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Madre soltera y otros poemas
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Madre soltera y otros poemas
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Madre soltera y otros poemas

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"Madre soltera y otros poemas" reúne los tres libros de poesía de Marina Yuszczuk: "Madre soltera", "La ola de frío polar" y "Lo que la gente hace". El libro funciona como registro y viaje al origen de la obra de Yuszczuk: ahí encontraremos las preocupaciones que rigen sus obras narrativas. Dicho de otro modo, Yuszczuk es la narradora que es porque antes y ahora es la poeta que es.
El pasaje del verso a la prosa es una consecuencia de la necesidades del ritmo, que siempre seduce y nos inunda. Las imágenes son preciosas, cotidianas, mágicas. A veces lírico, a veces prosaico, siempre fiel a su propia voz, "Madre soltera y otros poemas" es un libro fundamental para completar un panorama de la literatura que se hace hoy en la Argentina.
LanguageEspañol
PublisherBlatt & Ríos
Release dateFeb 18, 2020
ISBN9789874941640
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    Madre soltera y otros poemas - Marina Yuszczuk

    MADRE SOLTERA

    y otros poemas

    MARIANA YUSZCZUK

    Índice

    Cubierta

    Portada

    Madre soltera (2013)

    Quedar embarazada por error ...

    El enterito sin mangas que tenía en la panza un pescadito ...

    Sí, el exceso de diminutivos es real ...

    Quiero decir las cosas de este año de la forma más delicada posible ...

    Soy esa clase de monstruo ...

    Soñé que a mi bebé le salían un montón de dientes ...

    A los bebés se les dice, como a los amantes ...

    Corré corré corré ...

    Me siento bien y mal

    Nuestra ropa duerme sola y afuera

    ¿Por qué las chicas nos separamos de nuestras amigas?

    El papel de regalo ...

    Este tiene que ser ...

    Si me animo a decir ...

    No le des tanta teta ...

    Nos acabamos de pelear una vez más...

    La marea de separación ...

    Mmm, no. La verdad…

    Este año mi vida sexual es estar en la cama con mi bebé ...

    En una película que me gustó ...

    La desnudez de los bebés ...

    Cuando era chica mi mamá hacía una torta de calabaza que me encantaba ...

    Hubo una vez una mujer a la que le tocó amamantar al cachorro de un lobo ...

    Es difícil cuidar a un bebé ...

    Te compré zapatillas porque sé que te encantan ...

    Uno se esfuerza por decir su verdad ...

    Porque de última, ¿adónde empieza un cuerpo, y adónde termina? ...

    Ahora, estamos saliendo de la cueva ...

    Soy una mona que hace monerías

    El bien y el mal existen ...

    Una lámpara roja y azul ...

    Las ganas de morder

    La compasión es el sentimiento de las madres ...

    Un año de trabajar en los bares ...

    Pero, pero, pero…

    Ahora presten atención ...

    El parto no se puede contar ...

    Ahora pienso en el parto ...

    Los días que siguieron me miraba al espejo ...

    Este es un poema falso sobre esos días

    Una mujer debe ser un soldado

    A veces en la cama ...

    Este es el libro del perrito y el hueso ...

    Esa es la luna, ¿te gusta?

    Las emociones de los bebés ...

    Todo lo que nos pasa es sagrado ...

    A veces siento que la maternidad me destruyó ...

    A veces tengo miedo de decir la verdad ...

    No tenés hora, ¿no? ...

    Pero ...

    No sé cómo empezó ...

    Una noche en que nos peleamos ...

    A veces el encanto ...

    Estoy cansada ...

    Todo es muy serio ...

    La noche es el infierno

    Este día es celeste ...

    Quiero poemas nuevos ...

    Vuelve el calor ...

    La ropa que yo necesito no existe ...

    La plaza que nos queda más cerca ...

    Estoy un poco deprimida ...

    Los sueños de pureza ...

    Este es un poema para todas las madres que están cansadas ...

    ¿La casa está milagrosamente ordenada? ...

    ¡Ah, bueno! ...

    ¿Por qué salí del agua? ...

    Como loca

    En mi mente, ayer, me separé ...

    ¿Será que se murió Buenos Aires para mí? ...

    ¡Menos control y más locura, mami! ...

    Una idea florece en el corazón ...

    ¿En algún lado será primavera? ...

    Después, el paisaje se congeló ...

    Este año mi bebé aprendió ...

    Tap, tap ...

    Hoy vi una foto del vestido que necesito ...

    Esto nunca pasó, yo me lo imaginé ...

