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Chin Chin el teporocho
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Chin Chin el teporocho

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About this ebook

En la banqueta, entre burlas y medias sonrisas, con su inseparable teporocha en la mano, Chin Chin cuenta su historia: de cuando aún se llamaba Rogelio, de cuando todavía contaba con amigos… de cuando hacía una vida con Michele. Al pasar las páginas, sus palabras no sólo urden un relato familiar, sino un complejo y delirante retrato del acontecer diario en el barrio de Tepito, entre alcohólicos, prostitutas, policías, vendedores de droga y gente de clase trabajadora que se gana el pan durante el día y busca el placer en los resquicios de la noche.
Narración escrita con el desparpajo del habla popular que tiene detrás suyo una notable ambición literaria; desfile carnavalesco que alberga sin embargo personajes redondos y profundos; crónica descarnada de la vida de barrio que trafica de contrabando una conmovedora historia de amor, Chin Chin el teporocho escandalizó a los círculos culturales con su publicación inicial y es hoy un referente ineludible en la historia de la novela mexicana.
En Ramírez, como en los románticos del siglo XIX, la crónica se envuelve en la historia de amor, la historia de amor es el pretexto para desarrollar la crónica y para, a su cobijo, podernos decir todos los horrores de este país. SARA SEFCHOVICH
LanguageEspañol
PublisherOcéano
Release dateMar 22, 2013
ISBN9786074004878
Chin Chin el teporocho

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    Chin Chin el teporocho - Armando Ramírez

    primera parte

    CHIN CHIN EL TEPOROCHO

    Esa noche, eran como las ocho, en la casa hacia mucho calor, era el mes de abril, salí a la calle ahí estaban mis amigos recargados contra la pared: Eucario, Tatay, El Calzón, mi hermano Carlos y otros más, tenían un tocadiscos de baterias y oian a Juan Manuel Serrat cantar: Caminante no hay camino/se hace camino al andar/Al andar se hace camino/y al volver la vista atras/se ve la senda que nunca mas/se ha de volver a pisar. Le pido un cigarro a Tatay, me ofrece el fuego, aspiro con fuerza, luego expulso suavemente por la boca y la nariz el humo volupto que melancólico asciende en espiral hasta la atmósfera de esta mi ciudad de los palacios, en donde se confundirá con los gases de la refineria de Atzcapozalco, de las calderas de los baños públicos de mi barrio, de los escapes de los automóviles que con el motor hirviendo por culpa del intenso tráfico que a esta hora ahoga al centro de la ciudad y la flacidez de la bateria que se ha estado desgañitando a bocinazos en un intento desesperado por abrirse paso por entre mis calles grises que se cubren coquetamente con un sombrero de smog. Por mis adentros me digo —ese Serrat trai buena onda— luego mi pensamiento vuela silencioso y se posa con delicadeza en Laura —hoy no iré a verla, hoy no caldearé, ni modo—. Como estaba en la luna pensando en Laura —mi noviecita del alma— no me di cuenta cuando El Tatay se me.. acercó y me dijo —vas maestro chupa limon— muy a lo lejos. Oi su voz pero logre captar la onda y rapidamente le conteste —pasajeros al trenecito de Chapultepec— y asi no la fuimos pasando hasta que se nos acerco un Teporocho: de barba rala, de frente brillosa de mugre, de manos hinchadas y uñas crecidas con mugre en las comisuras, al caminar rengeaba de la pierna derecha, su ropa raida y pesada por la mugre que se ha.. ido acumulando atraves de los meses de intensas borracheras.. diarias y noches de vigilia producto de esa sed espantosa, .. que en la madrugada al despuntar los primeros rayos de sol.. por entre los gigantes de acero, concreto y vidrio lo hacian levantarse del frio suelo de la banqueta del callejon, en donde se acostaba a la intemperie para ir en busca de la señora enrebosada que expendia en su vivienda cafe negro y hojas de naranjo con su chorrito de alcohol de noventa y seis grados. Se me quedo viendo el Teporocho y luego muy decidido me pide —pasa un tren— se lo doy y comienza ha aspirar macizo aguanta la respiracion y que comienza el cotorreo, ahi todos agarramos la onda y de repente que nos vamos de viaje a visitar a todas las galaxias habidas y por haber, pero, como siempre, regresamos. El Teporocho danzaba que daba gusto, le ejecutaba chiro a la danza, al compas de The Rolling Stones estuvo danzando hasta que se canso, rapido, tendra como unos veinte años o treinta o cuarenta o cincuenta o mil años o quien sabe con eso de que se dan mala vida el cotorreo era efectivo por eso nadie vio cuando el Teporocho se piro, solo yo lo vi, solo yo lo segui, solo yo lo alcance y como que le influi confianza porque luego luego agarramos platica:

    – sabes que ñero, te voy a contar mi vida ¿te pasa?

    – va jugando, acepte.

    – pero a ver si te la alcanzo a contar —me advierte— de aqui hasta donde le voy a caer a dormir.

    – si, nomas le cortas los pedazos aburridos y sin interes para ti —sugeri.

    – okey maguey, asi si nos alcanza, al fin que ni esta lejos, ni esta cerquita, es una cosa media, en donde me acuesto.

    – ¿pues en donde duermes?

    – en el callejon de salsipuedes.

    – ¡ah!

    ¡ATENCION TERCERA LLAMADA,

    TERCERA LLAMADA COMENZAMOS!

    ¡ACCION CAMARA CORRE PEL…perdon, CORRE NOVELA!

    Y comenzo a contar con voz vaciada a veces, otras con voz cansada, siempre con voz quedita y casi nunca con ira. muy buenas noches muy buenos dias muy buenas tardes querido lector (a) (bueno eso no importa, mira dejemonos de convencionalismos y demas sandeces que aquejan a esta mi sociedad.)

    NOTA. para el poco respeto que se le tiene al lector, (a): las omisiones, errores y demas defectos que le encuentren a esta mi obsesion" echelen la culpa al AUTOR.

    Es que saben, estaba borracho de realidad, creo que hasta le queria dar una congestion realista, pero pierdan cuidado ya se esta restableciendo de esta dolorosa, gacha y a la vez penosa enfermedad, que por mal nombre se le conoce como ¡VIDA!

    ¡QUIUUUBOLE LECTOR (A)!

    image 2

    Mira cuate, amigo, mano, ñero, maestro o como te digan, yo te voy a contar mi vida, pero para que puedas captar mi existencia necesitas antes de leerme, hacer cualquier cosa, lo que sea, para que te des cuenta cabal de lo que ha sido mi vida, puedes fumarte un efectivo cigarro o tomarte un buen trago de Teporocha o has el amor, mi hermano hombre, mi hermana mujer.

    Borracho yo he nacido

    borracho yo he crecido

    y se sinceramente que

    borracho he de morir

    (canción popular mexicana de Felipe Valdez L.; canta: Javier Solis)

    Al llegar a la fiesta me recibe Ruben, me invita a tomar una cuba, mientras vá por ella, echo una mirada a mi alrededor, todos bailan, parejas de jovenes de mi edad dieciocho o veinte años en medio de un gran ambiente de musica afro-cubana,. mis ojos tropiezan con una linda figurita le miro las piernas son largas y bien torneadas, llevaba pantimedias de color opalo, fui subiendo lentamente la vista y vi una minifalda con ancho cinturon que cae sobre las amplias caderas, luego un.. busto elegante que se remarca atraves de la blusa transparente y paso a el cuello delicado erguido de gran tersura y cuando hube llegado a los ojos, siento una descarga electrica, me estan viendo los ojos mas hermosos que he visto en mi vida, bajo la cabeza, siento enrojecer, no puedo resistir y de nuevo vuelvo a mirarla, me sonrie, siento un gran alivio, es en ese momento en que llega Ruben.

    – ten tu me dices si esta fuerte.

    – mmm, no esta bien asi.

