Diccionario Ilustrado de la Biblia
Por Wilson M. Nelson
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Diccionario Ilustrado de la Biblia - Wilson M. Nelson
DICCIONARIO
ILUSTRADO
DE LA
BIBLIA
DICCIONARIO
ILUSTRADO
DE LA
BIBLIA
DR. WILTON M. NELSON
iv49© 1977 Editorial Caribe, Inc.
Una división de Thomas Nelson, Inc.
Nashville, TN-Miami, FL, EE.UU.
www.caribebetania.com
ISBN:13: 978-089922-650-7
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción total
o parcial en cualquier forma,
escrita o electrónica, sin la debida
autorización de los editores.
Printed in the United States of America
12 13 14 15 - 10 09
Contents
PREFACIO
EXPLICACIÓN Y ABREVIATURAS
INTRODUCCIÓN
A
B
C
D
E
F
G
H
I
J
K
L
LL
M
N
O
P
Q
R
S
T
U
V
W
Y
Z
PREFACIO
Este nuevo y magnífico DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA llega a nuestras manos en una hora perfectamente propicia. Este es el siglo de la Biblia en las Américas y en España. Numerosos millares de creyentes necesitamos de este volumen saturado de información bíblica e histórica para conocer a fondo lo que Dios enseña en la Biblia, que es su revelación especial (la Escritura… fue traída… por los santos hombres de Dios que hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo
. 2 P. 1:20, 21).
Sin la Biblia, el cristianismo se torna anémico y está a un paso de la extinción. El honrar a Jesucristo —el Verbo viviente de Dios— y el honrar las Sagradas Escrituras —el Verbo escrito de Dios— marchan paralelamente. Quien en verdad ama a Cristo, ama también con devoción su Palabra inspirada. El Señor Jesús afirmó: El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama
(Jn. 14:21).
Pero tenemos que conocer toda la Escritura, y no exclusivamente algunos trozos favoritos de la misma. Lo que propiamente debe llamarse la Palabra de Dios
, es la totalidad de la revelación bíblica. En los Salmos leemos: "la exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples… La suma de tus palabras es verdad" (Sal. 119; 130, 160). Sin embargo, hay múltiples pasajes bíblicos que no siempre son fáciles de comprender sin un marco de conocimientos lingüísticos, históricos, geográficos y culturales.
Este nuevo DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA llena ese vacío. Suple en gran parte las necesarias respuestas a miles de preguntas que surgen al analizar las páginas escriturales y al procurar estudiarlas exegéticamente.
Por cuanto yo creo que los cristianos de las Américas y de España necesitamos, hoy más que nunca, conocer y vivir la Palabra de Dios, es que recomiendo a todo el mundo que tenga a la mano un ejemplar del DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA. ¡Vale la pena (cualquier sacrificio personal) para adquirirlo!
Es mi mayor deseo que nos transformemos todos en hombres y mujeres de la Biblia
. Solamente así veremos un despertamiento moral y espiritual de consecuencias transformadoras en los países de habla española.
Luis Palau
México, D. F.
Enero, 1974
EXPLICACIÓN Y ABREVIATURAS
Por cuanto este DICCIONARIO es de origen evangélico, casi todas las citas bíblicas son de la versión Reina-Valera (revisión de 1960); cuando no, generalmente se ha hecho indicación de ello. También, hemos seguido la ortografía de los nombres de personas y lugares bíblicos usados en dicha versión.
El nombre sacratísimo del Dios de Israel (el tetragrama cuya verdadera pronunciación es dudosa), lo hemos limitado a dos ortografías: Jehová
, como en la versión Reina-Valera, y Yahvéh
, como en la versión Biblia de Jerusalén
.
Para ahorrar espacio se ha hecho mucho uso de abreviaturas. La más frecuente es la letra inicial del título de los artículos. V. g. cada vez que aparece la palabra sacrificio en el artículo del mismo nombre, se usa la abreviatura s.
Al final de cada artículo aparecen las inciales de su autor. Sus nombres aparecen en la lista de los colaboradores, en el orden alfabético de las iniciales y no de los apellidos.
