Amor Seguro: Húmedo y Salvaje, #3

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Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares, marcas, medios e incidentes son producto de la imaginación del autor o se utilizan de manera ficticia. Cualquier parecido con una persona real, viva o muerta, eventos o lugares es mera coincidencia. El autor reconoce el estado de marca registrada y los propietarios de marca de varios productos mencionados en esta obra de ficción, que han sido utilizados sin permiso. La publicación/uso de estas marcas comerciales no está autorizada, asociada ni patrocinada por los propietarios de la marca comercial.

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Todos los Derechos Reservados.

Amor Seguro

Serie Húmedo y Salvaje. Libro #3

Copyright 2018 por Lexy Timms

Diseño de portada: Book Cover by Design

Serie: Húmedo y Salvaje

Amor Tempestuoso

Amor Salvaje

Amor Seguro

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Secure Love Blurb

La autora de best sellers en la lista del USA Today, Lexy Timms, teje una historia de traición, engaño y una mujer que lo arriesga todo por amor. ¡El libro perfecto para leer este Verano en la playa!

Al final, solo lamentamos las oportunidades que no tomamos.

Humillación. Degradación. Y un fin de semana lejos en Los Hamptons.

Es lo que necesito para sacudirme el dolor.

Mi mundo se está derrumbando a mi alrededor, pero no puedo dejar de pensar en ella.

Su cuerpo. Su voz. La forma en que me miraba antes de esa entrevista. Mi mente sabe que necesito mantenerme alejado, pero mi corazón todavía se encarga de tomar las decisiones.

¿Es posible que todo fuera una mentira? El fondo de mi botella parece más atractivo que la vida. Pero cuando cierro los ojos, puedo verla. Mi linda Kallie. Estoy siendo arrastrado entre mi realidad y la de ella. Atrapado entre la vida que quiero llevar, y la vida que la gente espera que yo lleve.

¿Fue aquella entrevista una mentira? ¿Estaba Kallie diciendo la verdad? ¿Estaría dispuesta a regresar conmigo? ¿Alguna vez volveré a sentir su piel bajo mis dedos? ¿Alguna vez tendré la oportunidad de decirle cómo me siento?

Sólo una cosa es cierta. Alguien está mintiendo.

.

Contenido

Serie: Húmedo y Salvaje

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Amor Seguro. Sinopsis

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

Capítulo 28

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Capítulo 1

Kallie

Su contacto visual fue como una patada en el pecho de Kallie. ¿Qué diablos estaba haciendo él ahí? Kallie deseaba tomarse un fin de semana para salir de la ciudad, y lo último que deseaba era que él la siguiera y se apareciese repentinamente en aquel supermercado. Cuanto él más sonreía, más temblaba ella. Se agachó detrás de una estantería y esperó que solo fuera una alucinación. Cerró los ojos y estabilizó su respiración, tratando de controlar su mente acelerada.

Incluso iracundo, se veía hermoso.

Kallie escuchó pasos detrás de ella y rápidamente tomó la revista más cercana. Bodas de Perros. Maravilloso. Un tema realmente apasionante. Abrió la revista y empezó a mirar las páginas, Esperando que los pasos que se escuchaban pasaran a su lado y siguieran caminando por el pasillo para que ella pudiese escapar. Ella reconoció aquellos pasos. Uno pesado seguido de otro ligero. Ash caminó por el pasillo, en dirección a Kallie, mientras ella trataba de esconderse.

Kallie sintió su sombra sobre ella, pero mantuvo sus ojos pegados a la revista.

¿Que estás haciendo aquí? preguntó Ash.

El tono de desdén en su voz lastimó a Kallie.

Leyendo acerca de las nuevas tendencias en atuendos de novia para perros. Escuché que es lo último, dijo ella.

¿Así que no eres una cazafortunas, huh? preguntó él.

No lo sé. Hay algunos diseños bastante asequibles en esta revista.

Deja de hablar mierda, Kallie. ¿Qué diablos estás haciendo aquí en Los Hamptons? ¿No tuviste suficiente conmigo y con James? ¿Estás aquí para hundir tus garras en algún otro millonario desprevenido?