    Oigo las notas musicales de la siguiente pieza que salen de una consola punto azul estereofonica, alta fidelidad, frecuencia modulada con tocadiscos garrad y auja de diamante, me dirigo hacia donde esta la muchacha de la linda figurita para sacarla a bailar. Al llegar junto a ella al sentirla muy cercas de mi siento como el corazon se me comienza a desbocar, ya frente a ella le extiendo la mano, invitandola a bailar, me sonrie…pero ¡oh! que desgracia otra mano mas veloz me gano, la veo pasar junto a mi, aspiro el suave perfume tan agradable y enbriagador como ella.

    – ven mira ya llegaron Gilberto y Victor —me dice Ruben al tiempo que me jala del brazo, nos dirigimos a la cantina improvisada, que esta instalada al fondo del departamento, .. donde ya se encuentran Gilberto y victor observo como tienen una buena dotacion de cubas y cervezas.

    – ven Rogelio ¿que hacias alla solo? —me interroga Victor.

    – es que iba a sacar a bailar una muchacha.

    – deja a las muchachas, y vente a libar, que mujeres van y vienen no asi el vino —replica Gilberto.

    Me dan una cuba, una cerveza, otra cuba, otra cerveza……ya llevo cuatro cubas y cuatro cervezas………ya llevo pues ya no no sé ya perdi la cuenta ahora sacan una botella de tequila que ni me raspa, miro alrededor me dirigo hacia .. hacia donde estaba la linda figurita, mientras camino siento siento que las personas se me cruzan y las cosas se me cambian de lugar y que el piso se mueve, siento por momentos que pierdo el equilibrio, por fin llego hasta donde estaba ella pero ya no esta se ha ido, doy la vuelta veo un sillon en el cual me dejo caer pesadamente.

    A la mañana siguiente siento un dolor de cabeza y un malestar en el estomago, me acuerdo de la linda figurita…pienso que fue un sueño.

    Ese mismo dia en la tarde nos volvimos a reunir en la torteria Victor y yo fuimos a nuestra casa a decirles porque no llegamos anoche, segun nosotros porque trabajamos horas extras en la noche ¡ah! me olvidaba presentarles a Victor es mi primo carnal y vivo en su casa con sus padres, mi tio hermano de mi papa me recogio cuando quede huerfano a la edad de ocho años, bueno eso me dijeron mis tios, los dos trabajamos en una compañía de supermercados de accionistas gringos judios yo estoy empleado en una unidad del norte de la ciudad por la colonia Lindavista alla por el cerro de la villa donde se encuentra la basilica de la virgen de Guadalupe ese mounstroso monumento que se ladea poco a poquito, dia a dia, segundo a segundo en un hundimiento paulatino al estilo de la torre de Pisa, sentado junto con nosotros comiendo una torta de jamon y un vaso de tepache estaba tambien Gilberto nuestro amigo, el trabaja en una fabrica de articulos electricos, ahi donde el trabaja hay muchas cosas raras que no logro explicarme por ejemplo: como si el salario minimo es de veintiocho pesos con cincuenta centavos diarios porque le pagan veinte pesos diarios y peor todavia es que esta sindicalizado y es el mismo sindicato, afiliado a la Central de trabajadores Mexicanos, los contrata por un sueldo por debajo del minimo y los manda a una de las fabricas afiliadas a ellos, despues de cobrarles su cuota, dizque para gastos de papeles siendo esta mucho mas alta de la que puedan tener de ese tipo de gastos en el sindicato, este Gilberto vive con su mama tiene cuatro hermanos mas una niña y tres niños, el es el mas grande y el que ayuda al sostenimiento de la casa, no tienen papa, se fue con otra mujer hara como tres años, tambien esta sentado con nosotros Ruben el ultimo de los mosqueteros, El vive solo tiene un buen empleo dentro del gobierno y ustedes saben eso que dice mas o menos asi: yo entro a trabajar en el gobierno hasta de barrendero ahi estan los pesos, despues de curarnosla con vasos de tepache y tortas con harto chile chipotle, los cuatro mosqueteros quedamos de vernos hoy en la tarde para ir a una tardeada.

    – ya estas listo primo.

    – si, primo

    – pues vamonos

    – ya les dijiste a mi tio que vamos a llegar un poco tarde.

