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Secretos (No lo digas)
Secretos (No lo digas)
Secretos (No lo digas)
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Secretos (No lo digas)

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About this ebook

Un fatal accidente cambia para siempre la vida de dos hermanas; Karen y Jenny 

desencadenando la peor vileza  de los sentimientos humanos; odio, traición, celos y  pura maldad.

Jenny esta fuera de control y cuando parece que todo va  regresar a la normalidad el fantasma de su pasado regresa para ponerla en una encrucijada; ¿deberá finalmente  decir su secreto o vivir  con el para siempre?

Genero/ Psicología / Novela Ficción    

LanguageEspañol
PublisherBadPress
Release dateJan 17, 2019
ISBN9781547565122
Secretos (No lo digas)
Author

Cindy Vine

Born in Cape Town, South Africa, I have traveled to many different countries working as an international school teacher. Following a bout with breast cancer and being ripped off yet again, I wrote a self-help book called Fear, Phobias and frozen Feet, which deals with how to break the pattern of bad relationships in our lives. Last year, I self-published Stop the world, I need to pee! It's a fictional tale of how a headstrong woman manages to escape from an abusive husband. Currently, I am teaching at an international school in Tanzania. The Case of Billy B is my third book.

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    Secretos (No lo digas) - Cindy Vine

    Secretos (No lo digas)

    además, otra obra de Cindy Vine:

    ¡Paren al mundo, necesito ir al baño!

    El caso de Billy B.

    Escrito por Cindy Van Den Heuvel

    Miedos, fobias y pies helados

    ––––––––

    www.cindyvine.com

    Secretos (No lo digas)

    Por

    Cindy Vine

    Advertencia

    Todas las descripciones, personajes y detalles de esta obra son estrictamente de ficción y producto de mi imaginación.

    Copyright © Cindy Vine 2010 Los derechos de autor están siendo explícitamente declarados. Se reservan todos los derechos de autor. 

    Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida, resguardada en cualquier sistema de cómputo, o transmitida o reproducida por cualquier medio sin la previa autorización por escrito   del autor, tampoco se permite su circulación por cualquier medio o forma electrónica de reproducción, tampoco se permite modificación alguna en ningún medio de reproducción ni condición alguna del siguiente o subsecuente usuario.  

    .

    ISBN es 1452861846

    EAN-13 es 9781452861845

    Impreso en los EE UU por Createspace

    ––––––––

    Este libro está dedicado a la memoria de mi abuela Winifred Vine, mis tíos, Joy Phillips y Muriel Hill; y a mi madre, Vivienne Owen quien aún vive con nosotros. Cuatro valerosas mujeres, que en su tiempo supieron enfrentar grandes desafíos y ayudaron a forjar la mujer y la persona en la que me he convertido hoy.

    Reconocimientos

    Un agradecimiento especial a mi editor y querido amigo Robert Stark que siempre encuentra tiempo en su ocupada agenda para criticar, editar y comentar mi trabajo. Sin el apoyo de un editor un escritor no es absolutamente

    Nadie. ¡Gracias Rob por hacerme alguien!

    Gracias a las valientes mujeres de Hubpages.com que permanecerán anónimas  por compartir conmigo sus historias de violencia y violaciones, por hacerme entender las terribles consecuencias y efectos que tiene la violación en la psique de una persona.

    Gracias a mis amigos y familia por su continuo apoyo.

    Como siempre, mi agradecimiento eterno a mis tres maravillosos hijos, Kerri, Tony y Siobhan constituyen el motor de mi vida. 