Estoy bastante segura de que nadie piensa lo contrario, gracias a la entrevista de James.

No eres bienvenida aquí, dijo él.

No sabía que eras el alcalde del lugar.

¿Realmente esperas que crea que no eres una cazafortunas cuando estás aquí después de lo que pasó? ¿En el patio de recreo de los ricos y famosos, después de que tus tretas hubiesen dado expuestas?

Cada palabra que salía de sus labios dolía como un relámpago cayendo directamente sobre su corazón. Pero ella ya no le daría el beneficio de la duda. Si él no le creía, entonces nunca lo convencería. Y por mucho que le doliera a Kallie admitirlo, tal vez así era mejor. Si Ash tenía un defecto en su personalidad, ese era su ira. Su incapacidad para controlar sus emociones. El hecho de haberse mantenido al margen de las relaciones lo había hecho incapaz de controlar las cosas del mundo real, y Kallie no estaba en el negocio de la enseñanza.

No cuando se trataba de emociones.

Soy la invitada de un amigo de Eris, Jeremy, dijo Kallie mientras ponía los ojos en blanco.

Ella finalmente miró a Ash y lo vio levantar una ceja.

Un amigo de Eris.

Mm-hmm, dijo ella.

No me sorprende, ya que ella es tu cómplice en esto de la cacería de fortunas. Hablando de Jeremy, creo que debo llamarle por teléfono. Él no mira mucho la TV.

Kallie debatió sobre abofetearlo en el medio del pasillo. Pero se contuvo. Lo último que necesitaba era que, además de ser considerada una cazafortunas, fuera demandada por asalto.

Él ya lo sabe.

¿Qué? preguntó Ash.

Eris ya le ha informado acerca de mi persona. Y él todavía se la está follando. Y me invita a salir. Whoops.

Kallie se encogió de hombros mientras levantaba la revista para perros y tomaba su libro. Se apartó de la estantería y observó que los ojos de Ash se iluminaban con fuego. No iba a inmovilizarla en medio de un maldito supermercado. Eso era seguro.

De hecho, si quieres hablar con él, anda por ahí. Fue por unos rollos de papel higiénico, creo, dijo Kallie.

Ustedes dos son execrables. Una vez que Jeremy recupere el sentido común, se deshará de Eris. Conozco a Jeremy.

Estoy segura de ello, dijo Kallie.

Ella se alejó sin decir nada más. Sus manos temblaban, pero ella no le permitiría ver eso. Ella no le permitiría ver ninguna de las cosas que él le provocaba. Ya no valía la pena. Ash pensaría lo que él quisiera pensar, sin importar lo que ella dijera. Así que ella supuso que era mejor dedicar su tiempo a informar a Ash sobre lo que ocurría a su alrededor en un intento por demostrarle que la entrevista no le molestaba. Que no la había disuadido. Aquello no arruinaría su vida ni dejaría ruinas ardiendo a su alrededor.

Pero era difícil.

Porque Kallie quería cambiar la percepción que él tenía de ella.

Llegó al final del pasillo y miró por encima del hombro. Vio a Ash dirigirse a la puerta, con las manos vacías. Dejó escapar el aliento que no sabía que estaba conteniendo y eso hizo que su corazón se acelerara a mil latidos por segundo. La parte más pequeña de ella pensó que ver a Ash de nuevo después de todo esto de alguna manera la haría sentir mejor. Que un intercambio de miradas entre ellos haría que él cambiase su percepción. Eso, en todo caso, podría aplacar su ira y le permitiría escuchar su explicación.

Pero el verlo solo provocó que se le revolviera el estómago.

La herida estaba bastante fresca, y Ash la había pinchado con una picana al rojo vivo. Le quedó claro que él no le iba a creer en el corto plazo, y eso pulverizó un poco más sus sueños. Sus sueños le daban esperanza. El imaginar una vida con Ash le hacía despertar esperanzas de que tal vez podrían superar esto. Tal vez podrían capear esta tormenta, como lo hicieron con aquella que enfrentaron en la isla y hacer que su relación fuese más fuerte que nunca.

Se suponía que él solo sería algo temporal.

¿Kallie?