    – si hombre vamonos.

    image 2

    Al llegar al lugar donde se efectua la tardeada, Victor se acerca al muchacho que vende los boletos.

    – oyes mano cuanto cuesta la entrada.

    – cinco pesos los hombres y tres pesos las mujeres.

    – y que no hay modo de una rebajita.

    – no se puede sino si.

    – dos por ocho pesos —insiste Victor.

    – no, es que no se puede es que a mi nomas me los dieron a vender

    – bueno dame dos.

    Ya adentro adentro encontramos a Gilberto y a Ruben.

    – que tal esta el ambiente Ruben? —le pregunto.

    – regular amigo.

    Buscamos un sitio donde haya chicas, para poderlas sacar a bailar, Gilberto a cada rato se queja de los estragos que le esta causando el haber tomado demasiado alcohol, me desaparto un poco de mis amigos para sacar a una chava a bailar, le extiendo la mano invitandola a bailar, es morenita de grandes ojos verdes:

    – ¿bailas?

    – no, gracias a la otra.

    – gracias —le digo un tanto enojado, volviendo hacia mis amigos, estos dandose cuenta del desprecio que me hizo la chava, me interrogan:

    – ¿que no quiso bailar?

    – si, no quiso me dijo que a la otra.

    – asi siempre dicen esas viejas apretadas, las ‘bieras mandado al convento a que le dieran tantito tenme aqui

    – no quieren un quequis? —nos invita Ruben a la vez que señala el puesto de antojitos, Ruben comienza a gastar bromas a la joven que nos atiende.

    – no nos empacharemos señorita.

    – no a menos que tengan estomago de gringo.

    – ¿como de gringo? —interroga Ruben.

    – si, mira viene un gringo a Mexico y ya le hicieron mala digestion los alimentos o el agua, dizque le cayo la maldicion de Moctezuma.

    – ¿oyes y no es eso?

    – no lo que pasa es que son puros cursientos.

    Ruben le paga y nos alejamos entre risitas, despues de acabarnos de comer nuestros quequis vamos al baño a lavarnos las manos que las traemos pegosteosas, al salir mis ojos se llenan de alegría, ahi esta la linda figurita con varias chicas riendose de no se que cosa, para mi fortuna el conjunto de musica tropical acaba de terminar la pieza, los muchachos, me dicen que nos vayamos a otro sitio, por el lado contrario de donde esta la linda figurita, yo me opongo tenazmente y les digo que por este lado hay mejores chavas pero ellos insisten en su absurdo alegando que por alla hay mejores chavas, ¡idiotas! los ofendo con el pensamiento, enojado con desesperación casi les grito que ¡por alla estan mas chiras las viejas majes!…..¡ah! por fin aceptan, mas rapido que si fuera a cobrar mi raya me dirigo a sacar a bailar a la linda figurita cuando ya casi salen las primeras notas musicales, ella acepta, siento alegria con mi brazo derecho rodeo su cadenciosa cintura, de repente quiero que la tierra me trague, equivoque el paso en mi afan por impresionar, presumiendo de buen bailarin, le veo y le murmuro —perdon— ella me sonrie.

    – oyes yo te he visto en otra parte ¿no? —me interroga

    – si.

    – ¿en donde?

    – ayer sabado en la noche, en la casa de Ruben.

    – ¡ah! si ya me acorde tu estabas tomando con Ruben y otros muchachos.

    – ¿tu conoces a Ruben?

    – si, es el novio de mi hermana.

    – es tu cuñado.

    – si.. me contesta y se aleja de mi sonriendo pues la pieza a terminado, pero voy tras ella pues los muchachos ya estan conversando con sus amigas, Ruben nos presenta a su novia y a su cuñada y a las otras chavas les invitamos a comer posole y sopes.

    Hemos seguido bailando, parece que Gilberto y Victor ya ligaron chava, este Ruben no a soltado a su novia un solo momento y yo nada todavia no me le declaro, me tiene embobado, es sencillamente fabulosa, parece magica, ya algunas de sus amigas

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