Siempre es un auténtico placer compartir conocimientos con el historiador y escritor Mariano Fernández Urresti. En esta ocasión la excusa ha sido la reciente publicación de su novela Inmortal (Editorial Almuzara, 2023), obra que recomendamos como la mejor forma de adentrarse en los enigmas y entresijos de dos clásicos de la literatura, además de pasar un buen rato y conocer aspectos desconocidos de la historia y la literatura.
En tu novela planteas la hipótesis de que los hechos relatados en la novela de Bram Stoker pudieron ser ciertos. ¿Tiene esta tesis algún fundamento?
En la novela planteo al lector un juego inquietante: Por ejemplo, en la versión islandesa, publicada en 1891, Stoker incluyó un prefacio escrito probablemente en 1898 en el que dice: «Estoy totalmente convencido de que no cabe dudar en absoluto de la veracidad de los hechos aquí descritos, por increíbles que puedan parecer a simple vista». Y en la primera y siguientes ediciones leemos: «…todos los datos seleccionados son rigurosamente contemporáneos a los hechos, según la opinión y el conocimiento de quienes los consignaron ». A partir de esas ideas y de otros muchos datos que contiene la novela, algunos eruditos en cuyos estudios me apoyo para escribir , proponen que Stoker conoció a los personajes reales en los que se inspiró, pero preservó su identidad cambiando los nombres y también los escenarios de la trama. Por ejemplo, varió su idea inicial de situar parte de los hechos en Estiria y se decantó por Rumanía añadiendo a la historia unos confusos datos históricos sobre Vlad Tepes que son absurdos, puesto que no hay base histórica que vincule a ese príncipe valaco con el vampirismo. Stoker fue prácticamente el último en utilizar al vampiro como inspiración literaria en su época después de un siglo de novelas de ese estilo, y las novelas góticas se ambientaban siempre en el pasado, por lo que cabe preguntarse qué razón le llevó a situar los hechos de la trama en su presente.
