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TVMorfosis 5: La creatividad en la era digital
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TVMorfosis 5: La creatividad en la era digital

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¿Qué significa ser creativo en la era digital?, ¿cómo se puede o se ha podido en la televisión? y ¿para qué serlo justamente en un escenario donde la creatividad parece causa y efecto de sí misma? Éstas son, apenas, algunas de las preguntas que se plantean y se tratan de contestar en los capítulos de este libro.

Esta edición de Tvmorfosis aborda, entre otros temas, ¿cómo ha florecido la ya desahuciada televisión?, los cambios que han experimentado las audiencias, las transformaciones de las legislaciones relacionadas con la televisión y con los nuevos medios. Además, se tratan casos regionales, como el de Colombia y Brasil, y particulares como las audiencias infantiles o el de la creatividad desde y para el público, o bien, el cambio cultural que se está gestando en la era digital y con los nuevos modelos de Televisión.
LanguageEspañol
PublisherTintable
Release dateNov 25, 2016
ISBN9786078346257
TVMorfosis 5: La creatividad en la era digital

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    TVMorfosis 5 - Guillermo Orozco

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    Contenido

    Presentación. La creatividad en la era digital

    Guillermo Orozco Gómez

    LA TELEVISIÓN FRENTE AL ESCENARIO DIGITAL

    Los monstruos de la televisión discursos esquizofrénicos sobre un medio en transición

    Carlos A. Scolari

    Las series de televisión como estrategia de la industria dentro de la convergencia digital

    Juan Piñón

    La vieja televisión ¿es la nueva televisión?:los nuevos espectadores

    Julio Cabero Almenara

    Los nuevos escenarios de la televisión

    Beatriz Quiñones

    PERSPECTIVAS DE LO TELEVISIVO EN DISTINTOS CONTEXTOS NACIONALES

    La ficción televisiva en la producción audiovisual española

    Miquel Francés i Domènec y Àlvar Peris Blanes

    ¿El público se toma la pantalla?

    Irma Ávila Pietrasanta

    Caminos cruzados entre el marco regulatorio y el desarrollo como industria de la televisión en Colombia

    Alfredo Sabbagh Fajardo

    La formación del profesional de la televisión: educomunicación y constructivismo en la televisión universitaria

    Fernando José García Moreira

    EJES PARA CONSTRUIR LA CREATIVIDAD TELEVISIVA

    Creatividad en la era digital y el surgimiento de la IPTV

    Gabriel Torres

    ¿Hay demasiada Televisión? La cultura de las series y el agotamiento de la calidad

    Alejandro Piscitelli

    Por una creatividad televisiva que empodere a sus audiencias

    Guillermo Orozco Gómez

    ¿Creatividad en la era digital? ¿Digitalidad en la era creativa?

    Toby Miller

    LOS AUTORES

    d.r. © 2016, Productora de Contenidos Culturales

    Sagahón Repoll, S. de R.L. de C.V.

    Concepción Béistegui 2103-C4

    Colonia Narvarte

    México, D. F.

    d.r. © 2016, Carlos A. Scolari, Juan Piñón, Julio Cabero Almenara, Beatriz Quiñones, Miquel Francés i Domènec y Àlvar Peris Blanes, Irma Ávila Pietrasanta, Alfredo Sabbagh Fajardo, Fernando José García Moreira, Gabriel Torres, Alejandro Piscitelli, Guillermo Orozco Gómez, Toby Miller.

    TVmorfosis es una marca registrada

    de la Universidad de Guadalajara

    Diseño de la colección

    Estudio Sagahón / Leonel Sagahón y Jazbeck Gámez

    Cuidado de la edición

    Astrid Velasco

    Corrección de estilo y de pruebas

    Itzel Torres, Zyanya Benavides, Mariana Velasco,

    Tania Alejandra Zermeño, Yasoda Montiel y Teresa Jiménez

    Imagen de portada

    Cristian Cedillo

    Formación y captura

    Cristian Cedillo y Guadalupe Cárdenas

    Primera edición

    25 de noviembre de 2016

    isbn: 978-607-8346-25-7

    Impreso en México / Printed in Mexico

    Todos los libros de Tintable están dictaminados con el formato doble ciego.

    Para mayor información sobre nuestros procesos y el comité, visita www.tintable.com.mx

    Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito de la editorial.

    TVmorfosis 5. La creatividad en la era digital / coordinador Guillermo Orozco Gómez – México: Productora de Contenidos Culturales Sagahón Repoll, 2016.

