement.com de modo que puedas incluir cuantas personas te sea posible sin que resulte una carga financiera para ninguna.

Video semanal

Cada sesión incluye además un video (de aproximadamente unos 5 minutos). Puedes encontrarlos en multiplymovement.com. Los videos están diseñados para los líderes. Si estás guiando a otra persona a través del material, los videos te adiestrarán en cómo discipular verdaderamente a otros mediante estas verdades. Lo ideal es que primero tú desarrolles paso a paso la sesión de la guía de estudio y respondas todas las preguntas. Puedes escribirlas en tu libro o usar un cuaderno separado. Luego mira el video y toma notas de cómo quieres guiar a tu(s) discípulo(s) durante la sesión. (No hay problema si tu discípulo también quiere mirar los videos, pero estos están dirigidos a los líderes)

Cómo estructurar tu reunión semanal

Cada persona se estará acercando a este material desde una posición propia y en un entorno propio. Así que estructura tus reuniones semanales de acuerdo a tus necesidades y limitaciones específicas. Si estás conduciendo tus reuniones, asegúrate de dedicar tiempo a hablar del material que has cubierto esa semana. Las preguntas de las sesiones de estudio están diseñadas para guiar la discusión, pero tú puedes proponer algunos otros temas importantes para tratar.

Tan importante como cubrir el material es asegurarse de que no te detengas allí. La Palabra de Dios tiene el propósito de cambiar nuestras vidas. Santiago dice que si todo lo que hacemos es escuchar la Palabra pero nunca la ponemos en práctica, nos engañamos a nosotros mismos (Santiago 1:22). En muchas maneras, es mejor no conocer sus mandamientos que conocerlos e ignorarlos. No caigas en la trampa de estudiar la Biblia sin hacer lo que dice. Dedica tiempo a compartir pedidos de oración, tratar pecados y luchas personales y mantenerse responsables unos ante otros de vivir la verdad de la Palabra de Dios.

Hacia dónde te diriges

Ser discípulo de Jesucristo significa que aprendemos de Él, tenemos comunión con Él, y obedecemos todo lo que Él nos manda. Estudiamos la Biblia para aprender quién es Dios, quiénes somos nosotros, y qué está haciendo Dios en nuestro mundo. La Biblia nos compele a unirnos a Dios en lo que Él está haciendo a nuestro alrrededor. Estudiar la Biblia es importante, pero la meta no es el conocimiento por el conocimiento mismo.

A medida que trabajes este material, deberías buscar cambiar. Ser un discípulo de Jesús significa que estamos siendo transformados a su imagen. Dios quiere que cambiemos tanto que eso intrigue a otros. Ello nos da la oportunidad de hablarles del Dios que nos está transformando. Enseñarles a otros acerca de Cristo es esencial para ser uno de los discípulos de Jesús. Al enseñar a otros a amar y obedecer a Jesús, estamos cumpliendo su mandamiento de hacer discípulos. Tu meta debería ser entrenar a otros seguidores de Jesús quienes incluso estén más comprometidos, sean más talentosos y estén mejor equipados que tú. Sea que guíes a otros mediante este material o utilices otros medios para enseñarles a ser seguidores de Jesús, ponte como meta pasar tu vida levantando seguidores que lo darán todo para la gloria de Dios.

Parte I: Vivir como un hacedor de discípulos

1: ¿Qué es un discípulo?

Dos mil años atrás, Jesús se acercó a un puñado de hombres y les dijo: Síganme.

Imagina ser uno de esos discípulos originales. Eran personas comunes como somos tú o yo. Tenían trabajos, familias, aficiones y vida social. Y estaban ocupados en sus negocios el día que Jesús les llamó, ninguno de ellos hubiese esperado que su vida cambiara tan rápida y completamente.

Es posible que los discípulos no entendieran plenamente en qué se estaban metiendo cuando respondieron al llamado de Jesús. Cualesquiera que fueran sus expectativas o dudas, la curiosidad, emoción o incertidumbre que sintieran, nada podría haberlos preparado para lo que les esperaba. Todo lo relativo a Jesús—su enseñanza, compasión y sabiduría; su vida, muerte y resurrección; su poder, autoridad, y llamado—moldearía cada aspecto del resto de sus vidas.

Tan solo unos pocos años después, estos hombres simples estarían parados delante de algunos de los más poderosos gobernantes de la tierra y serían acusados de trastornar el mundo (Hechos 17:6). Lo que comenzó como simple obediencia al llamado de Jesús terminó por cambiar sus vidas, y en última instancia, al mundo.

