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¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol...!
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¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol...!

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Décimo libro. Diez epígrafes. "Saber de fútbol" era un objetivo irrenunciable desde niño cuando jugaba en las calles de Tejares (Salamanca). El fútbol tiene muchas caras, siempre abierto a infinitas soluciones. Cuando aprendes, el ánimo se enciende y rejuvenece el espíritu. "Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas", decía Albert Schweitzer.
Un ilustre jubilado, Mike Oldfield reflexionó: "Aunque llevo tantos años, a veces no sé qué escribir. Siempre estoy tratando de crear… No creo que se necesite ir a la escuela para aprender nada. El ser humano es una criatura muy inteligente. Aprendemos mediante la experiencia. No hay otra forma".
El profesor Julio Garganta (Universidad Oporto) nos sitúa: "La gran revolución en el fútbol pasará por la humanización del entrenamiento y de la competición, lo que irá trascendiendo sobremanera, las dimensiones táctica y metodológica…El entorno actual de los futbolistas requiere un sistema de autoridad humanizado, los jefes coercitivos son cada vez menos aceptados…"
Con el espíritu de "Las reglas del emperador", Tang Taizon, sinteticé algunas ideas de Cruyff, Michels, Menotti, Bilardo, Maturana, Helenio Herrera, Luis Aragonés, Sacchi, Ferguson, Vicente del Bosque y el periodista Dante Panzeri… También hice caso al fisiólogo Ivan Pavlov: "Nunca pienses que lo sabes todo. Por muy alto que te valores, ten siempre el coraje de decirte a ti mismo: soy un ignorante". Malcolm Forbes me alarmó: "La gente más tonta que conozco es la que lo sabe todo".
Luis Alejandro Díaz Zuluaga, doctor en literatura futbolística: "No he intentado todavía escribir sobre fútbol, pero creo que también puede ser muy difícil si no hay pasión". ¿Y quién escribe literatura de fútbol? – "¡Un soñador!".
LanguageEspañol
Release dateJan 15, 2018
ISBN9788416496334
¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol...!

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    ¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol...! - Manuel Rodríguez García

    Décimo libro. Diez epígrafes. «Saber de fútbol» era un objetivo irrenunciable desde niño cuando jugaba en las calles de Tejares (Salamanca). El fútbol tiene muchas caras, siempre abierto a infinitas soluciones. Cuando aprendes, el ánimo se enciende y rejuvenece el espíritu. «Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas», decía Albert Schweitzer.

    Un ilustre jubilado, Mike Oldfield reflexionó: «Aunque llevo tantos años, a veces no sé qué escribir. Siempre estoy tratando de crear… No creo que se necesite ir a la escuela para aprender nada. El ser humano es una criatura muy inteligente. Aprendemos mediante la experiencia. No hay otra forma».

    El profesor Julio Garganta (Universidad Oporto) nos sitúa: «La gran revolución en el fútbol pasará por la humanización del entrenamiento y de la competición, lo que irá trascendiendo sobremanera, las dimensiones táctica y metodológica…El entorno actual de los futbolistas requiere un sistema de autoridad humanizado, los jefes coercitivos son cada vez menos aceptados…»

    Con el espíritu de «Las reglas del emperador», Tang Taizon, sinteticé algunas ideas de Cruyff, Michels, Menotti, Bilardo, Maturana, Helenio Herrera, Luis Aragonés, Sacchi, Ferguson, Vicente del Bosque y el periodista Dante Panzeri… También hice caso al fisiólogo Ivan Pavlov: «Nunca pienses que lo sabes todo. Por muy alto que te valores, ten siempre el coraje de decirte a ti mismo: soy un ignorante». Malcolm Forbes me alarmó: «La gente más tonta que conozco es la que lo sabe todo».

    Luis Alejandro Díaz Zuluaga, doctor en literatura futbolística: «No he intentado todavía escribir sobre fútbol, pero creo que también puede ser muy difícil si no hay pasión». ¿Y quién escribe literatura de fútbol? – «¡Un soñador!».

    Salamanca, enero 2018.

    logo-ushuaiaed.jpg

    ¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol...!

    Manuel Rodríguez García

    www.ushuaiaediciones.es

    ¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol...!

    © 2018, Manuel Rodríguez García

    © 2018, Ushuaia Ediciones

    EDIPRO, S.C.P.

