Agradecimientos

Prólogo

Escribir un libro de enfermería, es algo que más de una vez hemos pensado los que adoramos la enfermería.

Alguna vez alguien dijo quis, quid, ubi, quibus auxiliis, cur, quomodo, quando? ¿Quién, qué, dónde, por qué medios, por qué, cómo, cuándo?

Hexámetro técnico que encierra lo que en retórica se llama las circunstancias: la persona, el hecho, el lugar, los medios, los motivos, la manera y el tiempo. Resume también toda la instrucción criminal: ¿Quién es el culpable?, ¿cuál es su crimen?, ¿dónde lo cometió?, ¿con qué medio o con qué cómplices?, ¿por qué?, ¿de qué modo?, ¿en qué tiempo?

Este hexámetro nos ha sido transmitido por Marco Fabio Quintiliano (30-100 d.C.).

Y de ser así, podríamos responder en el siguiente orden:

¿Quién es el culpable?

Obviamente hay un culpable, ¿seré yo Señor? Pero claramente no soy culpable de todo, todo es sub conditione como diríamos… según cómo se mire o en qué condición se observe todo. Creo que sería culpa compartida. Digamos por una parte la que escribe, por otra parte, la que lee.

¿Qué?

¿Qué debo escribir? ¿Qué debo hacer?

A todas luces ni idea… Ya vendrán las ideas.

La siguiente pregunta es; ¿Dónde?

¿Dónde debo escribir? Claramente, en la cama, pues siempre me ha gustado la cama, ya sea, por explayarme recorriendo la sexualidad de mi pareja, ya sea para leer algún libro perdido, quizás para hacer zapping buscando un programa utópicamente interesante, o, simplemente, como hace el común de los mortales, dormir. ¡Ah!, y ojalá sea sintiendo el roce, el aroma de una suave compañía.

Bueno ya con la respuesta a esta pregunta, vamos a la siguiente pregunta…

¿Por qué medios? A ver debería escribir, lo podría hacer tallando la madera, pero sería algo largo y tedioso, quizás podría bordar las ideas sobre la tela, entretenido, pero algo un poco largo, quizás pudiera escribir en hojas blancas, hacer que la tinta fertilice la hoja y la haga más llena, como un codex, pero quizás, debo pensar en cómo lo haría un geek, claramente de ninguna de estas formas, quizás por medio de códigos de difícil lectura, quizás si escribiera como Da Vinci, (pero requeriría de un gran espejo), por lo que optaré para esta tarea por el fiel compañero de mis solitarias noches (antes de que estuviera él) mi PC.

¿Por qué?

¡Ah! Gran pregunta, pero la debo responder. Porque un día