
Durante la conocida como la Guerra de la Cuádruple Alianza se proyectó que un contingente de soldados españoles desembarcara en las Islas Británicas en apoyo de la causa jacobita. En una primera fase, que fue la única que se llevó finalmente a cabo, unos 300 infantes de marina españoles desembarcarían en Escocia para sublevar a sus clanes, lo que llevaría a que el ejército británico trasladara al norte sus tropas. En ese momento, la fuerza principal desembarcaría en el suroeste de Inglaterra o en Gales, donde los partidarios de Jacobo III Estuardo eran muy numerosos, y tomarían Londres. Finalmente, un reducido grupo de militares españoles participó en la defensa del castillo de Eilean Donan y en la batalla de Glenshiel, último enfrentamiento hasta la fecha de los británicos contra fuerzas extranjeras en su propia isla.
LA DENUNCIA DEL TRATADO DE UTRECHT
Ya en 1709 Luis XIV de Francia, con su país sumido en una gravísima crisis económica y financiera, había propuesto intentar llegar a un acuerdo para terminar con la Guerra de Sucesión