Alcaldeando: Las enseñanzas de liderazgo de un alcalde
()
About this ebook
Alberto Ruiz de Azua, que ha sido alcalde durante doce años y hoy sigue vinculado a la administración local en un gran ayuntamiento como es el de Bilbao, nos descubre los retos y las enseñanzas que le han proporcionado una de las aventuras más apasionantes de nuestra sociedad democrática: ser alcalde o, como él mismo dice, "alcaldear".
"Si tienes vocación y oportunidad de ejercer el liderazgo en cualquier ámbito de la vida, este manual va a resultarte muy útil". José Ángel Cuerda (Alcalde de Vitoria-Gasteiz durante 20 años)
Related to Alcaldeando
Related ebooks
Nuevo Chile, acción colectiva y tejido social. Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa ciudad autosuficiente: Habitar en la sociedad de la información Rating: 4 out of 5 stars4/5Planeación Para El Desarrollo Municipal: (Manual) Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTerritorio, crecimiento y poder político en la historia económica de Colombia Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl futuro pasado: Para transformar el presente, hay que cambiar el futuro. Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsRigor y vigor en los estudios de gobierno y políticas públicas: diseño, análisis y exposición Rating: 4 out of 5 stars4/5Desempeño financiero y económico de las EPS del Régimen Contributivo y otros actores de la seguridad social en salud en Colombia Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsGobernanza y reforma internacional tras la crisis financiera y económica:: el papel de la Unión Europea Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsMedellín. Tres casos de estudio de sostenibilidad urbana a escala barrial Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsCapacidad institucional y desempeño en los organismos públicos del agua de Hermosillo y Mexicali Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa capacidad de respuesta estatal a la voluntad ciudadana como indicador de gobernanza en la calidad de la democracia participativa Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsOrdenar el territorio: Una mirada a través de las víctimas del conflicto, el caso de Mocoa (Putumayo) Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPolíticas públicas para el desarrollo municipal Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPolíticas públicas Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsReencuentro. La izquierda y el liberalismo político: Un proyecto de la modernidad mexicana Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsResumen de Focused Energy de Paul Strebel Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsComplejidad, inteligencia artificial y evolución en la gestión pública Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsMiradas territoriales a los estudios urbano-regionales Rating: 5 out of 5 stars5/5Estados Unidos: Política interna y tendencias globales Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsAntología del Desarrollo Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa dimensión ética de la responsabilidad social Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsLa mirada estratégica del líder: Hacia un nuevo liderazgo Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsDemocracias robotizadas: El espacio del aula como discurso Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPresupuesto participativo en las universidades nacionales Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsEl presupuesto participativo: Orígenes, transformaciones y limites a partir de diversas experiencias locales Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsTeoría del Mundo Bipolar:El Camino Hacia el Comunismo Encontrado en la Estructura Evolutiva de la Historia Mundial Rating: 0 out of 5 stars0 ratingsPolíticos, técnicos y comunidades: Una visión institucionalista del urbanismo social en Medellín Rating: 0 out of 5 stars0 ratings
Politics For You