¿Qué es un discípulo?

¿Qué significa ser un discípulo de Jesucristo? Como descubrirás, la respuesta es bastante simple, pero cambia tu vida por completo.

La palabra discípulo se refiere a un estudiante o aprendiz. Los discípulos, en los días de Jesús, seguían a su rabí (que significa maestro) adondequiera que éste fuera, aprendiendo de las enseñanzas del rabí y siendo entrenados para hacer lo que el rabí hacía. Básicamente, un discípulo es un seguidor, pero solo si tomamos el término seguidor literalmente. Llegar a ser un discípulo de Jesús es tan simple como obedecer su llamado a seguirlo.

Cuando Jesús llamó a sus primeros discípulos, ellos posiblemente no entendieron adónde los llevaría Jesús o el impacto que eso tendría sobre sus vidas, pero sabían que esto implicaba seguirle. Tomaron el llamado de Jesús de modo literal y comenzaron a ir dondequiera que Él fuera y a hacer todo lo que Él hacía.

Es imposible ser un discípulo o un seguidor de alguien y no terminar como esa persona. Jesús dijo El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro (Lucas 6:40). Esta es la razón de ser de un discípulo de Jesús: lo imitamos a Él, continuamos su ministerio, y en el proceso nos volvemos como Él.

Con todo, muchos han llegado a creer que una persona puede ser un cristiano sin ser como Cristo. Un seguidor que no sigue.

¿Cómo puede eso tener sentido? Muchas personas en las iglesias han decidido tomar el nombre de Cristo y nada más. Esto sería como si Jesús se acercara a sus primeros discípulos y les dijera: Oigan, ¿les importaría identificarse conmigo de alguna manera? No se preocupen, no me interesa en absoluto si ustedes pueden hacer lo que yo hago o cambiar su estilo de vida. Simplemente estoy buscando personas que estén anhelando decir que creen en mí y llamarse cristianos. ¿De veras?

Nadie puede creer verdaderamente que esto sea todo lo que significa ser un cristiano. Pero entonces, ¿por qué tantas personas viven de esta forma? Parece que hemos perdido de vista lo que significa ser un seguidor de Jesús. El concepto de ser un discípulo no es difícil de entender, pero afecta todo.

1. En este punto de tu vida, ¿te llamarías a ti mismo un seguidor de Jesucristo? ¿Por qué lo dirías? ¿Ves evidencia de tu fe como se describe en Lucas 6:40?

¿Cómo llego a ser un discípulo?

Para entender como llegar a ser un discípulo de Jesucristo, tiene mayor sentido comenzar en donde Jesús lo hizo. Aunque es verdad lo que les dijo a sus discípulos: Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres (Mateo 4:19), la Biblia registra un mensaje que Él proclamó antes de eso. En Mateo 4:17, Jesús dijo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Trata de tomar literalmente esta frase. Si alguien te advirtiese que te preparases porque un rey y su ejército están viniendo, ¿qué es lo que harías? Te asegurarías de estar preparado para enfrentarlo. Si no estuvieses preparado para batallar con este rey, tú harías lo que fuera necesario para hacer las paces con él.

La palabra arrepentimiento significa volverse. Esto contiene la idea de cambiar de dirección y encaminarse hacia el lado opuesto. Implica acción. En este contexto, Jesús estaba llamando a las personas a que se prepararan ellas mismas— para cambiar lo que necesitara ser cambiado—porque el reino de Dios (el reino de los cielos) se estaba acercando.

Así es que ¿cómo te preparas para enfrentar el reino celestial? ¿Cómo nos aseguramos de que estamos en paz con el Rey que viene?

Jesús dijo que debemos arrepentirnos. Esto implica que todos necesitamos volvernos de la manera en que estamos pensando y viviendo. Romanos 3:23 explica que todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. Cada persona que lee esta oración ha hecho cosas que son malas y ofensivas para este Rey. Romanos explica que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). Por causa de nuestro pecado, que es una ofensa a Dios, deberíamos esperar la muerte. Pero entonces viene una verdad asombrosa.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8). La pena de muerte que deberíamos haber enfrentado de parte del Rey, fue pagada por otro. ¡El Hijo del Rey, Jesucristo!¹

Las Escrituras dicen luego que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo (Romanos 10:9). Somos salvos por la gracia de Dios mediante la fe en Jesucristo. Todo es cuestión de

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