    6

    Capítulo I

    1986

    ––––––––

    Yo maté a mi madre, no con un cuchillo o un revolver, pero yo fui la razón se su muerte, lo sabía desde lo más profundo de mi corazón. Yo lo sabía cada vez que mi padre asentía la cabeza cuando yo entraba a su recamara. No me podía sostener la mirada.   No me podía dirigir la palabra. Estoy muerta para mi padre como lo está mi madre. Y desde luego, mi hermana Karen me lo señala cada vez que puede; que yo maté a mamá; muchas veces escucho su voz cuando estoy dormida tú la mataste Jenny, es tu culpa, tú eres la responsable. Nunca fui del agrado de mi hermana, pero ahora ella me odia. ¿Quién hubiera pensado que una infección de varicela pudiera ser mortal? Una simple enfermedad de niños, un virus tan común como las uvas del viñedo. Papá dijo que no tenía sentido llevarme al doctor. No puedes curar un virus dijo, sencillamente tiene que salir de tu organismo Mi madre no escuchaba, ella era muy necia, al verme como me escocia y me rascaba el salpullido, me quiso llevar al doctor de inmediato para asegurarse de que era varicela y no cualquier otra enfermedad o una plaga mortal y así ella podría aprovechar la salida para comprar una loción para parar la terrible comezón. Mi madre no quería que tuviera cicatrices por rascarme las ampollas.  Entonces ocurrió, nunca lo vimos llegar, un perro delante del coche de mamá. Mi madre no quería atropellarlo, ella odiaba matar a cualquier ser vivo, era incapaz de desplumar una gallina en la granja. Betsy, la criada tenía que hacerlo por ella. Así que intentó girar bruscamente el volante para evitar pegar al animal, pero perdió el control del coche y se fue a estrellar directamente contra un árbol. Dijeron que murió instantáneamente, que no sintió dolor alguno, pero tengo que admitirlo que las cicatrices que quedaron en mi corazón son mucho peor que cualquier herida que hubiera tenido si me hubiera arrancado las ampollas. 

    Mi madre debió haber escuchado a mi padre, yo preferiría estar muerta.  ¿Papá, el papá de Shirley me acaba de invitar a visitar su casa esta tarde? Puedo ir ¿por favor?,¿por favor?, ¿por favor? Papá me miró, sonrió y acarició el desordenado cabello castaño obscuro de Karen. Ella se parece mucho a mamá. Cabello castaño obscuro, piel aceitunada y pequeña de estatura. Muy diferente a mí; Yo heredé los genes de papá, alta y rubia con pies largos, aunque Karen es dos años mayor que yo, yo soy más alta que ella, algo que ella tampoco soporta; desde luego que puedes ir con Shirley, yo mismo te dejo, pero llévate a Jenny dijo mi padre y añadió No quiero que se quede sola. Papá se dio la vuelta y abandonó la recamara dejándome ante la mirada fija y los labios fruncidos de Karen que me miró con desdén y odio Desearía que nunca hubieras nacido me dijo y me hizo a un lado. No contesté, ¿qué se supone que debo decirle?

    Nuestra casa era como un templo para mi madre, todo ha quedado como ella lo dejó, todo en el mismo lugar. Mi padre despidió una empleada en una ocasión por haberse atrevido a mover un adorno de mi madre a otro lugar. Betsy es muy cuidadosa cuando desempolva los adornos de porcelana de mi madre, los limpia y regresa al mismo lugar donde corresponden. El calendario que cuelga en la cocina es el del año pasado y aun contiene las notas manuscritas de mamá. En el aniversario de su muerte papá editó una foto de ella que le había tomado en el viñedo y la convirtió en un poster que colgó en el comedor donde antes se encontraba un cuadro de una montaña, ahora siento que mamá nos está observando todo el tiempo, ella está en todas partes y es como un constante recordatorio de lo que hice.  