La Política Rating: 4 out of 5 stars4/5Los cárteles no existen: Narcotráfico y cultura en México Rating: 4 out of 5 stars4/5Resumen de Las 48 Leyes del Poder, de Robert Greene Rating: 3 out of 5 stars3/5Literatura infantil Rating: 4 out of 5 stars4/5Lo que pasó Rating: 3 out of 5 stars3/5Illuminati: los amos que controlan el mundo Rating: 4 out of 5 stars4/5Cómo Invertir En El Mercado De Valores Para Principiantes Rating: 4 out of 5 stars4/5La batalla cultural: Reflexiones críticas para una Nueva Derecha Rating: 4 out of 5 stars4/5Las 50 leyes del poder en El Padrino Rating: 4 out of 5 stars4/5El poder: Un estratega lee a Maquiavelo Rating: 5 out of 5 stars5/51984 Rating: 5 out of 5 stars5/5La gran adicción Rating: 4 out of 5 stars4/5Las venas abiertas de América Latina Rating: 5 out of 5 stars5/5Historia de la corrupción en el Perú. Tercera edición Rating: 5 out of 5 stars5/5Trastornos de la alimentación Rating: 5 out of 5 stars5/5La rebelión de las masas Rating: 3 out of 5 stars3/5Psicología de las masas Rating: 5 out of 5 stars5/5El Manifiesto comunista Rating: 4 out of 5 stars4/5Los doce apóstoles de la economía peruana: Una mirada social a los grupos de poder limeños y provincianos Rating: 5 out of 5 stars5/5La enfermedad de escribir Rating: 4 out of 5 stars4/5Dignos de ser humanos: Una nueva perspectiva histórica de la humanidad Rating: 4 out of 5 stars4/5La experiencia de leer Rating: 5 out of 5 stars5/5Confesión Rating: 5 out of 5 stars5/5La teoría del derecho de Hans Kelsen Rating: 4 out of 5 stars4/5Generación idiota: Una crítica al adolescentrismo Rating: 5 out of 5 stars5/5Comercio internacional Rating: 4 out of 5 stars4/5
Reviews for Alcaldeando
0 ratings0 reviews
Book preview
Alcaldeando - Alberto Ruiz de Azua
1
Ante un nuevo escenario vital
Debo suponer, querid@ lector@, que siendo afiliada, simpatizante de algún partido político o una simple mortal más de a pie de los millones que hay en el mundo con ganas de cambiar las cosas, alguien de tu Partido, afín a tus ideales o una amiga inquieta con la que compartes sueños te ha podido proponer formar parte de una candidatura a unas elecciones –pongamos que municipales– y has aceptado, tentada por ese inocente, sano y utópico romanticismo que nos hace preocuparnos por intentar aportar nuestro granito de arena a ese otro mundo que piensas que no sólo es posible sino necesario.
Pues bien, creo estar en condiciones de garantizarte que no sabes bien lo que has hecho y que alguien debe hablarte claro y contarte, siquiera brevemente, qué es lo que te espera, a qué retos te vas a enfrentar, y qué debes hacer para sobrevivir a tan heroica empresa.
Para empezar, vas a tener que sacrificarte al menos durante unas cuantas semanas previas, y luego también en la campaña electoral, ayudando y colaborando a elaborar el programa electoral, pateándote el pueblo, haciendo reuniones y presentaciones públicas. Normalmente colaborarás de buena gana y con ilusión porque te sentirás valorada entre tu propia gente al haber sido elegida para formar parte de la candidatura. Pero no eres consciente aún de todo lo que se te puede venir encima.
Si como resultado de las elecciones tienes la suerte de ser elegido/a cargo público, lo normal es que te encuentres con un mundo nuevo que no dominas y que incluso te puede dominar él a ti si es que no estás bien prevenido o preparada para lo que se te avecina.
Y si para mayor gloria tuya y de tu familia, tienes que asumir la alcaldía o responsabilidades de gobierno como delegada de algún área, te va a tocar lidiar con temas muy sensibles, a veces bajo mucha presión; en ocasiones vas a sentirte sola; tendrás que tomar decisiones, algunas muy comprometidas; y te verás obligada a gestionar conflictos que te quitarán el sueño y que te llegarán a afectar de tal manera que necesitarás tener y mantener un buen grado de madurez y equilibrio físico y emocional para poder minimizar las consecuencias y el desgaste que suponen el ejercicio de una función tan noble pero tan exigente, que requiere una dedicación tal que es sólo conocida y reconocida por quienes hemos pasado por la experiencia. Y si para colmo eres mujer ¡qué quieres que te cuente!
Pero te preguntarás: ¿y las satisfacciones? Pues son las justas. Y además muy efímeras, porque para cuando eres consciente de haber conseguido algún logro y decides celebrarlo, te está entrando otro problema por la puerta de tu despacho –si es que tienes– o lo que es peor, por la puerta de tu casa.
Tres nuevos frentes (se abren ante ti)
Ya te advierto desde ahora, que en el ayuntamiento vas a tener que vértelas a diario con tres peligrosos colectivos que van a llenar todas las horas de todos los días de los próximos años: los funcionarios, la ciudadanía y tus compañeros concejales.