    Carretera de Rocafort 113

    43427 Conesa

    info@ushuaiaediciones.es

    ISBN edición ebook: 978-84-16496-33-4

    ISBN edición papel: 978-84-16496-32-7

    Primera edición: enero de 2018

    Diseño y maquetación: Dondesea, servicios editoriales

    Ilustración de cubierta: © Twobee/Shutterstock.com

    Todos los derechos reservados.

    www.ushuaiaediciones.es

    Contenido

    PREÁMBULO

    INTRODUCCIÓN

    2. Apología del fútbol

    3. Futbolandia: Ensoñaciones, realidades y virguerías del fútbol

    4. Evidencias y paradojas del fútbol

    5. De fútbol y de hombres

    6. Esplendor en la hierba. ¡Por un fútbol emocional, sin zancadillas…!

    7. Fútbol bueno ≠ Jogo bonito

    8. Un fútbol «deconstruido»

    9. El fútbol y «la opinática»

    10. ¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol…!

    EPILOGO

    El autor

    PREÁMBULO

    Al llevar a término este décimo ensayo de fútbol, debía repasar la línea emprendida en 2009 con mi primer libro «La Ignorática y el fútbol», valorando el bagaje acumulado. Cada temporada, el fútbol fue aportando una serie de avances, o retrocesos, me dediqué a sintetizar, profundizando en mi particular crónica social futbolística, observando hechos y formas desempeñados por los distintos equipos, entrenadores, jugadores y aficionados…

    He constatado con el tiempo que se aprende mucho más de fútbol después de haber reflexionado y expuesto distintos enfoques en diez libros con más de mil capítulos. El estudio, el análisis e investigación de temas, más o menos controvertidos, ha generado puestas en escena de actualidades futbolísticas con el máximo desapasionamiento mental. Por otra parte, conté con colaboraciones de expertos porque se atrevieron a comunicar sus propias ideas en público.

    Siempre he opinado que, si los futbolistas escribieran sus propias experiencias particulares y sus ideas, interiorizarían más sus vivencias, sus modos, sus pensamientos, sus reflexiones futbolísticas. Solo con que realizasen dichas actuaciones podrían mejorar su nivel profesional.

    El título de este décimo libro es una manifestación pública de que me mantengo en estado permanente de aprendizaje, con esa actitud aprecio aspectos que antes no veía en el fútbol. De ahí que me exprese abiertamente: «Cuando sea mayor quiero saber de fútbol».

    Siempre fue una constante, en mis manifestaciones escritas, que nadie lo sabe todo sobre el fútbol. Con ese talante, sigo disfrutando del juego cada vez más complejo. Para mí, el fútbol es lo que ocurre en el partido… Ese acopio de experiencias futbolísticas, sin embargo, no han acabado de llenar mi mochila de los suficientes conocimientos, de las experiencias añadidas que el tiempo suma, de ahí que siga aspirando a encontrar nuevas enseñanzas que me gusta compartir.

    Ese afán irrenunciable, con esta publicación, es una muestra… Sin olvidarme de lo que el fisiólogo Ivan Pavlov expresó: «Nunca pienses que lo sabes todo. Por muy alto que te valores, ten siempre el coraje de decirte a ti mismo: soy un ignorante»

    INTRODUCCIÓN

    Décimo libro. Estructurado en diez epígrafes coincidentes, cada uno de ellos, con el título correspondiente a los ensayos editados desde 2009. «Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro». (Aldous Huxley).

    En todos ellos cumplí distintos objetivos, manteniendo un hilo conductor, acumulando ideas futbolísticas hasta el punto de exclamar: «¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol…!».

    Por más que averiguo, que reflexiono, que estudio, que escribo, que ideo, el fútbol sigue siendo inagotable en sus distintas versiones y visiones, cualquiera que fuera el enfoque emprendido…

    Siempre aseguré que «Mientras el fútbol no sea perfecto seguirá progresando», una insistencia permanente sobre cualquiera de las tendencias aportadas al fútbol para que éste siga proyectándose. Mis aportaciones a la crónica social futbolística, relativa a la temporada 2016/17, con este décimo esfuerzo, han complementado mis permanentes deseos de aprender con un irrenunciable afán de descubrimiento…

    «La ignorancia no es «no saber»; sino «no querer saber» (Anónimo), he seguido insistiendo en mi idea predominante de un «fútbol mental» más que de un «fútbol geométrico» o «matemático» que otros han descubierto acumulando datos estadísticos cuantitativos y menos cualitativos.