Abreviaturas bíblicas
Para los libros de la Biblia se emplean las abreviaturas usadas en la revisión 1960 de la versión Reina-Valera publicada por las Sociedades Bíblicas, con la excepción de Heb. por Hebreos.
Abreviaturas de versiones de la Biblia
Abreviaturas de diccionarios, enciclopedias bíblicas
y otras obras frecuentemente mencionadas
Abreviaturas de puntos cardinales
Abreviaturas de carácter general
CLAVE DE ILUSTRACIONES
LISTA DE COLABORADORES
(En orden alfabético, de acuerdo con sus siglas)
INTRODUCCIÓN
Desde que los valientes colportores de las Sociedades Bíblicas abrieron brecha en Iberoamérica para el movimiento evangélico, éste se ha caracterizado por su decidido énfasis en las Sagradas Escrituras. Por otra parte, muchos católicos romanos están dando ahora una importancia semejante a la Biblia, debido a un avivamiento bíblico impulsado por el Concilio Vaticano II. De ahí la necesidad de ayudas idóneas para el número creciente de estudiantes de las Escrituras.
Hasta fechas recientes contábamos con pocas ayudas literarias en español para los estudiantes de la Biblia. Para los evangélicos, las dos más importantes han sido el DICCIONARIO DE LA SANTA BIBLIA (1890) y la CONCORDANCIA ESPAÑOLA (1901, que fue reemplazada por la CONÇORDANCIA DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS, basada sobre la revisión de 1960 de la versión RV). Estas dos obras fueron publicadas en español por la Sociedad Americana de Tratados hasta 1948 y desde esa fecha por la Editorial Caribe. Han tenido una circulación enorme y han prestado un servicio de incalculable valor a pastores, maestros de Escuela Dominical y estudiantes de las Escrituras en general.
El DICCIONARIO era la traducción del Dictionary of the Bible (1886) editado por el Rdo. William W. Rand, pastor de la Iglesia Reformada en los EE. UU. de A. Huelga decir, que hace años que el DICCIONARIO está por caducar. Indicio notorio de esto es el hecho de que, según su artículo sobre Jerusalén
, ¡la santa ciudad está en manos de los turcos! Desde 1886 ha transcurrido mucha historia, con grandes adelantos en las ciencias que contribuyen a la mejor comprensión de las Escrituras, especialmente en la filología y la arqueología (v.g. el descubrimiento de los papiros de Oxyrhynchus y Chester Beatty, las tablillas de Tell-el-Amarna, Mati, Ras Samra y Nuzi, y últimamente los famosos Rollos del Mar Muerto
).
Por el año 1960 empezaba a sentirse la imperiosa necesidad de poner al día el viejo DICCIONARIO. Se inició una revisión de los artículos existentes, pero este plan fue rechazado por inadecuado. Se resolvió entonces editar un nuevo diccionario y darle carácter hispanoamericano. La tarea fue encomendada a algunos profesores del Seminario Bíblico Latinoamericano. Luego los encargados pedimos la colaboración de distintas personas, especialmente a profesores de seminarios e institutos bíblicos de Iberoamérica y algunos de España y América del Norte.
Así es que han participado en la preparación del DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA más de 100 colaboradores, residentes en tierras que cubren desde España hasta Texas y desde México hasta Argentina. Representan una gran variedad de confesiones cristianas; pero todos aman la Palabra de Dios y desean ayudar a otros a comprenderla mejor.
Los que auspiciamos la publicación del presente Diccionario creemos que las Escrituras son inspiradas por el Espíritu Santo (2 Ti. 3:15–17; 2 P. 1:20, 21) y constituyen la revelación especial de Dios que nos conduce a la persona de Jesucristo. Esta postura ha sido norma orientadora para los editores sin coartar la debida libertad académica. En asuntos secundarios los colaboradores no siempre han estado de acuerdo entre sí, y los editores no hemos pretendido armonizar todos los criterios.
Al confeccionar este DICCIONARIO, hemos pensado no sólo en los teólogos eruditos sino también en los predicadores, obreros laicos, maestros de Escuela Dominical y todos los estudiantes de las Escrituras, para entregarles una herramienta que les ayude en sus esfuerzos de exponer bien la palabra de verdad
(2 Ti. 2:15 HA.). Para los que desean profundizar más en el estudio de la Biblia, ofrecemos al final de este volumen un compendio anotado de Ayudas bibliográficas para el estudio de la Biblia
.