Kallie sacudió la cabeza y miró por el pasillo trasero mientras Eris corría hacia ella.

Kallie, ¿te encuentras bien? Te ves como si hubieses visto un fantasma.

No era un fantasma. Era Ash, dijo Kallie.

¿Qué? preguntó Eris.

Ash está pasando aquí el fin de semana. Él solo ... entró a la tienda y—

¿Qué es lo que hizo?

"Me dijo que yo no era bienvenida aquí. Que era bastante descarado de mi parte mostrar mi rostro después de haberle dicho que no era una cazafortunas. Él cree que estoy aquí para encontrar a alguien en quien clavar mis garras".

¡Jeremy! exclamó Eris.

¿Qué?

¡Ven acá!

¿Dónde estás?

¡En la sección de carnes!

Kallie suspiró mientras se aferraba al libro que tenía en la mano. Pero ella honestamente no lo quería más. Eris la abrazó mientras Jeremy se acercaba, y Kallie sintió ganas de llorar. Desatando más emociones reprimidas en el hombro de su mejor amiga. Pero ella no le daría esa satisfacción a Ash. Ella no dejaría que él la controlara más. No importaba cuánto quisiera entregarse a él y no importaba lo que él significara para ella, tenía que encontrar una manera de seguir adelante.

Ella tenía que encontrar una manera de olvidarlo.

¿Qué pasa? preguntó Jeremy.

He terminado con las compras. ¿Puedes pasar por las cajas toda esta mierda? Voy a llevar a Kallie de vuelta al coche, dijo Eris.

¿Ocurrió algo? preguntó.

Ash.

¿Qué?

Ash está pasando aquí el fin de semana. La llevaré de vuelta al auto antes de que ocurra otra escena.

Espera ¿él entró a la tienda? preguntó.

Sólo lleva a las cajas las malditas mercancías, ¿de acuerdo? Te haré un cheque por la mitad de todo.

Sabes que este fin de semana va por mi cuenta, dijo él. Llévala al coche. Saldré en un momento.

Eris abrazó a Kallie y la acompañó de regreso al vehículo de Jeremy. Kallie se acomodó en el asiento trasero y apoyó la frente contra la ventanilla del coche. Se sentía cansada. Vacía. Lista para su primera siesta del fin de semana. Cerró los ojos mientras Jeremy llenaba el maletero de su auto con todas las cosas que habían comprado, y pronto estaban sobre la carretera que conducía a su casa.

¿Kallie? preguntó Eris.

¿Sí?

Sabes que no puedes dejar que él te maneje de esa manera para siempre, dijo ella.

Entiendo, dijo Kallie.

En algún momento, hay que reconocer el hecho de que él va a pensar lo que quiere. Pero eso no le da derecho a agredirte verbalmente en un puto supermercado.

Sí, dijo Kallie.

Él es un imbécil, y tú necesitas—

Diablos, Eris. Te escucho.

¿Puedo hacerla de abogado del diablo por un segundo? dijo Jeremy.

No, no puedes, dijo Eris.

Bueno, lo haré. ¿Ese tipo James? Él hizo un infierno de una discusión.

Eso que dijo es falso, dijo Eris.

No estoy diciendo que no sea así. Te creo. Le creo a Kallie. James Rathbone tiene una reputación entre la comunidad de ser una serpiente viscosa cuando quiere serlo. Pero Ash no está muy relacionado con esta comunidad, por lo que no está al tanto de la reputación de James. ¿Y si tomas en serio toda esa mierda de la entrevista? Entonces tenemos—

¿Puedes callarte ahora? dijo Eris. Eso sería realmente útil.

Kallie permaneció en silencio en el asiento trasero del auto. Todo aquello hacía que se le revolviera el estómago. Las peleas que ella estaba provocando entre Eris y Jeremy. El hecho de que Ash estaría en Los Hamptons el fin de semana. Su ira. Aquella asquerosa entrevista de James. Todo se arremolinaba y se enredaba dentro de los confines de su cuerpo. Kallie observó por la ventana cómo pasaban las lujosas casas mientras se abrían camino a través de la pequeña ciudad en la que aparentemente no era bienvenida. La playa estaba más cerca y podía oler el aire salado que se filtraba en el aire acondicionado del automóvil de Jeremy. Y en cuanto llegaron a su casa en la playa, ella salió apresuradamente del auto.

