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Pinceladas del amor divino
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Libro electrónico756 páginas8 horas

Pinceladas del amor divino

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Información de este libro electrónico

La mujer contemporánea vive agobiada con cientos de actividades, por lo que muchas veces se le dificulta prestar atención a la voz de Dios. De ahí que muchas damas crean que están solas ante los desafíos que la vida les depara. Pero es ahí donde hay que darse un tiempo para contemplar cada mañana las expresiones del afecto celestial. A lo largo de este año, vamos a contemplar cada mañana diversas pinceladas del amor divino a través de estas maravillosas lecturas devocionales.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 oct 2020
ISBN9789877982817
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    Pinceladas del amor divino - Erna Alvarado Poblete

    editor.

    Dedicatoria

    Con mi más profundo aprecio a todas las mujeres que buscan encontrar en el día a día inspiración y dirección divina para cumplir la misión encomendada por el Señor.

    1° de enero

    Estrenando tiempo

    El Señor mismo irá delante de ti, y estará contigo; no te abandonará ni te desamparará; por lo tanto, no tengas miedo ni te acobardes (Deut. 31:8).

    A la mayoría de las mujeres nos gusta estrenar. Nos encanta, por ejemplo, ponernos un vestido recién comprado; gozamos al usar por primera vez ese artículo novedoso para el hogar que vimos en la tienda y no pudimos resistir la tentación de adquirir; somos felices adornan­do la casa con nuevos objetos que realzan la belleza de nuestro espacio vital. En resumen: nos gusta lo nuevo.

    Pues bien, hoy precisamente, estamos estrenando algo: tiempo. Estamos iniciando un nuevo año, que llega envuelto en el hermoso papel de la vida; ¿aca­so no se ve precioso, así, envuelto en minutos, horas y días? Y viene con una tarjetita que dice: Disfrútalo sin prisa. Vívelo en el aquí y en el ahora. Míralo, tócalo, saboréalo, escúchalo. No lo desperdicies. Mañana quizá no haya más tiempo que estrenar.

    Dios, el dueño del tiempo y de la vida, es quien nos lo envía. Este tiempo nuevo es para ti, está hecho a tu medida; es exactamente lo que necesitas, ni más ni menos.

    No es mucho ni es poco; es suficiente.

    ¿Apresurarlo? Imposible.

    ¿Retrasarlo? Tampoco se puede.

    ¿Disfrutarlo? Sí, eso sí. Ese es un privilegio que nadie ni nada te puede quitar. Este año nuevo no lo medirá solo el reloj, ni el calendario que tienes colgado en la pared. Lo medirá la intensidad con la que descubras cada instante. Tú eres quien pone encanto a los días de la semana, pintándolos de colores a tu antojo. Podrás desechar lo negro de la amargura, pero quizá aceptarás el gris de la melancolía; brochazos de verde esperanza y pequeños puntos rojos de optimismo irán dando a tu existencia el placer de vivir cada momento; el mo­rado lo reservarás para las horas tristes y el rosa lucirá cuando recibas el abrazo de una amiga.

    El olor a pan recién horneado será un deleite a los sentidos; y la taza hu­meante que beberás junto a tus seres amados será el epílogo perfecto para una existencia enriquecida. ¿Qué te parece si le damos gracias a Dios?

    Propongámonos vivir este tiempo nuevo conscientes de su brevedad y sin perder la misión que a través de él hemos de cumplir. Feliz año; que lo estrenes con bien, siempre de la mano del Señor.

    2 de enero

    El tiempo es la materia de la que está hecha la vida

    Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso; puso además en la mente humana la idea de lo infinito, aun cuando el hombre no alcanza a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y lo que hará (Ecl. 3:11).

    Una de las frases más célebres de Shakespeare dice: Tan a tiempo llega el que va demasiado deprisa como el que se retrasa de­masiado. Esta referencia me lleva a pensar en la declaración del sa­bio Salomón