El editor general quiere manifestar por este medio, su sincera y sentida gratitud hacia todos los que prestaron su valiosa cooperación, especialmente hacia los colegas editores asociados, los doctores Ricardo Foulkes, Dayton Roberts, Mervin Breneman, Tomás Hanks y Juan Huffman, a quienes les tocó la labor importante y a veces tediosa, de revisar el contenido de aproximadamente 2100 artículos que componen el DICCIONARIO.
Además, desea hacer mención especial de ciertos contribuyentes que hicieron aportes extraordinarios. El que hizo la contribución mayor (81 artículos, 30.000 palabras) fue el doctor Foulkes. Después sigue el doctor Justo L. González (hijo) que escribió 61 artículos (23.500 palabras). Los siguientes colaboradores contribuyeron con más de 15.000 palabras cada uno: doctor José Míguez Bonino, doctor Alfonso Lloreda, doctor Tomás Hanks, licenciado José María Abreu, el doctor Werner G Marx y el reverendo Aristómeno Porras.
Durante los años de la preparación del DICCIONARIO, murió uno de los colaboradores, el Profesor Ernesto H. Trenchard. Don Ernesto había dedicado casi 50 años a la causa evangélica en España. Fue director de Cursos de Estudio Bíblico
y autor de varios libros de exposión bíblica. Escribió 46 artículos para el DICCIONARIO ILUSTRADO DE LA BIBLIA.
Una vez pasados por el proceso editorial, los artículos se sometieron a varias redacciones. Agradecemos a los redactores, señores Otto Minera, Ronaldo Ross, Juan Rojas y Pedro Vega, su importantísimo trabajo; también a la mecanógrafa señorita Marta González, que sacó en limpio los artículos editados y redactados. Agradecemos también la hermosa obra del dibujante cartógrafo, Edwin Morris.
Finalmente, el editor general da gracias a la compañera de su vida, Thelma Agnew de Nelson, quien estuvo a su lado los siete años de la confección del DICCIONARIO, fortaleciéndole y ayudándole en diversas maneras.
Sobre todo da gracias al Dios que inspiró a los profetas y apóstoles para que pusieran en forma escrita su revelación a los hombres. Quiera El usar este DICCIONARIO para hacer que la Escritura sea más útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y bien preparado para hacer toda clase de bien
(2 Ti. 3:16, 17 VP).
Wilton M. Nelson
Editor General
San José, Costa Rica
Enero, 1974
DICCIONARIO
ILUSTRADO
de la BIBLIA
iv45A
AARÓN. Hijo de Amram y Jocabed, de la tribu de Leví (Ex. 6:20), hermano mayor de Moisés (Éx. 7:7) y de María (Nm. 26:59; 1 Cr. 6:3). Su esposa fue Elisabet y sus cuatro hijos fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar.
A. se presenta en la historia como boca
de Moisés (Éx. 4:16) ante Faraón. Parece que A. tenía fama de orador, mientras Moisés se sentía torpe de lengua
(Éx. 4:10,14). Por tanto, fue escogido por Dios para ayudar a Moisés a redimir de Egipto al pueblo de Israel (Éx. 4:27). Al principio siempre acompaña a Moisés (Éx. 5:1,4,20; 6:13; 7:6,10,20; 8:5,12,16,25; 9:8,27; 10:13,16; 11:10; 12:1,31; 17:10–12). Pero después del cruce del Mar Rojo parece dejar esta responsabilidad y Moisés habla directamente al pueblo (Éx. 14:13).
A. figuró entre los dirigentes de Israel (Éx. 19:24; 24:9; 34:31) y estuvo con ellos cuando vieron a Dios. Sin embargo, no tuvo cualidades de dirigente. Cuando reemplazó a su hermano al subir éste al monte Sinaí, no supo mantener el orden (Éx. 32:25) ni pudo resistir las exigencias del pueblo de Israel. Para complacerlos hizo un becerro de oro. Es posible que tuviera en mente al sagrado buey Apis de Egipto o el toro de los cananeos.
