Frisbee para perros

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Ron Watson con su collie Kimo

Prólogo de Ron Watson

Cuando conocí a Marcus y Sabine en el año 2003 a través de internet, no teníamos ni idea de adónde nos llevaría esta relación. Desde entonces he estado dos veces en Alemania con mis perros y Marcus y Sabine han venido tres veces a EE. UU. Mientras estoy escribiendo esto, la hermana de Marcus está pasando las vacaciones con mi familia.

Marcus se puso en contacto conmigo en el año 2003 después de haber visto unos vídeos sobre perros jugando al frisbee en mi página web. Entonces le di una clase online sobre el entrenamiento de algunas técnicas sobre las que me había consultado. Marcus captó muy rápidamente la información y a partir de ahí surgió una estrecha amistad.

Durante los siguientes meses intercambiamos información: yo compartí mis conocimientos sobre el frisbee para perros con ellos y, a cambio, ellos me instruyeron sobre adiestramiento canino. Cuando me preguntaron si quería ir a Alemania para participar en algunos espectáculos y entrenar con ellos, no dudé ni un momento.

Kimo y yo viajamos a Alemania a finales del año 2003 para entrenar con Marcus y Sabine. Eran unos estudiantes excelentes. Leilani y yo volvimos a visitar Alemania a principios de 2005 y no podía creer todo lo que habían progresado los equipos alemanes. En Alemania el nivel de juego de esta disciplina ha aumentado considerablemente. He sido testigo de este progreso personalmente y a través de videos. Principalmente, creo que todo ello se debe a que Marcus y Sabine son unos magníficos competidores e instructores de alcance mundial, además de magníficas personas.

Espero que este libro se traduzca a muchos idiomas para que otros jugadores (incluido yo) podamos beneficiarnos del conocimiento que Marcus y Sabine han depositado en él.

Lea este libro, practique el frisbee y disfrute, y recuerde que el perro con más éxito será aquel que más disfrute practicándolo.

Ron Watson junto a sus border collies Kimo, Leilani y Split

Sobre los autores

Nosotros, Sabine Bruns y Marcus Wolff, somos pareja desde principios de 2002. Ese mismo año, en vacaciones, lanzamos los primeros frisbees y se nos ocurrió la idea de que también se podría jugar con los perros. Sin embargo, el disco con el que jugábamos nos parecía inadecuado, aunque lo nombraban en un libro sobre frisbee para perros. De vuelta a casa, nos pusimos delante del ordenador y nos informamos sobre la disciplina deportiva del «frisbee para perros», y nos encantó. Este deporte une al amo y al perro en un equipo, se puede ser creativo, jugar con amigos o con el mejor amigo del hombre, el perro. Al perro se le estimula de muchas maneras, tanto mental como físicamente, y él se entrega a su ocupación favorita: jugar con su dueño. Compramos nuestro primer frisbee en Estados Unidos y nos pusimos manos a la obra. Marcus, además de poseer mucho talento, vio algunos vídeos, probó lanzamientos e intercambió información con Ron Watson a través de la cámara web. En cambio, yo no tengo tanta habilidad y tuve que aprender a fuerza de trabajar. Tras cinco meses de entrenamiento con nuestros malinois Crazy y Cato, participamos en el primer torneo.

Para aprender más, asistimos a varios seminarios de jugadores americanos. A Ron Watson, que a veces nos entrenaba a través de la cámara web, Mark Jennings, Melissa Heeter y otros muchos les agradecemos todo lo que nos han enseñado. También hemos participado en cursos para veterinarios y hemos visitado a fisioterapeutas de animales para poder adquirir más conocimientos sobre fisiología canina. Gracias a las visitas a EE. UU. y al intensivo intercambio con numerosos jugadores, hemos conseguido adquirir y transmitir en muy poco tiempo muchos conocimientos. Mientras tanto, hemos cosechado muchos éxitos.

Los autores junto a sus malinois Crazy y Cato

Sabine y Crazy son

• Subcampeones de Alemania

• Subcampeones del Ashley Whippet Invitational Classic en Chicago 2003

• Campeones del Glow in the Dark 2003

• Terceros en el Campeonato Mundial de Los Angeles 2004 (Ashley Whippet World Championships)

• Vicecampeón de Europa 2004

Sabine e Y son

• Ganadores del Incredible Dog Challenge en Toss and Fetch 2004

• Ganadores del Incredible Dog Challenge en categoría juvenil 2004

• Campeones del Summercup en categoría juvenil 2004

• Campeones del Glow in the Dark en categoría juvenil 2004

• Ganadores del Spring Cup en categoría open 2005

Marcus y Cato son

• Séptimos en la final mundial Long Distance en Madison, EE. UU.