    224 p.; 15 x 23 cm. – (Colec. Tendencias)

    ISBN 978-607-8346-26-4

    1. Televisión – Aspectos sociales. 2. Medios de comunicación. 3. Televidentes. 4. Creatividad. I. Orozco Gómez, Guillermo.

    III. Ser.

    Presentación

    La creatividad en la era digital

    Guillermo Orozco Gómez

    ¿Qué significa ser creativo en la era digital?, ¿cómo se puede o se ha podido en la televisión? y ¿para qué serlo justamente en un escenario donde la creatividad parece causa y efecto de sí misma? Éstas son, apenas, algunas de las preguntas que se plantean y se tratan de contestar en los capítulos de este libro.

    Si bien no hay respuestas contundentes, existe una gama de posibilidades y propuestas atractivas desde y para diversos objetivos. Algunas de ellas avanzan la reflexión en sentido claro; otras se contraponen e, incluso, algunas parecen esquizofrénicas, como reclama el investigador argentino Carlos Scolari en el capítulo que inaugura esta obra, Los monstruos de la televisión, en el cual el autor los invoca, impidiendo ver con toda la claridad necesaria el porvenir de una televisión que parecía morir, pero que se ha ido reinventando y ahora, es referida como en su tercera edad de oro. ¿Habrá una cuarta?, ¿serán las ventanas como YouTube y no las pantallas, los exhibidores mayoritarios y preferentes de una audiencia-usuaria nómada y deseosa de diversión inmediata y casi permanente, las que canalicen también las clásicas producciones televisivas de hoy?

    La televisión ciertamente tiene retos y fortalezas como apunta, en su capítulo, el investigador de la New York University, Juan Piñón. Para el autor, precisamente las series televisivas han hecho florecer la ya (¿prematuramente?) desahuciada industria de la televisión en la era digital. Una industria que se ha transformado tanto en su visión mercantil como en sus alcances, por lo que algunos modelos de negocio, que por décadas sustentaron la televisión, como el de las cadenas de Tv que controlaban mucha de la producción y distribución nacional e internacional, van desmoronándose ante la necesaria fragmentación del mercado, que no se extingue, pero que contribuye a la separación de sus diversos componentes: contenidos, producción, distribución, horarios y consumo, anteriormente reunidos en una sola industria, y muchas veces acaparados por pocas empresas televisivas.

    Desplazando la pregunta sobre si son iguales la vieja y la nueva Tv, el investigador español Julio Cabero Almenara apunta a los telespectadores, destacando que hay grandes diferencias y divergencias entre ellos. Los nuevos espectadores no solo están más fragmentados, sino que han modificado sus disposiciones para interactuar con lo audiovisual y hacen un uso diferente del tiempo dedicado a ello. Este autor encuentra que hay mayor exigencia de

    contenido, de calidad y de novedad para la programación consumida, independientemente de la pantalla elegida. Lo cual es una demanda fuerte a la producción televisiva, que ha respondido justamente con programación de ficción, concretamente de series que combinan temáticas trascendentes con calidad en su producción y que al parecer satisfacen en los nuevos teles-pectadores las expectativas de una televisión diferente.

    Para la autora colombiana Beatriz Quiñones, los nuevos escenarios técnicos, de producción, distribución y consumo mediático en general y en particular el televisivo, plantean nuevos tipos de televisión y retos para ejercer su buen funcionamiento. Estos nuevos escenarios requieren propuestas creativas por parte de los reguladores de los medios de comunicación en cada país, que atiendan también a la propia cultura y a su avance anterior. Los distintos tipos de Tv desarrollados en la última década en todo el mundo, y particularmente en América Latina, han demandado una renovación regulatoria para facilitar su consolidación, ya que los parámetros normativos existentes datan de varios años atrás.

    En la segunda parte de este libro, los autores reportan y reflexionan sobre temas referidos a sus contextos nacionales. Los investigadores Miquel Francés i Domènec y Àlvar Peris Blanes se enfocan en el desarrollo de la ficción televisiva en España, para analizar el valor añadido que este formato televisivo ha generado en su producción audiovisual. Abordan el desarrollo histórico del formato, tanto a nivel nacional como en las televisoras autonómicas y destacan los elementos que han facilitado el tránsito exitoso y creativo de las series españolas al escenario digital, permitiendo ubicar y consolidar a este producto televisivo como uno de los de mayor exportación, junto con otros formatos audiovisuales de ficción que circulan cada vez más internacionalmente.

