LOS OVNIS DEL APÓSTOL
egún la tradición, una vez trasladado a Galicia y enterrado el cuerpo martirizado de Santiago por parte de sus discípulos Teodoro y Atanasio, con el paso, cuando un eremita de nombre Pelayo y que habitaba en el Pico Sacro, vio una noche unas misteriosas luminarias de gran intensidad que flotaban estáticas en el aire sobre una zona boscosa cercana a esa montaña. Estas luces y resplandores celestes se repitieron durante días hasta que el anacoreta se acercó al sitio marcado por la luz y escuchó unos enigmáticos cánticos. Inmediatamente avisó al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, quien se desplazo con su séquito al sitio, donde descubrieron, en medio del bosque, las ruinas de un templo que guardaba un arca de mármol, el Arca Marmórica. Dentro estaban, según dictaminó el obispo, los restos del apóstol Santiago El Mayor y de sus discípulos. El fabuloso descubrimiento fue notificada en el año 813 a Alfonso II El Casto, rey de Gallaecia, según la habitual denominación histórica medieval para referirse al noroeste hispano o a los territorios cristianos peninsulares. Este hecho, del que existen diversas versiones, pero siempre protagonizadas por una misteriosa luz, daría lugar a la construcción de una catedral, al nacimiento de la ciudad santa de Santiago de Compostela y a la institucionalización del camino jacobeo.
You’re reading a preview, subscribe to read more.
Start your free 30 days