1. Los funcionarios
El funcionariado es una especie; una variedad híbrida entre personas y máquinas con motor diésel que intentan influir en los políticos –sobre todo en los nuevos– y que de entrada si no enemigos, sí que sus miembros son de otro género diferente al de los políticos, que a duras penas comparten los mismos objetivos y que además saben que ellos son perennes porque tienen su puesto asegurado mientras que el alcalde, alcaldesa o concejal de turno son aves de paso: son caducos, y además, a los pocos meses del mandato les va apareciendo la fecha de caducidad escrita en la frente.
Los funcionarios son auténticos expertos en torturar concejales y alcaldes. Nunca están cuando uno los necesita y en cambio te pueden llamar a cualquier hora para el asunto más nimio, como pedirte permiso para cambiar la bombilla fundida de una farola del parque.
Pero no lo hacen porque sean mala gente, no. Lo hacen porque un día, un político dijo «que no se haga nada sin consultar conmigo», y ahí comenzó el desastre.
Dicho esto, también he de confesar que mi experiencia personal con los funcionarios ha sido muy buena. Me he encontrado con excelentes profesionales e incluso con grandes funcionarios vocacionales que han preferido seguir ejerciendo su vocación de servicio público en el ayuntamiento rechazando ofertas muy tentadoras de empresas privadas, a cuyo servicio podrían haber trabajado bajo el régimen de excedencia temporal, al que tienen perfecto derecho.
Te diré más; si tienes la suerte que yo y otros excompañeros con los que compartí cargo tuvimos, podrás encontrar entre esos funcionarios vocacionales con experiencia y con criterio bien fundado a tus mejores aliados y, si sabes ganártelos, se van a prestar gustosamente a colaborar contigo y con tu equipo en cuantas empresas y proyectos les propongas. Así, podrás tener siempre a tu disposición su opinión cualificada e independiente como una más para poder tomar las decisiones que te competan.
Hoy más que nunca podemos –y debemos– decir y reconocer que es la dignidad de la inmensa mayoría de los funcionarios públicos y el desarrollo honrado y profesional de su trabajo lo que permite que la administración siga ofreciendo servicios públicos de calidad.
2. La ciudadanía
La ciudadanía debe ser la principal destinataria y beneficiaria del ejercicio del cargo público, por lo que tendrás que dedicar gran parte de tu tiempo a estar en contacto directo con ella. Deberás atender a la sociedad organizada, plataformas, asociaciones, clubs, agentes económicos y sociales locales influyentes, sin olvidar tampoco a personas individuales que no forman parte de ninguna organización.
De la misma forma que más arriba te he confesado mi buena experiencia en la relación que he ido manteniendo con el funcionariado, aquí también he de reconocer que en el ejercicio de mis cargos como concejal y alcalde tuve mucha suerte en mi trato con la ciudadanía: por lo general fui una persona respetada por mis vecinas y vecinos, aunque siempre puedes encontrarte con alguien que te puede dar algún disgusto. No hace falta que te diga que ahora, como nunca, hay personas que están sufriendo mucho y que a veces pagan su sufrimiento y desesperación con los políticos más cercanos. Como decía un colega, «un alcalde siempre tiene que ir con corbata porque en cualquier momento le hacen un homenaje».
3. Tus compañeros concejales o «cuerpo a tierra, que vienen los nuestros»
Voy a contarte algo sobre tus compañeros concejales, porque llegarás a darte cuenta de que algunos no serán tan compañeros como tú piensas. La condición y las miserias humanas aflorarán en algún momento durante los cortos/largos cuatro años que dura el mandato y es posible que en algún momento sientas el frío helador de una puñalada trapera recibida por la espalda.
Sí, has de saber que los grandes disgustos y las decepciones más amargas que sufras en el ejercicio del cargo tendrán su procedencia en el comportamiento de alguno de tus propios compañeros, los que están en tu propio partido. Son las experiencias más dolorosas porque suelen llegar de forma inesperada.
La sabiduría popular es rica y ha creado frases que aluden a este tema. «Del agua mansa líbreme Dios, que de la brava me libro yo». «Líbreme Dios de mis amigos, que de mis enemigos ya me libro yo»…
Rodolfo Martín Villa⁷ solía repetir con fruición aquello de «¡Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros!», frase atribuida al político de la UCD Pío Cabanillas⁸, y que se ha convertido en eslogan y máxima recurrente para aludir a las sorpresas, naturalmente desagradables, que al ser humano suelen depararle quienes precisamente deberían colmarle de felicidad.
