Exámenes médicos son la táctica más reciente de EU para desalentar a los solicitantes de asilo, afirman activistas
MATAMOROS, México — Durante tres meses, Claudia Quesada Rodríguez y su hija de 12 años, María José, vivieron en un campamento de migrantes en esta ciudad fronteriza mexicana, esperando el día de su cita en la corte de inmigración de Estados Unidos.
Ahora por fin había llegado.
La madre y la hija se levantaron temprano el 4 de diciembre y se dirigieron al puente fronterizo, donde esperaron con docenas de otros solicitantes de asilo que también tenían audiencias programadas en una carpa en el otro lado.
Pero poco después de que las dos entraron al país, el personal del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos notó que la niña parecía enferma y le tomaron la
