Los secretos de Daintree
DURANTE LA MAÑANA estuvo lloviendo intensamente en el norte de Australia. Me encuentro internada en medio del bosque tropical más antiguo del planeta, incluso más que el propio Amazonas. Estoy en medio de unas colinas empastadas de verde. Cada variante de la paleta de colores — en este tono— está aquí, donde llueve dos mil milímetros en un año, precipitaciones que caen en su mayoría desde diciembre hasta abril, siendo ahora, la mejor temporada para visitar el lugar y serpentear por el rocoso, caudaloso y cristalino río Daintree.
Hoy es un día normal, con la típica temperatura que bordea los 30 grados y sobre el 80 por ciento de humedad. Es fácil acostumbrarse a sentir la ropa pegada al cuerpo y a transpirar en exceso, pero seguro nunca sentirás tanto olor a tierra mojada y nunca verás un lugar tan verde e imponente como Daintree.
Hoy es y el tour lo realizará uno de sus fundadores, Roy Gibson, un miembro de la comunidad aborigen que habita la zona: los Kuku Yalanji. Como la mayoría de los miembros de esta tribu, Gibson trabajó gran parte de su vida en los campos de caña de azúcar, pero siempre soñó con educar a su gente y con crear empleos que permitieran conservar la cultura. Los dueños de esas tierras accedieron a vender el terreno si ellos lograban conseguir el dinero para adquirir el área. Con el tiempo, no solo la venta se concretó, sino algo mayor.
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