Conocimiento extrasensorial. Cómo desarrollar la conciencia psíquica

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INTRODUCCIÓN

Los escépticos nos dicen que el mundo psíquico es un cuento de hadas, nada que ver con la dura realidad del aquí y del ahora, pero están equivocados. Está alrededor nuestro, todo el tiempo, si nos tomáramos la molestia de hacerle caso. Consideremos la historia de Paula, una profesora de Cheshire:

Cuando mi hijo pequeño estaba en la guardería, me avisó un día cuando íbamos en el coche hacia la escuela: «Ten cuidado, mamá, nos vamos a estrellar en el camino a la guardería».

Yo conduje cada vez con más cuidado a medida que el camino se iba estrechando. Después de dejar a mi hijo en la guardería, todavía estaba nerviosa y conduje muy despacio por la carretera. Cuando llegué al final, un ciclista viró fuera de control y aterrizó en el capó de mi coche. Si yo no hubiera estado conduciendo tan despacio, él habría resultado herido gravemente.

En un tiempo yo habría dicho que se trataba sólo de uno de esos extraños sucesos hasta que el mundo psíquico se cruzó en mi propia vida. Una mañana mi hijo Jack, entonces de dos años y medio, me contó casualmente que su padre se había caído de su moto pero que estaba ileso. Sin saberlo, en ese preciso instante mi marido John tenía un accidente de moto a unos 50 kilómetros, aunque, como Jack había dicho, él no estaba herido.

Después de este incidente, empecé a explorar el mundo psíquico de niños normales. Encontré que mucha gente demostraba un fuerte sentido intuitivo. No sólo podían predecir el peligro para sus seres queridos, sino también leer otras mentes, notar la presencia de fantasmas y tener sensaciones sobre el pasado de objetos inanimados.

El mismo poder que empuja a las madres a levantarse por la noche rutinariamente antes que un niño, o a un adulto a telefonear a su propia madre en un momento inusual o de estrés para encontrar el número ocupado (la madre lo está llamando en ese preciso instante). Tales vínculos psíquicos, incitados por el amor, tienen lugar entre hermanos, abuelos y nietos, parejas e incluso entre amigos. Se trata de esos instintos que permanecen ocultos tras la conciencia psíquica. Al mismo tiempo que iba investigando la materia durante estos diez años y publicando una veintena de libros sobre todos los aspectos de estos poderes preocupantes, he ido tomando progresivamente conciencia de que estos poderes paranormales pueden ser desarrollados eficientemente por cada uno.

¿Qué es la conciencia psíquica?

La conciencia psíquica empieza y es transmitida a través de nuestros cinco sentidos. Con práctica, estos pueden sobrepasar el límite normal; por ejemplo, pueden dar lugar a la segunda visión, a la telepatía (comunicación mente-mente), clariaudiencia (escuchar lo que no está físicamente presente), clarisensibilidad (sentir lo que no es accesible por los canales normales), clarividencia (ver lugares o personas que están lejos, especialmente en otras dimensiones) y psicometría (adelantar información con el tacto). La psique que ha accedido a miles de años de sabiduría es la fuente del viaje fuera del cuerpo y puede accederse al trabajo creativo de los sueños a través de la imaginación.

A medida que se desarrollan nuestros sentidos psíquicos, no sólo operan más efectivamente como un sistema de alarma anticipada, sino que también pueden ser usados para la adivinación y para la interpretación de los sueños de modo que la decisión que podamos tomar pueda estar basada no sólo en información accesible a las mentes conscientes, sino también en la profunda sabiduría inconsciente que no puede ser alcanzada por los procesos convencionales de pensamiento.

En la enseñanza, así como en el desarrollo de mi propia conciencia psíquica, he descubierto que todos tenemos nuestras propias trayectorias. Las sugerencias más útiles que les he dado a los estudiantes y que he escrito en mis libros son aquellas referentes a métodos de exploración que podrían ser completamente distintos del mío, pero que funcionan para esa persona a la que concierne. Usando las sugerencias, tanto de los estudiantes en mis clases, de las llamadas a la radio y a la televisión, como de las cartas de los lectores, he modificado mis ideas originales y he continuado con esta práctica.

El mundo psíquico es fluido y está constantemente desarrollándose. Con cada nueva etapa de nuestra vida y con el mundo en el que vivimos, que cambia rápidamente, los métodos y las interpretaciones se desarrollan inevitablemente.

¿Cómo utilizar este libro?

Al comienzo del libro, se facilitan formas de acceder a la sabiduría psíquica a través de habilidades de meditación y visualización, así como de protección psíquica. Si se es nuevo en la exploración psíquica, conviene pasar un poco de tiempo explorando estos conceptos, ya que hacen que las habilidades específicas de aprendizaje resulten más fáciles. Cuando la experiencia es mayor, tal vez se desee empezar con un área específica que resulte interesante, y quizás experimentar con modos alternativos de utilizar la habilidad existencial. Los tópicos están todos interrelacionados y son intercambiables.

La psicometría —anticipar impresiones intuitivas a través del tacto— es un buen punto de entrada a las diferentes habilidades para los principiantes, que además pueden encontrar que las otras artes intuitivas, como la clarividencia y la clarisensibilidad, se sugieren naturalmente a través del contacto físico con objetos y lugares antiguos.

Se puede trabajar tanto individualmente como en grupo, y con el tiempo dar interpretaciones a personas que no se conocen bien. Cada capítulo contiene un ejercicio opcional, y estos y otras actividades sugeridas a lo largo del libro pueden constituir el foco para una tarde psíquica informal con los amigos.