    Vivimos en una pequeña granja ubicada en la ladera de la montaña cerca de Bretherton, Sudáfrica. Mi padre planta y cosecha uvas, además tenemos un rebaño de ovejas y algo de ganado, papá no hace mucho dinero; lo suficiente para irla pasando. Bretherton es un pequeño pueblo pesquero en la costa, debe su nombre al reverendo Bretherton que fundó una misión religiosa con los nativos de la zona. Aprendimos todo sobre su vida misional en la escuela. Shirley McGregor es la mejor amiga de Karen. La familia de Karen es muy adinerada y es propietaria de un inmenso viñedo. Shirley tiene además una piscina y presume que el reverendo Bretherton fue su bisabuelo. No le creo nada. Ella siempre está jactando y presumiendo lo que la convierte en una persona perversa y desagradable para mí y Karen. Lo último que pasa por mi mente es tener que pasar la tarde con Karen y Shirley sabiendo que no soy bienvenida. Las escucho todo el tiempo murmurar y reírse de mí; a veces se esconden y pretenden hacerme sentir sola. La verdad eso no tiene la menor importancia, salgo al patio de la casa y juego con la mascota, el perro de Shirley, una hermosa perra labrador negra, su nombre es Dolly y no creo que a ella le importe que haya matado a mi madre. 

    Shirley está esperando por nosotros afuera de la casa. ¿Cómo estas Shirley? Mi papa le pregunta con una sonrisa, a él le cae muy bien Shirley y siempre nos está recordando lo lista e inteligente que es; muy bien tío Jan y añade Oh! trajiste a Jenny luego frunce el ceño como si yo oliera mal si responde papá y añade tengo varias cosas que hacer y lo mejor es que Jenny se quede con Karen. ¿Dónde están tus padres? Mi papá indaga con la mirada y exclama ¿no hay ningún problema con tus papás que Karen y Jenny se queden aquí a jugar? Papá se ve preocupado, él tiene esa fea costumbre de querer imponerse a la gente, mamá, siempre decía que era demasiado orgulloso. Shirley asiente con la cabeza meciendo sus rubias trenzas no hay problema tío Jan, así tengo compañía si ellas están de acuerdo, mis padres quieren que me mantenga fuera de problemas, ellos se encuentran muy ocupados trabajando en la oficina de la granja y añade. Cuentas de fin de mes dice mi padre, ¿quieres que les hable?

    Ah, Aún tengo cosas que hacer, no te preocupes, mejor no molestarlos, regreso a las 5 y paso por Karen y Jenny Papá se subió a su coche abandonándome con estas niñas que me odian, cinco minutos después de la partida de papá Karen y Shirley se alejaron de mí dejándome sola con Dolly. Me cansé de correr y buscarlas. Shirley conoce lugares donde esconderse y me sería imposible ubicarla.  La verdad ya me tiene sin cuidado, prefiero sentarme y acariciar a Dolly, puedo hablarle y decirle lo que pienso sin que me juzgue o se burle; simplemente me observa con sus ojos color marrón como si entendiera todo lo que le digo. De repente escucho el motor de un coche en la grava del estacionamiento de la entrada de la casa, me levanto para ver, talvez mi padre decidió cambiar de idea y regresar por mí. Pero no, que suerte la mía, es el Tío de Shirley, Eddie, el hermano más joven de su madre, el que no puede conservar un trabajo fijo.  Mi padre piensa que es un bueno para nada y si no fuera por el dinero de la familia, él viviría en las calles, parece que vive en algún departamento de la ciudad con vista al mar. Mi papá dice que es un drogadicto, puedo recordar a mamá y papá hablando acerca de esto poco antes de su muerte.

    El tío Eddie salió de su coche y caminó dirigiéndose a donde me encontraba en la mecedora acariciando a Dolly. Dolly nunca ladra a los desconocidos, el padre de Shirley dice que lamería alguien en su lecho de muerte antes que morderlo, es la perra guardiana más inútil que existe.

    "...mmm, un momento tú eres ah, ya recuerdo, claro; ¿Jenny la hija de Jan van Tonder?   

    La del coche, ¿dónde andabas Jenny?, solo atiné a mover mi cabeza y me sujeté fuerte de Dolly. Hay algo acerca de tío Eddie que   no me gusta.

    ¿Dónde están todos? Exclamó tío Eddie acercándose a donde yo me encontraba.