• Ganadores del Incredible Dog Challenge Europeo 2004

Marcus y Wursti son

• Campeones del Glow in the Dark en categoría juvenil 2003

• Campeones del Eastercup en categoría juvenil 2004

• Ganadores del campeonato holandés en categoría juvenil 2004

• Ganadores del Incredible Dog Challenge Europeo en categoría avanzada 2004

Tenemos 11 perros con los cuales compartimos el día a día. Son cuatro pastores belgas, dos border collies, dos jack russel terrier, dos perros cattle australianos, un mestizo de welsh corgie y cattle y un minipodenco español.

Estamos encantados de trabajar con perros. En la vida profesional llevamos una escuela para perros. Los animales nos acompañan en el entrenamiento y también practican Agility, Obedience, Frisbee y Dog Dancing.

Lo que más placer nos produce es entrenar trucos especiales y, por eso, la mayoría de nuestros perros saben caminar hacia atrás, estornudan cuando se les ordena y otras muchas cosas más. Al mismo tiempo, trabajamos con nuestros perros en televisión, y en algunos programas ya se han convertido en auténticas estrellas. Para más información sobre nuestros perros y nuestra escuela, consulten nuestra página web www.hundeschulecanis.de

Crazy fly’n dogs fue un proyecto ideado para poder practicar este deporte conjuntamente con otros equipos.

No somos ninguna asociación y por tanto carecemos de estructura jerárquica, presidente, entrenadores, aportaciones económicas ni nada que se le parezca. Los equipos tienen mucho éxito. Para más información, puede entrar en www.frisbee-fun.de

¿Qué es el frisbee para perros?

El Dog Frisbee, en castellano «frisbee para perros», es originario de Norteamérica y se practica desde hace 30 años. ¿Qué resulta tan fascinante del frisbee para perros? El perro se mantiene activo, en movimiento, y todo ello, además, mientras se divierte. En el estilo libre (freestyle) se juega con varios discos y se combinan trucos con técnicas de lanzamiento, todo esto con acompañamiento musical. ¿Qué se necesita para practicar este deporte? Un perro lleno de entusiasmo por el juego y un dueño que haya practicado el lanzamiento de disco.

Historia

La historia del deporte del frisbee tiene algo que ver con los pasteles. Antiguamente existían moldes planos de metal para tartas, y uno de los fabricantes era la empresa Frisbee. Con moldes para pastel se efectuaron los primeros lanzamientos, y fue entonces cuando estalló el boom del frisbee. Al poco tiempo se fabricaron también discos de plástico.

El padre del frisbee para perros es Alex Stein. El 4 de junio de 1971 adquirió su whippet Ashley. El nombre procede del color ceniza que tiene el cachorro de whippet (en inglés, ash) y de la atracción de Stein por Ashley Wilkes (protagonista de la película Lo que el viento se llevó).

El famoso whippet Ashley, expuesto en el Museo del Frisbee, por Tom Wehrli

Como todo jugador apasionado por el frisbee, Alex se dio cuenta de que su perro también se divertía recuperando el disco. El perro saltaba y atrapaba el disco en el aire a una altura de 2 o 3 metros.

Se puede decir, de alguna manera, que el 5 de agosto de 1974 nació el deporte del frisbee para perros cuando, durante el descanso del partido entre los Dodgers y los Reds, Alex Stein entró en el terreno de juego y empezó a jugar con Ashley al frisbee. El perro corría a través del campo a una velocidad de 65 kilómetros por hora y cogía el disco a una altura de 2,70 metros. Los espectadores estaban fascinados. El jugador Jimmy Wynn dijo que ese perro jugaba mejor de center que él mismo (extracto de Ashley Whippet, de Irv Lander).

Los agentes de seguridad del estadio de los Dodgers al principio no actuaron. Al cabo de ocho minutos, Alex decidió que ya iba siendo hora de buscar la salida. Cuando estaba a punto de abandonar el terreno de juego, el personal de seguridad de los Dodgers intervino y lo arrestaron. Ashley no pudo seguir a su dueño porque se formó un tumulto de gente. Por esta razón, se perdió para volver a aparecer tres días después. Tuvo la gran suerte de ser acogido por una familia de Long Beach. Gracias a multitud de mensajes en la televisión y en la radio, Alex pudo recuperar a su perro y cuando lo fue a recoger, este, de tanta alegría, saltó la valla de 2 metros de altura de la casa. La familia se puso muy triste al devolver a Ashley, ya que le habían cogido mucho cariño, ellos y su caniche.

De la noche a la mañana se volvieron famosos y Alex Stein y su whippet Ashley aparecían en programas de televisión