Salidas con amigos o familiares a magníficas casas, piedras o abadías en ruinas pueden servir para detectar presencias fantasmales o introducirnos en las energías del pasado. Sobre todo, el libro es una oportunidad para devolver la psique al lugar al que pertenece, en nuestros corazones y en nuestras casas, para que pueda incorporar alegría y diversión y no sea un arte misterioso que esté lejos de la realidad y del sentido común.

Hace una década yo era una escéptica total, titulada en psicología y con diez años de experiencia en la enseñanza a las espaldas. Ahora he aprendido que hay un lugar para la lógica, para el aprendizaje tradicional y para el saludable escepticismo, pero que también hay ocasiones en las que es importante fijarse en la llama de una vela, o cerrar los ojos y dejar que aflore la sabiduría intuitiva y permitir que la voz interior hable de verdad. A pesar de todos nuestros exámenes, nunca sabremos con precisión cómo un niño pequeño puede sintonizar con su padre cuando este se golpea contra el asfalto 50 kilómetros más lejos o cómo un sueño o un símbolo vistos en la superficie de un espejo o el agua iluminada por la Luna puede ofrecer unas percepciones más apuradas de preguntas no formuladas y una guía para el mejor camino de futuro.

Llevar un diario psíquico

Se puede llevar una libreta o un archivador de anillas durante las exploraciones psíquicas, para así poder registrar los resultados del trabajo, crear o adaptar un propio sistema simbólico y tomar notas de sueños especiales o de interpretaciones que se hayan realizado para los demás. Del mismo modo que servirá para registrar el progreso, se puede utilizar este diario también para recoger experiencias paranormales de la familia (amigos invisibles de los niños, ejemplos de niños que leen la mente de su madre, el vínculo telepático de un hombre o una mujer con su pareja, momentos de premoniciones positivas, fechas en las que se percibe el perfume de la abuela fallecida, etc.). Solemos pensar que siempre recordaremos estos preciosos ejemplos de amor y asombro, pero con el transcurso de los años resulta muy fácil olvidar los detalles.

También puede surgir el deseo de registrar incidentes de la historia familiar pintorescos, remedios, cuentos de un bisabuelo que recorrió 60 kilómetros desde el campo a la ciudad o vínculos familiares gitanos. Estas leyendas son el folclore del mañana; si nosotros cesamos de contar historias de mitos familiares y de sabiduría a nuestros niños, nuestra cultura personal espiritual está perdida.

Se pueden anotar las memorias más interesantes en una libreta de cuero, donde al mismo tiempo se pueden coleccionar fotografías de lugares antiguos que se hayan visitado, hechos y leyendas sobre fantasmas que se hayan visto o percibido, flores y hierbas prensadas recogidas en viajes especiales, dibujos o pinturas que se han visto en las nubes o en la llama de una vela. Como ya he dicho, todos somos mágicos y especiales. Estas percepciones del mundo del espíritu son muy hermosas y parte del legado que dejaremos a nuestros hijos. Las habilidades en este libro pueden formar la base de experimentos más amplios y de la exploración. Si se pueden leer imágenes de tinta en el agua o de luz reflejada en un cristal, se puede pasar a la habilidad de leer las hojas de té o una bola de cristal o a uno de los métodos más formales de adivinación, como las runas o las cartas del tarot.

Las direcciones útiles y la bibliografía que se facilitan al final del libro proporcionan información extra sobre cómo se puede desarrollar la conciencia psíquica de diferentes modos.

Ejercicio: realizar una caja mágica del tesoro

Todos teníamos cajas de tesoros cuando éramos niños, llenas de conchas y de piedras que encontrábamos en vacaciones, joyas especiales, botones de perlas, lentejuelas, amuletos de buena suerte y quizá plumas brillantes y de colores.

A medida que vayamos avanzando en la lectura del libro, iremos viendo que necesitamos unas cuantas cosas sencillas: hierbas, velas, algún aceite esencial, un cristal de cuarzo y quizás un péndulo de cristal. Ya que los poderes están dentro de nosotros, no en los artefactos, podemos improvisar fácilmente, utilizando una llave colgada en una cadena para simular un péndulo, una vela casera común o inventar cristales para las velas y las imágenes del espejo.

Una caja del tesoro puede ser un contenedor cuadrado u ovalado de madera o de otra sustancia natural como fibra, metal o incluso una caja dura de cartón dorado o plateado. Si la caja está dotada de recuerdos alegres o cariñosos, las emociones positivas se desbordarán en el trabajo psíquico. Los artículos deberían incluir:

• Jarras pequeñas o bolsas de hierbas secas, especialmente aquellas asociadas a la adivinación —perejil, salvia, romero y tomillo— y aquellas utilizadas para el sueño armonioso y placentero (flores de camomila secas y lavanda).

• Velas de diferentes colores, especialmente rojo, dorado, plateado, blanco y verde y, si es posible, una vela de cera de abeja de un amarillo imperecedero que puede ser usada en cualquier tipo de ritual.

• Una pequeña selección de aceites esenciales: jazmín para la intuición de la Luna, incienso para el gozo del Sol, pachulí para los poderes comunicativos de Mercurio, geranio para la empatía de Venus, pimienta para el ímpetu a actuar de Marte, bergamota (que debería ser mantenido fuera del contacto con la luz solar) para la sabiduría de Júpiter y aceite de árbol de té para los cambios necesarios instigados por Saturno.

• La lavanda y la rosa son aceites curativos que sirven para todos los propósitos y que ayudan a la dulce sabiduría intuitiva.

• Un pequeño quemador y barras o conos de incienso: pino para la