Corrió hacia la puerta frontal.

Agitó la puerta cerrada hasta que alguien se le acercó por detrás.

Aquí, dijo Jeremy. Sube las escaleras, al final del pasillo frente a ti, la puerta hasta el final.

Luego abrió la puerta y Kallie salió corriendo.

Subió las escaleras de dos en dos hasta que puso un pie en el lujoso piso alfombrado. Corrió por el pasillo y extendió la mano hacia el picaporte. Entró en la habitación que contaba con una cama tamaño king, sábanas de satén, puertas francesas que se abrían a un balcón privado con vista al océano y un baño privado. Kallie abrió las puertas francesas y contempló el choque de las olas. El aire salado la relajó un poco. La brisa fresca llenaba la que sería su habitación durante el fin de semana. Se quitó las chanclas y cerró la puerta de su habitación, sucumbiendo a lo único que deseaba para aquel fin de semana.

Luego Kallie cayó sobre la cama, se metió debajo de las sábanas y suspiró.

La cama sostuvo su cuerpo cansado. La ondulación rítmica de las olas la hizo bajar de su precipicio de ansiedad. El encuentro con Ash ya estaba siendo empujado hacia el fondo de su mente. Sintió que un sueño pesado se apoderaba de su cuerpo. Se quitó el vestido y lo colocó en el borde de la cama, sentía como las sábanas de satén acariciaban su piel. Era la cosa más cómoda contra la que había estado nunca.

Bueno, la segunda cosa más cómoda.

Kallie acercó el edredón a la barbilla y cerró los ojos. Su cuerpo se sentía agotado, pero su mente daba vueltas. Imágenes de su boda revoloteaban en su mente. Su vestido. El anillo. La capilla. Sus padres. Lo hermosa que se veía Eris en su vestido de dama de honor. Lo hermosa que ella se sentía en su vestido de novia.

La cara de Eris cuando corrió por las escaleras para decirle a Kallie que había descubierto a James follándose a otra mujer.

Ella no tenía por qué probarle nada a Ash. Pero si se lo propusiera. Ella le probaría que no era la zorra cazafortunas que los medios decían que era. Ella quería restregárselo en la cara y luego gritarle. Golpear su pecho y empujarlo contra una pared. Quería ver la expresión horrorizada en su rostro antes de que ella se fuera y lo abandonara.

Ella ya estaba cansada de que siempre la abandonasen. De ser arrojada hacia un lado por circunstancias que estaban fuera de su control. Pero el mero hecho de pensar en aquello hizo que se sintiera aún más cansada de lo que ya estaba.

Y su cuerpo finalmente sucumbió al sueño.

Capítulo 2

Ash

Vaya puta escapada de fin de semana. Ash salió a toda prisa del supermercado, su mente estaba acelerada a causa de la ira. ¿Qué demonios estaba haciendo esa mujer en su territorio? ¿Por qué demonios estaba ella en los Hamptons? Esa pequeña perra trepadora social. ¿Ella realmente esperaba convencerlo con esos grandes ojos de cachorrito de que ella era de alguna manera inocente cuando su escape a todo esto era los Hamptons?

En el fondo, Ash sabía que estaba siendo ridículo. Si estaba tan enojado eso significaba que ella todavía ejercía cierto control sobre él. Pero cualquiera que fuera su excusa para su ira, la tomaría. La manera en que Kallie lo había encendido estaba firmemente fijada en su mente. Su idea de pasar un fin de semana en los Hamptons para alejarse de todo obviamente no iba a funcionar. No con ella allí. Por supuesto, ella estaría allí para estropearlo todo. Para contaminarlo con sus modos repugnantes y buscarse otro hombre desprevenido del cual aprovecharse.

Ash debatió sobre volver a la ciudad. Salir de la jaula en la que él mismo se había metido para el fin de semana. Mejor aún, podría tomar uno de los aviones privados de su padre y volar hacia algún sitio desconocido, donde pudiese comenzar a reponerse del daño que Kallie había infligido a su corazón. El