    En la oficina de la granja le contesté ¿quieres que te lleve? Mientras Dolly me lamia mi brazo que estaba sujeto alrededor de su cuello, antes de que tío Eddie pudiera contestar Shirley y Karen llegaron corriendo, seguramente me estaban espiando. Tío Eddie Shirley le dio un gran abrazo y añadió Mis papas sabían que ibas a venir, porque no me dijeron nada. Tío Eddie soltó una carcajada bueno, la verdad es una sorpresa, estaba por el rumbo y decidí aparecer para ver si podíamos tomar una copa de vino o algo".

    ¿oh algo? ¿Algo como dinero?  replicó Shirley de forma irreverente al mismo tiempo que abría sus enormes ojos azules; Tú me conoces demasiado bien susurró tío Eddie en los oídos de Shirley mientras le pellizcaba el trasero. Tío Eddie, estoy impresionada al mismo tiempo que echaba una carcajada y aprovechaba para alejarse de él; No te acerques a tío Eddie me advirtió con una sonrisa, ¡él tiene tentáculos en vez de brazos! 

    Karen y yo permanecimos alejadas de tío Eddie, ambas sintiéndonos muy nerviosas. Hemos escuchado historias muy feas de tío Eddie. Oh no; no se preocupen. Nos dijo Shirley riéndose, solo estoy bromeando, tío Eddie no mataría una mosca, ¿verdad tío Eddie? es el mejor tío del mundo, luego Sirley se le acercó y le dio un beso en los labios, él me dirigió la mirada y me guiñó un ojo lo cual me recordó a la lagartija que tenemos en el acuario del salón de clases de la escuela.

    Entonces dijo tío Eddie dejando a Shirley y acercándose de tal manera que podía sentir su respiración en mi mejilla ¿Qué edad tienes pequeña Jenny? Me preguntó; ocho años le contesté mordiéndome el labio. El tiempo pasa volando y tú estás creciendo muy rápido y se me quedó viendo detenidamente a los ojos mientras se relamía sus labios. Me hizo sentir terriblemente incomoda y también seguramente a Karen que se alejó de mí y se apostó al lado de Shirley. ¿Entonces, a que están jugando niñas?  ¿Puedo jugar yo, también? Tío Eddie no dejaba de mirarme fijamente y sentía como mi corazón se aceleraba.  A las escondidas, tío Eddie le contestó Shirley. Si quieres puedes jugar con nosotras, Karen y yo somos un equipo y tú y Jenny pueden formar otro, cuentan hasta cien y después comienzan a buscarnos.

    ¡Perfecto! respondió tío Eddie al mismo tiempo que tomaba mi mano.

    Capítulo 2

    Karen y Shirley corrieron de prisa a esconderse dejándome a solas con Tío Eddie. Tengo un mal presentimiento parecido al que tuve cuando vi a ese perro atravesándose  en frente del coche. Tío Eddie no es feo o cosa parecida. Él no parece un monstruo, pero hay algo en sus ojos. No lo estoy señalando, pero es como si te viera y con su vista te atravesara como si fueran rayos X, sólo que no es un super héroe y la forma en que te sonríe.  Tiene los dientes chuecos y apilados como el tiburón que fue atrapado por un pescador local el otro día en el puerto de Bretherton. Me imagino ser atacado por un tiburón así y ser masticada y engullida en pequeños trozos con sus dientes incrustándose como sierra en mí cuerpo y me imagino la misma sensación como cuando el carnicero troza la carne.

    Esperemos adentro me sugiere Tío Eddie mostrando sus dientes de tiburón y continuó ¿Juguemos a contar hasta cien? y añade ¿Te gustan los juegos Jenny?