    La educadora mexicana de los medios, Irma Ávila Pietrasanta discute en su capítulo una serie de experiencias en las que los niños se convierten en

    participes de la Tv en México. Con la pregunta sobre si realmente el público se toma la pantalla como un objetivo ideal de una participación creciente de la audiencia infantil en los canales televisivos, la autora reporta experiencias de diverso tipo, las cuales va contrastando con los modos de inclusión de niños y su participación en programación televisiva y en redes sociales. Los ejemplos abordados muestran cómo con creatividad se pueden abrir y tejer escenarios analógicos y digitales donde la audiencia tenga un rol relevante y variado a la vez, en los productos audiovisuales con los que usualmente interactúa.

    En su capítulo, Alfredo Sabbagh Fajardo hace un recorrido histórico y puntual sobre la múltiple relación entre innovaciones tecnológicas y tipos de oferta audiovisual, su distribución en Colombia y los esfuerzos y normatividad mediática que se han estado haciendo por técnicos y autoridades de diversos organismos, tanto legislativos como de empresas, ciudadanos y otras instancias reguladoras de medios. En esta travesía de lo televisivo y sus múltiples manifestaciones, diversos actores económicos, sociales y políticos se han movilizado, sin acabar de situarse al frente de las demandas presentes, pero sí manteniendo abierto un debate nacional importante como posibilidad de encuentro para resolverlas con creatividad.

    El profesor brasileño Fernando J. García Moreira aborda, en su capítulo, la formación de los comunicadores para enfrentar las demandas televisivas y audiovisuales contemporáneas. Basado en su larga experiencia docente, propone una estrategia creativa que se enfoca en basar la formación de los estudiantes de comunicación en resultados de investigación sobre los usos reales de las tecnologías, combinando información sobre la gestión de contenidos televisivos con la educación para los medios, con una perspectiva constructivista del proceso de enseñanza y aprendizaje. Aquí este autor refiere a los lectores la experiencia concreta con esta metodología llevada a cabo alrededor de la televisión en la Universidad del Vale do Paraiba en Brasil, en la cual la necesidad de participación de los estudiantes forma parte de su proyecto pedagógico.

    En la última parte del libro, se abordan perspectivas creativas para reinventar el escenario presente televisual y delinear su futuro. El director del sistema universitario de medios de la Universidad de Guadalajara, Gabriel Torres Espinoza, apuesta en su capítulo por un nuevo modelo de negocios centrado en la conectividad a Internet y la tecnología interactiva de las diversas pantallas. Menciona que la televisión del futuro será la iptv, basada en el Protocolo de Internet, que no requiere una infraestructura física como los canales actuales que siguen anclados de manera material. La televisión ip funcionará igual que otras compañías a escala mundial como WhatsApp, que tienen millones de suscriptores a los que atienden, pero que no cuentan con ninguna infraestructura de telecomunicaciones o radiodifusión. Un modelo que se está expandiendo mundialmente y al cual este autor propone sumarse y ahí enfocar la creatividad institucional mediática.

    Por otra parte, el investigador argentino Alejandro Piscitelli se pregunta en su capítulo si no hay demasiada televisión hoy, y asocia la abundancia específica de series televisivas con una nueva etapa cultural, en la que se está disfrutando de este formato de ficción que se ha popularizado mundialmente y que se ha posicionado en el visionado global de las audiencias, quienes justo por eso se han fragmentado aún más. De esta forma, más que otros formatos, las series televisivas están haciendo evidente un cambio cultural de grandes proporciones, donde se requiere mucha creatividad en y más allá de las pantallas, ya que la audiencia se vincula con nuevas historias, tratamientos y posibilidades de involucramiento y va constituyendo un ámbito de mejora de la expresión, no solo entre un visionado más demandante y especializado.

    En su capítulo, el investigador mexicano Guillermo Orozco Gómez discute los fines de la creatividad televisiva y apuesta por una creatividad desde, con y para la audiencia. A través de un repaso de enfoques creativos existentes, que tienen como punto de partida y llegada a la propia televisión o al mercado audiovisual, Orozco Gómez muestra la ausencia de una estrategia efectiva para empoderar a las audiencias, no como receptoras, sino como coproductoras y participantes de la programación televisiva visionada, ya sea en pantallas grandes o chicas. Lo importante —enfatiza— es cómo se concibe, se representa y se interpela a la audiencia en las producciones audiovisuales, y cómo se les involucra luego en procesos productivos trasmedia.