El momento cumbre de la vida de A. fue cuando se le nombró sumo sacerdote (Éx. 28:1; Lv. 8:2). Se confeccionaron vestidos especiales para este servicio (Éx. 28:2ss.; 39:1ss.), como señal de su autoridad religiosa y de su representación de Israel ante Dios. El relato de su consagración es minucioso (Éx. 29:1–37; Lv. 8). El punto central de su ministerio fue el día de expiación, al entrar en el lugar santísimo como único representante del pueblo de Israel (Lv. 16:13,14). Dios sostuvo la autoridad de su sacerdocio frente a una rebelión (Nm. 16) y la confirmó con el milagro de la vara que floreció (Nm. 17).
A pesar de su oficio sagrado, A. demostró grave carnalidad al envidiar la posición de preeminencia que tenía su hermano Moisés. Quiso justificar sus celos alegando que Moisés había tomado una mujer cusita (Nm. 12:1,2). Sin embargo, Jehová intervino para reafirmar que Moisés había sido escogido para ser boca
de Dios.
Por su falta de fe, no se le permitió entrar en la tierra prometida (Nm. 20:12). Entregó el sumo sacerdocio a su hijo Eleazar en el monte Hor (Nm. 20:26; Dt. 10:6), Jonde murió a la edad de 123 años (Nm. 33:38,39). ( iv42 SUMOSACERDOTE). P. S.
ABADÓN (heb. = ‘perdición’). Nombre poótico para el mundo de abajo. En Job, Sal. y Pr. denota simplemente la morada de los muertos ( iv42 SEOL). Pero en la literatura rabínica designa específicamente el lugar de condenación y castigo, o sea un departamento de las regiones infernales reservado para los inicuos. Este matiz se refleja en su empleo como nombre del ángel del abismo en Ap. 9:11; Juan lo traduce por Apolión (‘destructor’). R. F. B.
ABANA Y FARFAR. Ríos de Siria mencionados por Naamán en 2 R. 5:12. Son ríos claros y Naamán sostenía que eran mejores que todas las aguas de Israel
, y en nada comparables con el iv42 Jordán. Y en verdad lo eran. Probablemente el A. es el actual río Barada, que nace en el Antilíbano unos 30 km al NO de Damasco. Pasa por la ciudad fluyendo hacia el SE y desemboca en un lago pantanoso 30 km más al E. Riega los llanos y provee de agua a la ciudad de Damasco. Por eso Naamán habló de su grandeza.
El río F. probablemente es el moderno Awaj, que nace en el mte. Hermón y corre unos 14 km al S de Damasco; fluye de O a E. Es perenne y riega la región entera.
J. E. G.
ABARIM (‘más allá’ o ‘del otro lado’). Mte. situado al E del mar Muerto y del bajo Jordán, frente a Jericó, en el territorio de Moab y en la tribu de Benjamín (Nm. 33:48; Dt. 32:49). El uso del plural (Nm. 33:47,48), sugiere una cadena de montañas. Los mtes. Nebo, Pisga y Peor formaban parte del A. (Nm. 27:12; 33:47,48; Dt. 32:49; 34:1). Los israelitas acamparon dos veces en Ije-abarim (Nm. 21:11; 33:44).
iv46El río Abana, visto aquí, reoorre toda la ciudad de Damasco, tornándola en un vergel frondoso y fértil en tnedio del desierto que la rodea. MPS
ABBA. Forma enfática del arameo ab (‘padre’), usada corrientemente para expresar una relación filial íntima. Raras veces se usa para referirse a Dios, y menos aún en oración, como lo hace Jesús en Mr. 14:36 (donde se añade la traducción griega). Probablemente se dirigíó así a Dios, no sólo en la ocasión citada, sino también en otras en que los evangelistas han traducido a. como padre
, padre mío
, o mi padre
. A. expresa la relación única de plena comunión y confianza del Hijo con el Padre, y, según parece, la iglesia primitiva adoptó el término, especialmente para la oración (Ro. 8:15; Gá. 4:6), pues el Espíritu de adopción
incorpora al cristiano en esa nueva relación.
J. M. B.
ABDÍAS (‘siervo de Jehová’). Nombre hebreo de 6 hombres del AT. Se traduce al español por Abdías
o por Obadías
.