    La ola de frío polar (2012)

    Primera parte. Fuego mínimo

    De seis a ocho

    ¿En qué estás pensando?

    Mil años antes de la filosofía

    Punk

    Vulcano

    El cuidado de las manos

    La desnudez de la mente es una cosa encantadora

    Estamos en peligro

    Esto que vi por la ventana, un descubrimiento

    El libro de los trenes

    Lo nuestro

    Los trabajos

    Fuego mínimo

    No nos casemos

    Segunda parte. Laboratorio

    Impresión y expresión emocional

    Béisbol de fantasía

    Blanca y radiante

    El show

    Lo nuevo

    Soñé que era una bailarina y no sabía los pasos

    Soñé que estaba despierta y en piyama

    Laboratorio

    Almejas en un frasco

    Oda a San Francisco

    El vuelco

    Soñé que rompíamos todo

    No habrá nada que lamentar, sino al contrario

    Tercera parte. Temporada de petardos

    Personas que conquistaron el cielo

    Me gustaría ser un cocodrilo

    Todo esto es suficiente

    Una estrella fugaz en la terraza

    Poema para dormir

    Temporada de petardos

    Como si hubiera sido todo un sueño

    Canción

    Ojalá que esta tarde tan linda durara mucho tiempo

    Cuando nos hicimos padres

    Cómo se apaga, si se apaga, tanto fuego

    Esta extrañeza no deja de arrasar como un tornado

    Lo que la gente hace (2010-2011)

    En el agua

    Es un lugar fantasma ...

    A veces pasa

    Me encantan las horas

    Astronauta

    El día más largo del mundo

    Ring ring

    Ni lo menciones

    Mermelada

    Una de zombies

    Por las dudas

    Mousse

    Un té

    En el patio de atrás

    Tobogán

    Siesta en la máquina del tiempo

    Afuera, casi adentro

    Crac, crac, cascar

    No hay una pastilla para esto

    La religión más pequeña del mundo

    Entregada

    Tormenta de Santa Rosa

    Viene del sur

    Me duele todo

    Solamente me gusta

    Sana sana

    Me estoy haciendo amiga

    Una mano

    Qué terrible

    Si estos muros hablaran, qué dirían

    Los días frágiles

    Trabajar cansa

    Años luz

    Fin

    Abajo de los sauces

    Gelatina

    Reina de corazones

    El corazón se asusta fácilmente

    Se busca el llanto

    Zambita de las penas

    Todo lo demás es feo

    Necesito drogas más fuertes…

    Yo debería tener un perrito que se llame Toto

    Una familia

    Adentro del agua

    Un ninja

    Cuando nos hicimos grandes

    Nublado

    El corazón, una piedra

    Gatita

    Afuera de este mundo

    ¿Estás sola esta noche?

    Cara de nena

    Libro de quejas

    Mirame

    Vos tampoco sos ninguna joyita

    Algo brilla

    Hasta mañana

    Cuentos de los días frágiles

    Una hortensia

    Un día especial

    El crack

    De banquito

    Sobre la autora

    Créditos

    MADRE SOLTERA

    (2013)

    Quedar embarazada por error es una forma de quedar embarazada. ¿Y qué es un error? Una cosa que no estaba en los planes, quiere decir que nadie se la había imaginado. Algo que se lamenta después de que sucede, o un deseo tan profundo que no se sabía, y el cuerpo se adelanta y lo realiza.

    El enterito sin mangas que tenía en la panza un pescadito

    sobre un fondo de estrellas celestes, pequeñísimas

    los dos que trajo Ana, a rayas, que quedaron tan bien

    uno azul con rayas rojas, el otro blanco y negro

    la batita y pantalón de morley que venían en un sobre de tela con un sombrerito

    los cuatro o cinco gorritos de algodón que nunca se dejó poner

    el de toalla gris, que no parecía gran cosa y resultó que le quedaba hermoso

    el gris que tenía estampado un robotito

    el blanco con una familia de conejos dibujados en el pecho

    tan estrecho que una vez, en la desesperación de no poder sacárselo

    quise cortarle con una tijera

    el blanco liso, y los pantaloncitos con estampados de animales y con pies

    el saquito celeste con botones que tejió Graciela

    la mantita de lana que le regaló la vecina y que fue de su hijo

    los piyamitas con botones adelante, uno blanco con caballitos verdes

    otro celeste con un animalito bordado adelante y otro a rayas celeste, blanco y gris

    y otro, y otro más, muchos piyamas, para lavar y cambiar muy seguido,

    la mantita al crochet en turquesa y azul que tejieron Ana y Eva

    cuadrado por cuadrado, y después los cosieron todos juntos y le hicieron

    con esa misma lana un sonajero, mis amigas poetas.