Cuentan que al inicio de un curso parlamentario en la Cámara de los Comunes, un joven e inexperto diputado se sentó junto al Primer Ministro Winston Churchill. El joven diputado, sumamente emocionado, le dijo a Churchill: «Señor, es un honor para mí estar sentado a su lado con el enemigo enfrente», a lo que el Primer Ministro le contestó: «No se confunda, joven, los que tiene Ud. enfrente son sus adversarios; los enemigos los tiene Ud. aquí detrás, en su propio partido».
Al mismo Churchill se le atribuye la frase: «En la vida hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido».
Pues sí, desde ahora quiero prevenirte también en este sentido, porque he visto muy de cerca a alcaldes y concejales que han sido víctimas del comportamiento indecoroso de sus propios compañeros de partido, episodios que hacen daño en lo más profundo del ser y que jamás se olvidan. Así que he querido advertirte porque debes estar preparado también para estas contingencias que, además, creo que son inevitables, por mucho que uno intente estar siempre alerta para controlar todos los movimientos a su alrededor.
Mi amiga Isabel Sánchez Robles, actual Parlamentaria en el Congreso de los Diputados en Madrid, me decía siendo concejala del Ayuntamiento de Bilbao (1999-2011), que su tío José Luis Robles Canibe⁹, alcalde de Bilbao 1983-1987, capitán de la marina mercante, solía repetir con salero un dicho procedente del argot marinero que sonaba así:
«Sea en tierra firme o en alta mar
mantente siempre atento y vigilante,
haya viento de poniente o viento de levante,
porque si no te dan por detrás,
te acabarán dando por delante».
Tres obstáculos más
Hay tres circunstancias más que quiero comentarte, las cuales perjudican y vician o impiden el buen funcionamiento del equipo de gobierno local.
1. El proceso de elaboración de listas
El sistema de elaboración de las listas electorales suele responder a la siguiente escaleta: Los partidos eligen primero al cabeza de lista o candidat@ a alcalde y después, en aras a mantener o recuperar el equilibrio interno entre sus filas, intentan cerrar las listas con personas que representen a las diferentes sensibilidades que suelen convivir dentro del partido o agrupación electoral, las diferentes familias; también se intenta mantener la paridad de género y además se suelen incluir representantes de los diferentes barrios del pueblo o ciudad en aras a conseguir cierto equilibrio territorial. Y los mencionados criterios se utilizan muchas veces por encima de otros quizá más importantes, como las aptitudes, capacidades y habilidades de los candidatos.
2. La falta de personal de gabinete
El gobierno, sí también el local, necesita colaboradores inmediatos de apoyo directo. Si reconocemos que los funcionarios no tienen en principio por qué guardar identidad de objetivos con el gobierno de turno y además es positivo incluso que mantengan en la medida de lo posible cierta neutralidad e independencia política y vocación de servicio público por encima de intereses partidistas; y por otra parte, el equipo de gobierno está compuesto por concejales que han sido elegidos en virtud de unos criterios de paridad de género, representación de las distintas sensibilidades políticas y de los diferentes barrios del municipio, pasando muchas veces por alto su preparación y sus capacidades y habilidades para gobernar, resulta evidente que el equipo de gobierno necesita apoyo técnico profesional de cualificados y hábiles profesionales de confianza para el análisis de la información, la elaboración de políticas, proyectos, planes y programas, y para aplicar también en las relaciones con los ciudadanos y con los medios de comunicación.
Pero por ser la contratación de personal de gabinete tema susceptible de crítica fácil y no muy bien visto en situaciones de crisis económica como la que vivimos, los equipos de gobierno se encuentran en la gran mayoría de los casos desatendidos técnicamente y a falta de buen asesoramiento. En muchas instituciones se siguen confiando las tareas directivas a funcionarios cualificados por su especialidad técnica o funcional aunque carezcan de formación, habilidades, aptitudes y a veces incluso de intención de ejercer tales atribuciones.¹⁰
Pero es evidente que un gobernante que consiga seleccionar colaboradores suficientes y competentes estará más descansado y podrá tomar mejores decisiones. Esta es una idea que Furió¹¹ repite varias veces en su obra El Concejo y Consejeros del Príncipe¹² y que muchos gobernantes de nuestro país se empeñan en desdeñar. En otra manifestación de voluntarismo heroico, muchos gobernantes prescinden de colaboradores que serían necesarios asumiendo personalmente el esfuerzo y el trabajo adicional que ello representa¹³.