1. El mayordomo de Acab (1 R. 18) que salvó de la furia de Jezabel a 100 profetas de Jehová.
2. El cuarto de los profetas menores (Abd. 1).
3. Los otros cuatro se mencionan en 1 Cr. 3:21; 27:19; 2 Cr. 17:7; 34:12.
E. A. N.
ABDÍAS, LIBRO DE.
Este libro fue escrito por el profeta Abdías, de quien no tenemos ningún dato biográfico.
No se sabe con certeza la fecha de esta profecía. Se ha sugerido que fue escrita durante el reinado de Joram (ca. 848-841 a.C.), cuando los filisteos y árabes invadieron y saquearon a Jerusalén (2 Cr. 21:16,17; Jl. 3:3–6; Am. 1:6). En aquel tiempo los idumeos eran también enemigos acérrimos de Judá (2 R. 8:20–22; 2 Cr. 21:8–10; cp. Éx. 15:15; Nm. 20:14ss.; Sal. 83:6; Is. 63:1–6; Jl. 3:19), y bien pudo entonces suceder lo que se narra en los vv. 10–14 tocante a la ofensa de Esaú a Jacob. También se ha mencionado que es posible que Jeremías y Amós se hayan referido a este libro (Jer. 49:7–22; Am. 1:11,12).
Sin embargo, muchos eruditos ven en Ab. 10–14 una descripción de lo acontecido en la ocasión de la caída de Jerusalén a manos de los babilonios, en 586 a.C., y creen que Abdías pudo haber escrito su profecía un año después de aquel suceso.
Es el libro más pequeño del AT y su tema principal es el juicio divino que vendría sobre Edom, o sea los descendientes de Esaú, por su malévola actitud hacia los hijos de Judá. La primera parte del libro (vv. 1–14) describe la soberbia de Edom, su falsa confianza en la posición estratégica que disfrutaba su capital ( iv42 SELA), y su falta de misericordia para con los habitantes de Judá cuando éstos fueron humillados por el enemigo. Por estas causas, los edomitas sufrirían el juicio de Dios (vv. 4,8,9).
En la segunda sección (vv. 15–21) se anuncia la venida del día de Jehová, que significará venganza sobre todas las naciones y exaltación para el pueblo de Israel. El v. 21 es mesiánico (cp. Ap. 11:15).
E. A. N.
ABED-NEGO. Nombre babilónico de Azarías, uno de los tres compañeros de Daniel en Babilonia (Dn. 1:7). Junto con Sadrac y Mesac, fue nombrado para el servicio real de Nabucodonosor (Dn. 2:49). Cuando los tres rehusaron adorar a la estatua de oro que éste había levantado, se les condenó a morir en un horno de fuego (Dn. 3:13–22). Dios intervino para salvarlos (Dn. 3:24–26), y sus puestos oficiales les fueron restituidos (Dn. 3:30). Su fe ha sido ejemplo tanto para judŕos (1 Mac. 2:59) como para cristianos (Heb. 11:33,34).
J. C. H.
ABEJA. Insecto himenóptero, muy común en la Tierra Santa por la abundancia de flores. Había tantas que era natural que Palestina se llamara tierra que fluye leche y miel
(Éx. 3:8; Dt. 6:3), y que se usaran frases como: Me rodearon como a.
(Sal. 118:12), o se aludiera a las a. en enigmas, como en el caso de Sansón (Jue. 14:8).
El nombre iv42 Débora significa a., (Gn. 35:8; Jue. 4:15).
S. C.
ABEL (‘hálito’ o ‘lo transitorio’).
1. Segundo hijo de Adán y Eva (Gn. 4:2) y primer pastor del mundo, Cristo lo consideró como hombre recto (Mt. 23:35).
Con Caín, su hermano mayor, hizo sacrificio a Jehová. Su ofrenda fue bien recibida, mientras que la de Caín fue rechazada (Gn. 4:3–10). El sacrificio de A. fue aceptable, pero no por tratarse de un cordero, pues a Dios le agradaban tanto los sacrificios líquidos (Nm. 15:4,7,10) y vegetales (Nm. 15:4,9) como los animales. Según Heb. 11:4, lo que le valió a A. fue su fe al reconocerse culpable ante Dios e identificar la vida de la víctima con la suya (Lv. 17:11).