    Sí, el exceso de diminutivos es real, pero debe pensarse que estamos hablando de bebés. Lo pequeño de lo pequeño, los bebés. Inicialmente, lo liviano. No se les habla de la misma manera. Se improvisa un lenguaje que los roce lo menos posible, un equivalente de las palmas que los tocan sin pesar, incluso cuando se violentan. Por eso, primero, la palabra bebé.

    Quiero decir las cosas de este año de la forma más delicada posible,

    ¿delicada por qué?

    Porque no tengo que quedarme atrapada en la banalidad del lenguaje de la queja,

    en el estoy cansada,

    en hace meses que no duermo dos horas seguidas,

    eso que no expresa nada

    o en todo caso recubre de un pelaje, duro y espeso

    el corazón del problema

    por llamarlo de algún modo y darle un corazón:

    el cuerpo tan sensible como si la piel

    estuviera ampollada por el sol

    la mente, aturdida

    la arena del desierto al mediodía

    y el alma, si es que se pueden abrir estas partes como en un abanico para decir

    esto es así, esto es así,

    el alma fina, crujiente, quebradiza

    en su momento de aparente fortaleza máxima.

    Soy esa clase de monstruo,

    una mezcla de furia con ternura

    de susurros con ganas de gritar,

    ¿y qué más?

    de confusión y claridad

    de confusión completamente blanca.

    Soñé que a mi bebé le salían un montón de dientes pero en mi boca, una boca muy grande que yo veía desde afuera como si fuera de alguien más, con tres filas de encías como tienen algunos animales y muelitas chicas y medio flojas por acá y allá. Para mostrarle a la gente cuántas muelas le habían salido a Junio yo abría la boca, después para cerrarla tenía que empujar las encías para los costados con la lengua, podía sentir con los costados de la lengua las muelitas flojas que se acomodaban en su lugar.

    A los bebés se les dice, como a los amantes

    quiero acordarme para siempre de este día

    y sabés que no vas a acordarte, el amor

    contiene un pozo negro

    como los fuegos

    que a fin de año miramos juntos con la cara levantada al cielo y nos llenaba

    una desesperación

    secreta

    además, fue el fin de año más frío de nuestras vidas

    unos pocos minutos aguantamos en la calle con camperas prestadas

    las copas en la mano

    pero no solamente mirábamos la luz

    sino su desaparición

    la luz es gritos

    adentro Junio

    dormía en su cuerpo de un mes

    y a diferencia del cielo no gritaba

    y nada parecía tocarlo

    aunque los bebés lloran y es normal

    ahora por ejemplo

    llega el atardecer y grita

    no se sabe por qué

    ¿o se sabe?

    a mí, igual, no me gustan los gritos

    me parece que tengo el ideal

    de vivir una vida donde nadie tenga ganas de gritar

    un grito significa que todo está roto

    y es verdad.

    Mi bebé grita y me da un poco de impaciencia

    no es que me enojo

    quizás es un poco de envidia.

    Corré corré corré

    hijo mío

    con la velocidad del viento

    y me dejás atrás

    y me dejás atrás.

    Me siento bien y mal

    Estoy leyendo un libro de poemas que es impresionante y tengo muchas ganas de escribir y los poemas vienen a borbotones aunque no tengo mucho tiempo para estar en la computadora,

    me siento bien y mal.

    Nuestra ropa duerme sola y afuera

    La ropa es algo distinto de una cosa

    alguien que vivió antes en mi casa puso afuera de la ventana

    una pequeña soga

    para colgar sin subir a la terraza

    esa persona era práctica o sentía como yo

    que a veces a la noche me voy a dormir

    y pienso en esa ropa que quedó afuera

    me la dejé olvidada y ahora está en peligro

    si estaba seca va a volver a mojarse con esa humedad

    misteriosa de la madrugada

    algo que nadie ve

    y está mal, a la noche

    lo que es nuestro tiene que estar adentro, más acá

    y no más allá de la ventana.

    Además a veces, si hace frío, por la mañana

    la ropa parece mojada cuando uno la toca,

    si se apoyan los labios

    se puede distinguir la verdad

    es igual que besarla, pero no

    no tengo tanto amor por la ropa como para besarla

    sólo que no me gusta

    que una cosa que es nuestra quede afuera

    colgada de pequeños broches.

    ¿Por qué las chicas nos separamos de nuestras amigas?

    Nos

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