Entrevista a Bert Hellinger

Prueba de ello es la concurrencia a sus talleres y seminarios, en Alemania y en todo el mundo, con la presencia de centenares de personas que suelen comprobar la sutileza y maestría con que ejerce el viejo oficio de curar el Alma. Su trabajo conmueve, porque nos toca en algo muy sagrado y nuclear dentro de cada persona.

El método en sí mismo es sencillo: el cliente que trabaja elige, guiándose por su propia intuición, representantes para aquellas personas que integran su sistema familiar actual o de origen, incluyendo un representante para sí mismo. A partir de aquí se despliega la dinámica de comprensión del Sistema y los movimientos del Alma familiar, regidos en todos los casos por el Amor.

Amor que enferma cuando opera mágicamente, o que sana cuando las dinámicas pueden ser reconocidas y se puede asentir a la realidad tal cual es. En las Constelaciones, a través de la apertura a la propia realidad familiar, la comprensión y exteriorización de los sentimientos de los participantes, el uso de frases curativas o ritos de lenguaje corporal, se consigue formar una imagen familiar de mayor sintonía con el Sistema, encaminada a soluciones buenas o al asentimiento consciente al destino. A veces, el movimiento amoroso hacia los padres, que quedó interrumpido por la razón que sea, se halla en el fondo como dolor no encauzado reconvertido en enfermedad y malestar.

Hablemos del