Cómo puedes llegar a ser un cristiano fuerte

Capítulo 1

Qué significa ser un cristiano fuerte

Una palabra final: SEAN FUERTES EN EL SEÑOR y en su gran poder.

Efesios 6:10 NTV

A lo largo de la Biblia, a los cristianos se nos exhorta a ser fuertes. Verás que la frase «sean fuertes» aparece muchas veces a lo largo de la Biblia. Para ser fuerte, debes fortalecerte. Muchos cristianos tienen un cuerpo fuerte, son fuertes en la política, son fuertes en materias académicas, son fuertes en los negocios, son fuertes en sus relaciones, pero no son fuertes en el Señor. Dios está enfatizando que debes ser fuerte en el Señor. 

Ser fuerte en el Señor es ser un cristiano fuerte. Muchas personas llegan a conocer al Señor, pero nunca se fortalecen en el Señor. Siguen siendo debiluchos espirituales por el resto de su vida. Este libro te enseñará cómo llegar a ser un buen cristiano fuerte. Hay varias cosas que caracterizan a un buen cristiano fuerte. Tu meta debe ser desarrollar todos estos atributos si quieres ser un buen creyente fuerte. Para ser un cristiano fuerte debes desarrollar espiritualidad, fervor, madurez, santidad y firmeza en el Señor. 

Hay diferentes áreas de tu vida que deben desarrollarse si has de ser llamado un cristiano fuerte. Todo este libro trata sobre cómo desarrollar estas áreas que te convierten en un cristiano fuerte. Las nueve áreas que necesitas desarrollar si quieres ser fuerte en el Señor están enumeradas a continuación:

1. Ser un cristiano fuerte es desarrollar una vida cristiana más profunda. 

Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

Salmos 42:7

2. Ser un cristiano fuerte es volverte firme. 

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

1 Corintios 15:58

3. Ser un cristiano fuerte es volverte constante. 

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

1 Corintios 15:58

4. Ser un cristiano fuerte es volverte espiritual.

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.

1 Corintios 3:1

5. Ser un cristiano fuerte es volverte santo. 

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Hebreos 12:14

6. Ser un cristiano fuerte es volverte maduro.

Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.

Efesios 4:14

7. Ser un cristiano fuerte es siempre mostrar celo en lo bueno. Ser fuerte en el Señor es estar lleno de celo.

Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros.

Gálatas 4:18

8. Ser un cristiano fuerte es volverte fructífero.

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y LLEVÉIS FRUTO, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.

Juan 15:16

9. Ser un cristiano fuerte es estar dispuesto a ir al encuentro de tu Dios en cualquier momento. 

Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.

Amós 4:12

Seis razones por las que debes fortalecerte

1. Fortalécete para que puedas vencer al maligno.

Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, PORQUE SOIS FUERTES, y la palabra de Dios permanece en vosotros, Y HABÉIS VENCIDO AL MALIGNO.

1 Juan 2:14

El maligno no es un debilucho. Solo cuando eres fuerte es cuando puedes vencer al maligno. Si juegas con el enemigo, tú tendrás la culpa. Pelear con Satanás es pelear con un guerrero experimentado que ha visto muchas batallas. El diablo ha peleado con muchos cristianos a través de los años. Tiene experiencia en destruir y tentar a los cristianos. El diablo estaba vivo cuando Jesús estuvo vivo. Él no es novato, ¡pero tú sí! Levántate y fortalécete para que derrotes al maligno. 

Cuando yo estaba en secundaria, los alumnos mayores me acosaban. Pasé por todo tipo de torturas y castigos que me imponían los que iban un año más adelante que yo. Durante ese tiempo, me di cuenta de la profunda maldad que existía en el corazón de la humanidad. Esos chicos de trece y catorce años ejercían poder supremo sobre mí porque daba la casualidad de que iban un año más adelante. 

A veces me pedían que hiciera lo que ellos llamaban el «baile del mono». Otras veces me aplicaban el castigo de la «Torre de Libertad». A veces, tenía que fregar inodoros y regaderas hasta las 3 a.m. A veces tenía que cargar varias cubetas de estiércol una distancia de cinco kilómetros. A veces me pedían que hiciera guardia y matara cualquier mosquito que volara cerca de la cama. Otros castigos concurrentes incluían comer gari (hojuelas de mandioca) y tabletas machacadas de quinina amarga. Durante varios meses, padecí a manos de estos malvados alumnos mayores. Un día, me fijé que a uno de mis compañeros nunca lo llamaban, nunca lo enviaban a ningún lado, ¡nunca lo hostigaban y nunca lo castigaban! ¡Y sabía por qué! ¡Era mucho más grande y fuerte que los alumnos mayores! Este compañero de clase era más grande, más fuerte y mayor que el resto de mi clase, y los alumnos de los años superiores realmente le tenían miedo. Él podría haberles dado una paliza a cualquiera de ellos en un instante. 

Hubo veces en las que los alumnos mayores gritaban: «¡Un muchacho chaparro!». Esto quería decir que todos los alumnos más jóvenes teníamos que correr hacia los alumnos mayores que habían llamado a «Un muchacho chaparro!». Todos corríamos pero el muchacho mayor, más grande y más fuerte ignoraba totalmente a los alumnos mayores, y seguía haciendo lo que estaba haciendo. Nadie se atrevía a pedirle nada. ¡Le temían porque era demasiado fuerte! Pero yo no era fuerte. Era débil, y me podían golpear y castigar con facilidad. Era una buena presa para esos malvados y despiadados alumnos mayores. Ojalá hubiera podido ser tan fuerte como mi compañero grande y musculoso. 

¡Fue entonces cuando aprendí la importancia de la fuerza! Cuando eres fuerte, los malvados se ven forzados a dejarte en paz. Los malvados saben que los derrotarás. Satanás ni siquiera se atreverá a comenzar un problema porque sabe que no terminará bien para él. Debes ser fuerte porque, de lo contrario, cuando algo más fuerte que tú venga en tu contra, te vencerá y te destruirá. 

Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.

Lucas 11:21-22

¡Esta debería ser la mejor motivación para que te fortalezcas! Conforme te fortaleces, el maligno se ve forzado a dejarte en paz porque sabe que muchas tentaciones simplemente no funcionarán contigo. ¡Sé fuerte en el Señor! 

2. Debes fortalecerte en el Señor porque tu enemigo está planeando atacarte otra vez. 

Y mató cada uno al que venía contra él; y huyeron los sirios, siguiéndoles los de Israel. Y el rey de Siria, Ben-adad, se escapó en un caballo con alguna gente de caballería.

Y salió el rey de Israel, e hirió la gente de a caballo, y los carros, y deshizo a los sirios causándoles gran estrago.

Vino