Algunos creen que la aceptación de A. se manifestó cuando el fuego divino cayó sobre su altar. Pero en 1 Jn. 3:12 se puede inferir más bien que Caí iv410 notó en A. la serenidad y el gozo de un hombre perdonado y no lo pudo soportar. El relato del primer homicidio atestigua las horrorosas e imperecederas consecuencias de derramar sangre humana (Gn. 4:8–14; Lc. 11:51; Heb. 12:24).
2. Prefijo de algunos nombres toponímicos. En tales casos A. significa prado
o valle
. V.g.: Abel-sitim (Nm. 33:49), Abel-mehola (Jue. 7:22), Abel-bet-maaca (1 R. 15:20), Abel-main (2 Cr. 16:4), Abel-mizraim (Gn. 50:11). Se usa como voz independiente en 2 S. 20:18.
W. G. M.
ABEL-BET-MAACA (‘prado de la casa de opresión’). Ciudad en el N de Palestina en la latitud de Tiro, que en 2 Cr. 16:4 se llama Abelmaim
. Tiene importancia histórica por ser el lugar adonde huyó Seba al rebelarse contra David (2 S. 20:13–22). Ochenta años después la tomó Ben-adad, rey de Siria (1 R. 15:20). Tiglat-pileser, rey de Asiria, la incorporó a su imperio 200 años después (2 R. 15:29). En la antigüedad se conoció por su fidelidad a las costumbres israelitas (2 S. 20:18). Actualmente se identifica con Tel-abil, cerca del pantano Hulé.
J. E. G.
ABEL-MEHOLA. Ciudad natal de Eliseo (1 R. 19:26), situada cerca del lugar donde Gedeón derrotó a los madianitas (Jue. 7:22). Es común identificarla con el actual Tel Abu Sifri, al lado O del Jordán, a media distancia entre el mar Muerto y el mar de Galilea.
J. E. G.
ABEL-MIZRAIM (‘prado’ o ‘lamento de los egipcios’). Nombre dado a la era de Atad, donde José y sus acompañantes lloraron a Jacob por siete días en camino a Mamre, donde tuvieron que sepultarlo. Hoy es un lugar desconocido. Gn. 50:10s. lo sitúa al otro lado del Jordán
, pero algunos exegetas opinan que una mejor traducción sería en la región del Jordán
.
J. G. C.
ABEL-SITIM. (Nm. 33:49) iv42 SITIM.
ABI. iv42 ABÍAS N.° 8.
ABIAM. iv42 ABÍAS N.° 6.
ABÍAS (‘el Señor es mi padre’). 1. Séptimo hijo de Bequer, hijo a su vez de Benjamín (1 Cr. 7:8).
2. Esposa de Hezrón, nieto de Judá (1 Cr. 2:24).
3. Segundo hijo de Samuel, nombrado juez con su hermano Joel. Su corrupción dio pretexto para que el pueblo pidiera rey (1 S. 8:1–5; 1 Cr. 6:28).
4. Padre de una familia sacerdotal que formó la octava clase cuando David dividió a los sacerdotes en 24 clases para desempeñar el servicio del templo (1 Cr. 24:10). Zacarías, padre de Juan el Bautista, fue de esta clase (Lc. 1:5).
5. Hijo de Jeroboam, primer rey de Israel. Murió joven y muy llorado conforme a la profecía dada a su madre por el profeta Ahías (1 R. 14:1–18).
6. Hijo y sucesor de Roboam, primer rey de Judá. Reinó durante tres años. Ganó una victoria notable sobre Jeroboam, rey de Israel (2 Cr. 13). Se llama Abiam
en 1 R. 14:31; 15:1,7,8.
7. Sacerdote de la época de Nehemías; firmó el pacto (Neh. 10:7; 12:4,17).
8. Madre de Ezequías, rey de Judá (2 Cr. 29:1). Llamada Abi
en 2 R. 18:2.