    Sigo siendo partidario de un «fútbol humanizado» referido a futbolistas, así como a entrenadores y directivos; incluido el periodismo y los aficionados… Ya aparecen influencias, revestidas de modernismo, para que el fútbol se robotice en la concepción del Reglamento de juego que, en un principio, me pone a la defensiva; si bien estaré siempre abierto a cualquier mejora razonable…

    Queriendo saber de fútbol, una vez más me apoyé en el experto en aprendizaje Ken Robinson que me iluminó otras veces, como ya ocurriera con José Antonio Marina; o pensadores de esta talla tan prolíficos en su labor formativa. Aunque no es un especialista de fútbol, Ken Robinson me animó en «El Elemento» a «Descubrir tu pasión lo cambia todo». Y a fe que lo ha conseguido: «Todos tenemos habilidades e inclinaciones que pueden servirnos de estímulo para alcanzar mucho más de lo que imaginamos. Entender esto lo cambia todo». (…) «Estar en nuestro «Elemento» depende de que descubramos cuales son nuestras habilidades y pasiones personales».

    «Lo que los hace especiales es que han descubierto lo que les encanta hacer y están haciéndolo. Han encontrado su «Elemento». Según mi propia experiencia, la mayoría de las personas no lo han descubierto». (…) «La mayoría de la gente tiene una percepción muy limitada de sus propias capacidades naturales». (…) «Todos nacemos con una capacidad extraordinaria para la imaginación, la inteligencia, las emociones, la intuición, la espiritualidad y con conciencia física y sensorial. En la mayoría de los casos solo utilizamos una mínima parte de estas facultades, y algunas personas no las aprovechan en absoluto. Hay mucha gente que no ha descubierto su «Elemento» porque no conoce sus propias capacidades».

    Estoy convencido de que, si no me hubiera puesto a escribir mi primer libro de fútbol, mis ideas estarían por ahí archivadas, huérfanas, perdidas, o amontonadas en algún lugar de la memoria, quizás revoloteando sin orden ni destino cierto y, por supuesto, no compartidas… «Creemos que nuestra mente, nuestro cuerpo y los sentimientos y las relaciones con los demás funcionan de manera independiente, como sistemas separados… La gente parece creer que la vida es lineal, que nuestras capacidades menguan a medida que nos hacemos mayores y que las oportunidades que desaprovechamos las perdimos para siempre». Después de una vida laboral densa, desde la época de futbolista casi juvenil y luego de entrenador amateur, además de espectador y redactor de artículos sobre fútbol, fue en 2009 cuando me atreví a publicar mi primer ensayo futbolístico ordenando muchas de las ideas latentes y agolpadas en mi personal repositorio.

    Había colaborado, esporádicamente, en periódicos y revistas como «Salamanca Actualidad», donde su director Amador Vicente me animó a escribir sobre lo divino y lo humano del fútbol. Fue una manera profesional de poner orden mental en mi fútbol soñado. «No sabemos lo que podemos llegar a ser hasta que no sepamos lo que somos capaces de hacer» (…) «Para estar en tu «Elemento» necesitas algo más; apasionarte» (…) «Las personas que están en su «Elemento» encuentran gran deleite y placer en lo que hacen». Pero, claro, no voy a transcribir aquí todo el texto de Ken Robinson quedándome con lo fundamental: «Las personas también pueden mejorar su puntuación mediante el estudio y la práctica». La escritura sistemática en asuntos de fútbol me ha permitido crear distintos enfoques…

    Por todo ello me atrevo a aconsejar a los jóvenes que no pretendan ser Messi o Ronaldo, porque ese nivel no se consigue sólo con una práctica de muchas horas y días de aprendizaje práctico sino se tiene su talento y voluntad. No obstante, un joven de 15 años puede progresar de manera sistemática si se empeña en hacer mejor lo que ya hace bien. Y no debe frustrarse porque no llegue a superar a jugadores inalcanzables aunque practique día y noche. Por el contrario, deben comprender la necesidad de acumular mejoras, trabajando de manera permanente y sabiendo que su inteligencia futbolística irá creciendo con el entrenamiento, a su vez poniéndose objetivos tangibles en la superación de sus desempeños.

    Y, por supuesto, «No basta saber, sino también aplicar el saber; no basta querer, es preciso obrar». (J.W. Goethe).

    1. La Ignorática y el fútbol

    Fue mi primer libro, editado en 2009.

    Con él creí que me había vaciado, que había dicho ya todo sobre el fútbol que me encantaba resaltar… «No hay nada que no pueda ser mejorado» (C. W. Barron).