Pero una concejala, un alcalde o alcaldesa, tienen que tener tiempo y poder dominarlo, gestionar su agenda, sus momentos propios. Porque también es importante que aprendan a desconectarse de la profesión, apartando tiempo para dedicarlo a sus hobbies, para la familia y para los amigos. Las grandes carreras políticas se forjan de personas que sacan tiempo para formarse, para ir al gimnasio, para leer, para cuidarse. Hay que ser un poco egoístas y cuidarse; hay que mimar a la familia y buscar alianzas con ella, porque la vida pública es muy exigente y una crisis familiar es lo más desestabilizador en la carrera de un político¹⁴. Hay que gestionar la cartera de amigos; hay que descansar, dormir, cuidar la salud, gratificarse uno mismo de cuando en vez, comprarse algún vestido o un ramo de flores, darse alguna sorpresa, hacerse chequeos, llevar hábitos sanos de alimentación, comer poco y sano, tener cuidado con la bebida y practicar el ejercicio.
3. El reparto ministerial de áreas
Por otra parte, en la inmensa mayoría de Ayuntamientos aún se estila el reparto ministerial de carteras a la hora de organizar el equipo de gobierno. Así, el concejal del equipo de gobierno se convierte en una víctima de la propia división fragmentada de las concejalías en modo ministerial, que impide o dificulta una visión global de la jerarquía de objetivos comunes.
La organización ministerial o de concejalías por áreas hace también que cada concejal se convierta en enemigo del resto de los concejales, porque estará obligado a luchar contra sus compañeros en defensa de su cuota de presupuesto y competencias.
El modelo ministerial de organización del gobierno hace que el pobre concejal se convierta por la mañana en portavoz ante el alcalde de los técnicos y trabajadores municipales, mientras que por la tarde lo es de los clubes y asociaciones locales. Los funcionarios le irán presionando por la mañana «a ver si tienes valor de pedirle al alcalde que contrate a alguien más, que tenemos cada día más trabajo y en los servicios sociales ya lo han conseguido»… «A ver si puedes conseguir un aumento de nivel retributivo para Mengano, que está haciendo más labores de las que realmente le corresponden»…. Además, por la tarde, tendrá que pelearse con todos los clubes y asociaciones que le seguirán presionando para conseguir sus pretensiones –subvenciones, nuevas instalaciones– y, al final, no hará sino crear grupos de descontentos, porque es imposible atender y satisfacer todas las demandas. Además, si no consigue todo el dinero para su área (cultura, urbanismo, acción social ), será un mal concejal. Y así no conseguimos más que concejales insatisfechos, asociaciones insatisfechas, funcionarios insatisfechos y ciudadanía insatisfecha.
El reparto temático de áreas no viene bien más que al funcionario: divide y vencerás. Cuando el alcalde le dice a un concejal que va a ser el delegado de deportes, o de cultura o de cualquier otra área, lo está convirtiendo inmediatamente en un desgraciado. Con esta forma de reparto competencial no conseguimos más que concejales insatisfechos y frustrados. Y esto te lo digo con conocimiento de causa. He visto a concejales del mismo partido y del equipo de gobierno, que se han enfadado y han dejado de hablarse y relacionarse entre ellos por este celo profesional mal entendido de defender cada cual su parcela de poder.
Pero estarás acompañado
Quiero reconfortarte un poco. Respira tranquilo. Si hasta ahora todo lo que te he contado eran problemas, obstáculos y dificultades, la buena noticia es que en el ejercicio del cargo vas a tener la posibilidad de conocer dos nuevas compañeras que van a estar cerca de ti durante los años que estés en el cargo. Dos amigas que te van a ayudar a madurar, a crecer y a desarrollarte como líder.
Te puedo garantizar que a la primera (la Soledad) la vas a conocer pronto y te visitará de forma regular. Vas a tener que familiarizarte con ella. Y te diré también que tienes muchas papeletas de relacionarte con la segunda (con la