    Asentí moviendo muy lentamente mi cabeza y seguí a Tío Eddie adentro de la casa. Voy a jugar un juego especial contigo, un juego secreto. A Shirley le fascina este juego porque le hace reír hasta el cansancio que no puede parar. Tío Eddie me sonríe con sus dientes chuecos, feos y amontonados por lo que vuelvo a sentir un nudo apretado en mi panza. Me tiene sin cuidado cuanto Shirley disfruta este juego, estoy segura que a mí no me va gustar. Es un juego de cosquilleos, es muy divertido, te va encantar. Pero no se lo puedes contar a nadie, si lo dices ya no sería un secreto ¿Entiendes?, ni siquiera a Shirley o tu hermana, será nuestro secreto. Si lo dices soltarás a todos los monstruos que viven bajo tu cama en las noches y al fantasma de tu madre, si lo dices llamarás a todos los fantasmas del bajo mundo ¿No quieres eso verdad? ¿Qué regrese tu mamá a espantar a ti y a tu familia? Tío Eddie se agacha para verme directamente a los ojos y casi puedo ver a los fantasmas y monstruos escondidos debajo de sus ojos, estoy petrificada de miedo y necesito ir al baño.

    Yo...yo necesito ir al baño, necesito orinar, aprieto mis labios con tanta fuerza que empiezo a sentir mi propia sangre. ¡De prisa Jenny, las otras niñas están esperando para que las busquemos, rápido!. Tío Eddie se sentó en el sofá azul y se me quedó viendo con sus dientes chuecos, feos y amontonados. De prisa no tenemos mucho tiempo para jugar este juego. Tío Eddie me hace señas con su mano para que me siente junto a él al mismo tiempo que se recuesta en el sofá.

    Al terminar de lavarme las manos, me tomé el tiempo suficiente para secarme con la toalla de mano, que se encuentra colgada en el toallero que tiene la forma de los cuernos de un impala y se encuentra incrustado en la pared del baño. Lentamente me preparo para regresar con Tío Eddie que me está esperando sentado en el sillón azul de la sala.

    ¡Está bien Jenny, ...que rápido!; Así es como se juega, tienes que cerrar tus ojos, no está permitido que mires nada; ¿Entiendes?, primero ven conmigo y siéntate en mi rodilla para que yo pueda explicarte las reglas del juego al oído, solo vas a sentir cosquillitas; te lo prometo, no te va doler en lo absoluto, a Shirley le fascina y estoy seguro que a ti también te va a gustar".

    No me quiero sentar en el regazo de Tío Eddie, pero estoy demasiado asustada para decirle no; tomé valor, cerré los ojos y me subí a su pierna, no quiero abrir los ojos; comienzo a sentir su respiración junto a mí, demasiado cerca como si estuviera corriendo para algún lado; puedo sentir su aliento cerca de mi cuello cuando recoge y acaricia mi larga cabellera rubia haciéndola a un lado. Siento sus labios posándose en mi cuello, besos dóciles, besos de mariposa, siento cosquillitas como él me había advertido.

    Después comienzo a sentir sus manos en mis piernas, acariciándolas lentamente subiendo mis pantaletas ¡suspiro! No está permitido hacer eso, mi madre me dijo que esa parte es privada. No te voy hacer daño, solo cosquillas Tío Eddie me susurra al oído con su cálido aliento en la penumbra de mi piel. No abras tus ojos, mantenlos cerrados, no veas nada, podemos contar hasta cien y luego vamos por tus amigas. Uno..., dos..., tres... Tío Eddie comenzó a contar hasta cien mientras sus manos acariciaban suavemente mis piernas hasta llegar al borde de la costura del elástico que sujetan mis pantaletas, uno de sus dedos   penetró mi parte más privada ¡suspiro! Yo intentaba seguir contando, pero simplemente no podía, Silencio (Sshhtt) me dijo y añadió todo está bien No tengas miedo, solo cuenta conmigo, diez..., once..., doce...y suavemente acarició mi parte más privada, no se siente tan mal, comienzo a respirar con normalidad; dieciocho..., diecinueve..., veinte...Tío Eddie continúa murmurando, pero sin avisarme me deja de hacer cosquillas para introducir  su

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