D. M. H.
ABIATAR. Hijo de Ahimelec, sacerdote de Nob. Escapó cuando Saúl asesinó a su padre y se unió a David (1 S. 22:20–22). Trajo consigo el efod, que le ayudó a conocer la voluntad de Dios (1 S. 23:6–12). Después de la entronización de David, sirvió como uno de sus oficiales (1 Cr. 27:34). Ayudó a llevar el arca a Jerusalén (1 Cr. 15:11,12). Él y su hijo Jonatán sirvieron de espías para David en Jerusalén durante la sublevación de Absalón (2 S. 15:35ss.). Ayudados por Husai, comunicaron a David los planes de Absalón (2 S. 17:15–17). Al fin del reinado de David, A. cooperó en el intento fallido de entronizar a Adonías (1 R. 1), por lo cual Salomón lo destituyó (1 R. 2:26,27). Con este acto se cumplió la promesa de Dios respecto de la casa de Elí (1 S. 2:27–36).
Durante el reinado de David hubo dos sumos sacerdotes, Sadoc y A. (1 Cr. 15:11), aunque parece que A. estuvo sobre Sadoc (1 R. 2:35). Después de la destitución de A., quedó solamente el linaje de Sadoc.
P. S.
ABIB (‘espigas maduras’). Primer mes del año litúrgico hebreo y séptimo del año civil. Su nombre deriva del palestino local y se llama así porque en ese tiempo se maduraba el grano. Especialmente la cebada se espigaba en este mes. El festival de los primeros frutos se ofrecía el 16 del mes. El día 10 de A. se iniciaba la preparación de la Pascua. Se mataba la víctima el día 14, hacia la puesta del sol, y era comida esa misma noche al comenzar el día 15. Los días 15 al 21 eran el tiempo de la fiesta del pan sin levadura, que terminaba con una convocación solemne (Éx. 12:1,2; 13:4,6; 23:15; 34:18; Dt. 16:1). Su nombre postexílico es Nisán. Hoy corresponde a marzo-abril. ( iv42 MES.)
G. D. T.
ABIEZER (‘padre es ayuda’). 1. Hijo de Galaad, nieto de Maquir y bisnieto de Manasés (1 Cr. 7:14–18), llamado también Jezer (Nm. 26:30). Sus descendientes, los abiezeritas, fueron los que primero se reunieron con Gedeón, cuando éste llamó a hombres para luchar en Jezreel contra los madianitas y amalecitas (Jue. 6:33,34).
2. Uno de los oficiales valientes de David (1 Cr. 11:28), benjamita (1 Cr. 27:12), natural de Anatot (2 S. 23:27).
H. P. C.
ABIGAIL (‘mi padre es gozo’).
1. Hermosa y prudente esposa de Nabal, el de Carmel, la cual intervino con su sabio razonamiento y regalos cuando David iba a vengarse de Nabal por su torpe mezquindad. David acató el consejo de A. y a los diez días Nabal murió sin que David derramara sangre. Después A. pasó a ser esposa de David, y fue madre de Quileab o Daniel (1 S. 25; 2 S. 3:3; 1 Cr. 3:1).
2. Hermana de David y madre de Amasa (2 S. 17:25; 1 Cr. 2:16,17).
J. M. H.
ABILINIA. Tetrarquía gobernada por iv42 Lisanias en el año 15 de Tiberio (Lc. 3:1), y situada en el Antilíbano. Las ruinas de su capital, Abila, se hallan a 30 km al NO de Damasco, sobre la línea del ferrocarril de Beirut, en un lugar llamado Es-suk. Se la llama Abilinia de Lisanias para distinguirla de otras.
S. C. C.
ABIMELEC (‘mi padre es rey’). 1. Rey de los filisteos en Gerar; llevó a Sara a su harén, luego que Abraham había dicho que era su hermana. Reprendido por Dios en sueños, se la devolvió a Abraham después de reconvenirlo por el engaño que había cometido (Gn. 20:1–18). Posteriormente A. y Abraham hicieron un pacto (Gn. 21:22–34).
2. Otro rey de Gerar, posiblemente hijo del anterior, a quien Isaac le dijo la misma mentira con respecto a su esposa, Rebeca. Aunque los filisteos no la tomaron, cuando A. descubrió el embuste, reprendió a Isaac (Gn. 26:1–13). Sin embargo, siguieron en buenas relaciones (Gn. 26:26–33).
3. Hijo