¡Prepárate!

PROVOCA EL FAVOR DE DIOS DÍA 1

Porque el que me halle, hallará la vida y alcanzará el favor de Jehová (Pr. 8:35).

Existen tres historias donde el favor de Dios es sellado con un anillo. Se trata de la vida de José cuando el Faraón se quitó su anillo para entregárselo a él (Gn.41:42); de Mardoqueo a quien el rey le dio el anillo que había recogido de Amán (Est.8:2); y del hijo pródigo, a quien su padre ordenó ponerle un anillo en su mano, porque había regresado a casa (Lc.15:22).

El favor de Dios, en estas tres historias, nos revela que nuestras acciones son las que provocan el favor, a diferencia de la gracia que sólo es por misericordia. Lo destacable es que, el favor de Dios no tiene que ver con que la persona merezca o no algún beneficio, porque es hijo.

El favor de Dios podemos describirlo como la atmósfera espiritual que rodea y cubre al justo, que le asegura la bendición de Dios y el cumplimiento del plan eterno para su vida; a pesar de las circunstancias. El favor de Dios no se recibe, se provoca. Esto significa que es una retribución divina, es decir, Dios retribuye a quien hace lo bueno con favores y a quien hace lo malo con la cosecha de su siembra.

A diferencia de las bendiciones que son actos de su buena voluntad, de su gracia; los favores y las recompensas son premios por nuestro trabajo y actitud. Es la retribución de Dios por el esfuerzo y el compromiso que tenemos con él. Nuestras acciones son las que pueden provocar que el favor de Dios sea sobre nosotros, como los tres ejemplos citados al comienzo: Dios los premió con su favor, porque optaron obedecer a Dios. Y esto trae honra a su nombre, aunque se hayan equivocado.

Dios nunca hace acepción de personas, pero ciertamente hará cosas por algunos que no hará por otros, a causa de su retribución divina. La fe siempre es honrada por Dios, fe basada en obras y no en palabras.

Sé alguien que provoque que los cielos se abran sobre tu vida a causa del favor de Dios y muchos conozcan al Dios de lo imposible.

PROVOCA EL FAVOR DE DIOS DÍA 1

ACTIVACIÓN PROFÉTICA

¡Si Lo Crees, Grita Amén!

PROMESA DEL DIA

➢ 1S. 2:30 Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.

TU LUGAR ESTA EN SU MESA DÍA 2

Ha quedado alguien de la casa de Saúl a quien pueda yo favorecer por amor de Jonatán? (2S. 9:1-3).

El rey David no preguntó: ¿Hay alguien calificado? o ¿hay alguien digno?. Sino que dijo: ¿Hay alguno…?. La fuerza del pacto, hecho hace generaciones atrás, estaba demandando su cumpliendo sobre las generaciones futuras. Y Mefi-boset, el lisiado de los pies _ fue la respuesta. Al rey no le interesó si el beneficiario estaba sano o enfermo, si era fuerte o débil, si por sus actos era merecedor o no. Solo necesitaba hallar al destinatario de la