LA RECONQUISTA DE JERUSALÉN
En la península ibérica, tras varios siglos recluidos en las montañas del norte, los –en principio no muy numerosos– resistentes cristianos se lanzaron en el siglo XI a la reconquista de lo conquistado por los musulmanes. La idea de recuperar los territorios en manos del islam iba a convertirse pronto en una obsesión para la cristiandad latina. En 1064, la ciudad de Barbastro, en el reino musulmán de Zaragoza, fue ocupada durante unos meses por una coalición de caballeros católicos. Era la primera vez que se predicaba la ocupación de territorio del islam con espíritu de Cruzada. La idea cuajó y unos años más tarde, en 1095 y en la ciudad francesa de Clermont-Ferrand, el papa Urbano II, en presencia de nobles, caballeros y alto clero reunidos en un concilio, pronunció un encendido discurso en el que llamó a los cristianos a recuperar los Santos Lugares, asentando así el concepto de Cruzada.
LA PROCLAMA DE URBANO II
El papa habló de la obligación de todo buen cristiano de participar en una guerra contra el islam que consideraba “santa y justa”. Entre otras cosas, dijo: “Guerreros cristianos, que en vano buscáis una y otra
You’re reading a preview, subscribe to read more.
Start your free 30 days