    Y no era consciente de que el espíritu de «La Ignorática» me conduce a todo lo contrario: «¿Sabemos qué es aquello que no sabemos? Difícil respuesta por cuanto no sabemos con precisión ni lo que sabemos».

    Con la ciencia inexistente de «La Ignorática», Giovanni Papini proponía que «se debería ocupar de todo aquello que actualmente desconocemos». Lo cual me alentó en una búsqueda continua…

    Algo parecido a lo que ya propugnaba Aníbal, 218 años antes de Cristo: «Encontraremos un camino y si no, lo haremos».

    En el siglo XII, Ahmed el Bedavi, insistía a sus discípulos: «Debéis aprender cómo enseñar. Debéis enseñar a la gente cómo aprender. Y, antes que eso, deberéis enseñarla que todavía hay algo que aprender. Conocimiento sin especial capacidad para enseñar no es la misma cosa que conocimiento y capacidad».

    Ya en 2009 perseguía «saber de fútbol», poniendo mucho énfasis en comunicar lo que ya sabía con mi humilde afán de compartir. Y escribí sobre lo que creí que sabía, descubriendo que eran muchas las preguntas sin respuesta que me embargaban.

    Tenía una pelea continua, intelectual, sobre la reiteración pública de la idea que «en el fútbol ya está todo inventado», a mí me parecía un pensamiento «paralizante».

    He criticado mucho a los entrenadores de fútbol porque no se atreven a escribir un mero artículo o un libro con sus ideas básicas para que transmitan sus conocimientos. Mirando ahora hacia atrás, he descubierto que el fútbol, intrínsecamente, es bello y dispone de muchas ramificaciones para disfrutarlo y ser feliz.

    Sigo insistiendo en este primer epígrafe y capítulos que «¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol…!»; interesándome por Lopetegui en su función de seleccionador; comentando algunas experiencias recientes de fútbol, y cuestionando la labor presente de las canteras de Barcelona o Real Madrid si no aportan valores al primer equipo; tanto como vislumbrar sobre ese fútbol agazapado que sigue ostentando pocos equipos de la Liga española; y filosofando sobre si el fútbol es un espectáculo para disfrutar o un trabajo cansado para el espectador…

    Al fin y al cabo, una manera de profundizar en los aspectos que nos acerque a reflexionar sobre un nuevo fútbol… Por supuesto, a estas alturas, sigo compartiendo con Confucio: «Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber».

    1.1. ¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol…!

    «El buen juicio nace de la buena inteligencia y la buena inteligencia deriva de la razón, sacada de las buenas reglas; y las buenas reglas son hijas de la buena experiencia: madre común de todas las ciencias y las artes». (Leonardo Da Vinci).

    En «La Ignorática y el fútbol» me pregunté numerosas veces ¿dónde está el conocimiento único del fútbol? Y me centré, ilusoriamente, sobre «La Ignorática» (ciencia inexistente) para que se ocupase de todo lo que desconocía del fútbol. Me sigo encontrando con gentes que aseguran «Todo está inventado ya en el fútbol», mientras que sigo navegando en un mar de incomprensiones. Aquella idea inmovilista hay que superarla todos los días queriendo aprender porque, en realidad, no sabemos lo que sabemos ni siquiera lo que ignoramos. «El cerebro necesita emocionarse para aprender», explica José Ramón Gamo, neuropsicólogo infantil y director del Máster en Neurodidáctica de la Universidad Rey Juan Carlos. El fútbol me interesa (Químicamente puro) aunque es difícil huir de la propaganda. Les invito a entusiasmarse y compartir mis vivencias porque he descubierto que ¡Yo, de mayor, quiero saber de fútbol…!

    Son ya muchos años viendo fútbol, jugándolo, entrenándolo, analizándolo, observándolo, buscando soluciones intelectuales de amplio espectro, eso sí, con mentalidad amateur. Aún busco enseñanzas del fútbol, tratando de descubrir potencialidades inéditas de los técnicos en general, de médicos, psicólogos, fisiólogos y otros especialistas. Pero sobre todo de los futbolistas. Y me sorprende que los profesionales estén cada vez más confundidos…