    El investigador británico Toby Miller cierra este libro, proponiendo con su capítulo una dimensión distinta al objeto que aquí nos ha ocupado. Miller se plantea si de lo que se trata hoy, en relación a lo televisivo, es de repensar la digitalidad en la era creativa más que la creatividad en la era digital. En su ensayo, el investigador convoca muchos otros autores de diversas especialidades para formular un cuestionamiento sobre la creatividad en sí misma y algunos de sus soportes convencionales en el campo de la comunicación, como ese del personaje llamado prosumidor, en el que los que no quieren ir más allá del consumo depositan sus esperanzas, como si se tratara del genuino representante de una nueva especie. En su lugar, propone —siguiendo a Heidegger— que siempre hay tanto creatividad como vigilancia y control, por lo que la fantasía de una época en donde el público es el maestro, es la única cosa nueva.

    Agradezco a los autores aquí reunidos por su contribución a la reflexión anual del Foro Internacional Tvmorfosis, celebrado siempre en el marco de la fil Guadalajara, esta vez en los primeros tres días de diciembre de 2015. Mi agradecimiento especial a la Universidad de Guadalajara y a Gabriel

    Torres por todo su apoyo para hacer posible la publicación del presente libro.

    Guadalajara, 25 de julio 2016.

    La televisión frente

     al escenario digital

    Los monstruos de la televisión discursos esquizofrénicos sobre un medio en transición

    Carlos A. Scolari

    Una de las frases más contundentes de Tvmorfosis 2015 la enunció Juan Piñón, profesor de la New York University y experto en televisión latina: se habla mucho de la muerte de la televisión y, al mismo tiempo, todos coinciden en que estamos viviendo la tercera edad de oro de la televisión. Lo de Juan Piñón fue una fuerte llamada de atención para los que estábamos en la sala o para los televidentes e internautas que seguían los debates desde sus pantallas: ¿estamos en presencia de un (doble) discurso esquizofrénico sobre el estado de la televisión?, ¿los investigadores y profesionales nos hemos vuelto locos?, ¿o la televisión atraviesa un momento de transición donde lo viejo y lo nuevo se mezclan impidiendo una visión clara del proceso? Una de las frases más citadas de Antonio Gramsci dice así: el viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos (1999). Los monstruos de la televisión.

    Para entender este momento de transición y poder procesar todas sus esquizofrenias quizá convenga retrotraernos a otro momento de cambio, a principios de los años sesenta, cuando la televisión era el new media y nadie entendía bien lo que pasaba. La situación era dentro de todo bastante similar a la actual: un ecosistema de medios en el que el cine, la radio y la prensa habían encontrado un punto de equilibrio que comenzaba a agrietarse por la emergencia de una nueva especie mediática depredadora de audiencias: la televisión. En este caso, el italiano que nos puede servir de referencia para comprender ese momento no es Antonio Gramsci, sino Umberto Eco.

    Apocalittici e integrati, el primer best-seller de Umberto Eco (1964), se convirtió en un texto de lectura obligatoria en los por entonces jóvenes estudios de comunicación. El debate sobre la cultura de masas estaba a la orden del día y Eco comenzaba su reflexión describiendo ambas posiciones. Según los apocalípticos la cultura de masas mata la originalidad creando un gusto medio que genera homologación, manipula a sus públicos de forma inconsciente, provoca emociones preconstruidas, está dominada por las leyes del mercado, promueve un pensamiento superficial hecho de eslóganes publicitarios, promueve la información en desmedro de la historia, es chismosa, defiende una visión acrítica y pasiva del mundo, crea mitos y estereotipos, es paternalista y degrada la cultura y el arte.

    Según los integrados la cultura de masas no puede reducirse a un fenómeno capitalista, ya que también encarna expresiones populares, permite el acceso a la cultura a categorías sociales antes excluidas, puede servir como agente de formación a pesar de la abundancia de información, satisface las necesidades de entretenimiento, permite la difusión a bajo coste de obras culturales y sensibiliza a las audiencias en lo concerniente al mundo, abriendo nuevos escenarios.

    La genial jugada de Umberto Eco consistió en ir más allá de estos maniqueísmos, desplegando una mirada que supo reivindicar los aspectos positivos de la cultura de masas sin abandonar la crítica. La industria cultural, para Eco, no es un problema: sí lo es el consumismo o la interpretación superficial y conformista de los contenidos que por ahí circulaban. Pocos años después, Eco promovió la guerrilla semiótica, o sea, la activación de procesos responsables y críticos de interpretación de los mensajes provenientes de los medios masivos.

