“UNA PANDEMIA QUE QUITÓ DE GOLPE LA RELEVANCIA A LO QUE NO MERECE PARA DARLE SU LUGAR A LAS VERDADERAS INFLUENCERS”
He estado aquí antes. El aislamiento, la fatiga, el , el miedo a lo desconocido, la lucha por mantenerse sana (incluso mentalmente), saltarse las comidas y las duchas, las lágrimas por la falta de. No hay maratones de Netflix, libros a medio leer, cursos tampoco retos para marcar los ; ese tiempo del que postean no existe para mí. Y tras las quejas, me avergüenza hablar desde mi privilegio sobre una crisis que no castiga del mismo modo, aunque sea un virus que contagia por igual. Una pandemia que quitó de golpe la relevancia a lo que no merece, para darle su lugar a las verdaderas quienes transmiten esperanza tras unos , las que trapean lágrimas en los pisos de un hospital, las que sin quebrarse permanecen estoicas ante la adversidad, las que consuelan sin poder abrazar, las que valientes denuncian al abusador, las que deciden no compartir noticias de alarmante falsedad, las que tachan todos los pendientes aunque ellas queden al final, las que dieron a luz en medio de la oscura realidad, las que no entienden a dónde se les fue el día, las que se encierran en el baño a llorar, las que camino al trabajo van rezando por sanas regresar, las que aun enfermas piensan primero en alguien más. Ellas son nuestras influenciadoras, las mujeres que proveen, que cuidan, que se arremangan las penas, que se chingan y no se achican... Por ellas, por ti, nuestra edición. Hoy más que nunca creemos que la resiliencia tiene cara de mujer.
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