    El fútbol no tiene vuelta de hoja, el fútbol son los futbolistas por más protagonistas que incorporemos a los organigramas. Moisés Ruiz escribió: «El futbolista, cualquier demarcación que ocupe en el campo, ya sea portero, delantero, defensa o centrocampista es un creador de emociones… En el campo, el aficionado se deja guiar, entra en el túnel emocional, queda a merced de la jugada, del futbolista…». Una vez finalizado el «Europeo2016» de Francia se pondrán en juego las distintas Ligas internacionales 2016/17 y estamos deseando que las competiciones comiencen. La vorágine de los fichajes ya comenzó, ahora me gustaría degustar entrenamientos a puerta abierta, sin tapujos, sin misterios, sin falsas expectativas… Porque, para mí, el fútbol de los equipos es muy superior al de las selecciones, aportan muchas más novedades futbolísticas, evoluciones y tendencias de futuro…

    Será interesante comprobar que en España no solo juegan Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid… Confío que el Valencia resurja; también que el Sevilla aporte entusiasmo y más calidad atacante de la mano de Sampaoli; ya me gustaría que el Villarreal siga jugando bien y no se desinfle hasta el punto de perder treinta puntos respecto al primero; confío en que el Betis renueve bien su plantilla y esté ahí «manque pierda» siendo un equipo más competitivo con su nuevo entrenador Poyet; espero que el Athletic de Bilbao consolide a sus jóvenes y compita con más alternativas; percibo que el Málaga mostrará las excelentes capacidades de su entrenador Juande Ramos para formar equipos competitivos; del mismo modo que el Granada tendrá que asimilar el estilo siempre arriesgado de Paco Jémez; así como Berizzo mantenga su excelente juego y eficiencia competitiva con el Celta de Vigo; o que la Real Sociedad de Eusebio normalice su rendimiento después de las dudas del año pasado; igual que me gustaría que Las Palmas añadiera agresividad a su excelente juego corto con balón; etcétera…

    Y en Europa aparece un foco muy luminoso en Manchester, entrarán en confluencia dos estrellas como José Mourinho que gestionará al United y Pep Guardiola que dirigirá al City. Del mismo modo, Conte se incorpora al Chelsea aportando sabia nueva y Kloop repetirá en el Liverpool para mejorarlo en el segundo año con su estilo agresivo; o Ancelotti que continuará la labor en el Bayern de Münich en un Campeonato alemán siempre pujante; o Unai Emery que intentará crecer con su equipo el P.S.G… Y surgirán mejoras aflorando nuevos entrenadores en España, Francia, Alemania, etc., aunque cuesta identificarlos porque aún no llegaron a grandes equipos, al fin y al cabo, formadores de las futuras figuras futbolísticas…

    (21. julio. 2016)

    1.2. ¿Julen Lopetegui es una herencia de Del Bosque…?

    «Y la cultura es continuidad. La creación, su contrario, es ruptura». (Pierre Rey).

    Vicente Del Bosque cumplió su ciclo en la Selección española con éxitos importantes («Mundial 2010» y «Europeo2012»), aunque la memoria es muy corta y tendemos a quedarnos con las últimas impresiones. Coincido con la recomendación de Del Bosque: «Tenemos que educar a la gente en la derrota». También decía el ex Seleccionador que «El partido ante Italia (Eurocopa 2016) ha sido el que más hemos preparado, de los 114 que hemos dirigido». Hizo una última reflexión: «Todas las cosas que tenía que hacer las he realizado… especialmente las que considero más importantes: representar al fútbol español y a la selección española, competir con la selección, elegir bien a los jugadores, etcétera».

    Julen Lopetegui ocupará el puesto de Del Bosque a partir de ahora. Éste señala: «Me parece muy bien la decisión que ha tomado el presidente… Ahora desear lo mejor para el nuevo seleccionador». Significando: «… dar buenas herramientas a los jugadores para que sea un equipo, que haya buena convivencia. Lo que debe hacer un entrenador». Y una precisión: «Tengo muy buenas relaciones personales con todos los que podían ser y no he querido influir. No era mi misión en ese momento». Y aventuró: «El nuevo seleccionador es el que tiene toda la autoridad. Tiene nuestra confianza y nuestro apoyo para que desarrolle su función de la mejor manera posible».

    El nuevo Seleccionador, Lopetegui, es un entrenador de fútbol con una corta trayectoria en otros clubes de fútbol. Pero es notable señalar que no perdió ningún partido con la Selección Sub21; perdió uno con la Sub20; y dos con la Sub19. La última experiencia en Oporto (dos temporadas) no fue gratificante y el presidente lo cesó con manifestaciones «negativas». Como Seleccionador de las inferiores practicó un modelo de dirección muy similar al de Vicente del Bosque: «Las selecciones son equipos menos entrenables, hay que optimizar el poco tiempo que se tiene. Queremos dar el toque que tiene el fútbol español. Hay que intentar mejorar las respuestas, los procesos defensivos y ofensivos y evolucionar para ser competitivos».