    Es este espíritu de superación de los dualismos el que deberíamos recuperar ahora que el debate sobre la televisión está empantanado entre dos vectores: el que proclama su fin y el que considera que atraviesa su tercera edad de oro. Tal como hizo Eco a comienzos de los años sesenta, repasaremos brevemente ambos discursos para después avanzar en el relevamiento de otras tensiones que atraviesan la ecología mediática y, ya al final del capítulo, propondremos posibles miradas superadoras.

    Esquizofrenias televisivas

    El fin de la televisión

    Respecto al tan discutido fin de la televisión (Verón, 2011; Missika, 2006; Scolari, 2014), no viene mal recordar que, más que a la muerte del medio televisivo, estamos asistiendo a una creciente pérdida de centralidad del broadcasting ante el avance de nuevas formas de consumo on demand, asincrónico y en red. El tiempo que los espectadores pasan consumiendo contenidos audiovisuales en YouTube, Vimeo, Netflix o Series Blanco es tiempo robado a la vieja televisión de la era del broadcasting. Entonces, si la televisión no desaparece, ¿es el broadcasting el que está en vías de extinción? En el capítulo This Is The End. Las interminables discusiones sobre el fin de la televisión, del libro El fin de los medios masivos (Carlón y Scolari, 2014) escribí lo siguiente:

    [La televisión del broadcasting] está muy mal herida. El modelo centralizado, basado en la producción de programas y en la venta de audiencias a los anunciantes, está obligado a compartir su espacio con otras formas de producir, distribuir y ver la televisión. La aparición de nuevas lógicas productivas y de consumo abre una brecha en el viejo reino del broadcasting. Las consecuencias recién comienzan a sentirse, pero si vemos lo que está pasando con el mercado musical podemos prever mutaciones profundas en el sistema televisivo (Scolari, 2014: 254).

    Es en este contexto que podemos comenzar a pensar en una televisión postbroadcasting (lo cual, evidentemente, no significa "una televisión sin broadcasting"). Lo que está claro es que el consumo de contenidos audiovisuales se aleja cada vez más de ese tótem situado en el centro de la vida familiar y tiende a atomizarse en millones de situaciones de consumo individuales, en diferentes pantallas y a demanda del espectador, televisión anytime, anywhere.

    La tercera edad de oro

    ¿Y qué hay de la tercera edad de oro de la Tv? Tal como sostuve junto con Jordi Carrión, autor de Teleshakespeare (2011), en el mooc (Massive Online Open Courses) La tercera edad de oro de la Tv, producido por la Universitat Pompeu Fabra para la plataforma Miríada (2014-2015), la narrativa televisiva está cambiando de manera radical. La televisión hoy genera historias cada vez más ricas, con decenas de personajes y tramas muy complejas que en muchos casos resultarían incomprensibles para los televidentes de las generaciones precedentes (nuestros abuelos nunca hubieran entendido una serie como Lost). A través de estas nuevas narrativas y estéticas la televisión está tratando de llegar a las nuevas generaciones, a los jóvenes (y no tanto) formados en experiencias interactivas e hipertextuales donde reina la fragmentación textual y el ritmo frenético.

    ¿Qué caracteriza a la televisión de la tercera edad de oro? Con Jordi Carrión (2014) elaboramos un decálogo cuyos puntos principales se pueden sintetizar en los siguientes elementos:

    La nueva narración televisiva se vuelve múltiple: propone muchos personajes, tramas polifónicas e infinidad de programas narrativos.

    La complejidad en las tramas se expresa en la forma de narrar: la nueva televisión es fragmentaria y su ritmo narrativo se acelera.

    El relato no se limita a la pantalla televisiva: se convierte en narrativa transmedia.

    La nueva narrativa televisiva fomenta y genera espacios para que los fans participen.

    Las nuevas narrativas televisivas superan las viejas concepciones sociales y políticas, introduciendo nuevas visiones de la familia, la ciudad o la política.

    La nueva televisión potencia la intertextualidad.

    Ficción y realidad se interpenetran.

    La nueva televisión está obligada a experimentar formatos, llegando inclusive a violar la estructura y estética que les dan personalidad. Sin innovación no hay evolución.

    Las series de la tercera edad

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