    Julen acepta que, salvo para engordar el curriculum, todo lo ganado anteriormente ya no vale para nada porque «en el fútbol se vive del presente». Anticipando: «Algunos de los jugadores han sido los mejores de la historia del fútbol español, han ganado títulos que nadie ha conseguido nunca, pero también deben entender que tienen que vivir del presente y de lo que aporten en la selección ahora. En eso nos centraremos. Que a los jugadores les ayude en el presente su magnífico pasado… si el jugador merece estar con nosotros por su rendimiento, lógicamente estará». (…) «Busco hacer una evolución, no una revolución».

    Ginés Meléndez, coordinador de las selecciones inferiores, asegura sobre Julen: «Está preparado. Mucho más de lo que se pueda pensar. Es un trabajador nato». Y los que han compartido vestuario valoran su seriedad, su inteligencia para compaginar su fuerte carácter… Incluso es hombre de consensos, lo habla casi todo y no se calla nada, leal, legal… En el banquillo vive cada acción, cada jugada, vive el partido de pie, metódico en el trabajo, maneja las nuevas tecnologías… Defiende al grupo como alma del vestuario.

    Jugadores como De Gea, Carvajal, Koke, Thiago, Bartra, Isco ó Morata elogian al nuevo Seleccionador. Otras opiniones señalan que ha sido un entrenador protegido por cierto grupo de comunicación. Lopetegui, con sus 50 años, pasó por el Castilla B en Segunda B; trabajó en el Real Madrid observando y analizando fútbol internacional; fracasó en el Rayo Vallecano en 2003/2004; y la gestión del Oporto estuvo condicionada por el resurgir de Benfica y Sporting de Lisboa. Al margen de datos biográficos, en su nueva misión tendrá que reflexionar como Walter Benjamín «¿Qué valor tiene toda la cultura cuando la experiencia no nos conecta con ella?».

    Personalmente, como siempre me ocurre con el resto de entrenadores, estaré a favor de Lopetegui y mi objetividad no me permitirá callarme aspectos de los que discrepe. Pero siempre alejado de partidismos…

    (23. julio. 2016.)

    1.3. La utilidad de las mejores experiencias

    «Las sensaciones no son las únicas integrantes de la experiencia. Los pensamientos son tan experimentales como las sensaciones, y tan vitales para la experiencia». (Samuel Alexander).

    Raul ya dejó el fútbol jugado y entró en la «cofradía» del fútbol pensado. Ahora se especula con su carrera futura, de entrenador, de directivo, de gestor, de embajador de la Liga Profesional… Ordena ideas y masculla futuros, su experiencia requiere continuidad en el mundo futbolístico español. Recientemente le preguntaban. «¿Precisión o elegancia?». Y Raúl elegía la «elegancia», precisamente uno de los déficits que podríamos achacarle a su estilo de jugar pues sus virtudes prácticas eran otras, sobre todo la eficiencia… Haciendo buena la frase de Giorgio Armani: «La elegancia es la coherencia. Si no sabemos mirarnos nunca lograremos ser coherentes. Somos lo que somos, no lo que nos gustaría».

    También reflexionó sobre su modelo de club en el que dispondría siempre de un director deportivo, mientras se apresura a decir que el Real Madrid fue Campeón sin esa figura… Del mismo modo, asegura sobre el Real Madrid que «once entrenadores en trece años son muchos». Resumió: «No tengo claro mi futuro». También aseguró que lo de Zidane «fue una sorpresa» aunque opinó que «está capacitado». Y matizó: «Al principio no veía a Zidane como entrenador… ves que a unos les gusta más y otros te sorprenden… se le va viendo más cómodo… va a seguir consiguiendo éxitos». Y es drástico en la típica comparación entre Bale y Cristiano: «No sé por qué uno debe estar por encima del otro. El uno necesita al otro y ellos al resto de jugadores».

    Me agradó que incidiera: «… todo el mundo sabe mucho del Madrid y el Barça porque son dos marcas mundialmente conocidas. Pero la Liga como tal tiene mucho recorrido. Hay que trabajar y sembrar. La Liga no es sólo Madrid y Barça, ahora ha irrumpido con fuerza el Atlético, el Sevilla, que ha ganado tres «Europa League»,

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