Si durante los primeros años del siglo XX la Revolución mexicana fue el paradigma para otros movimientos sociales de la América hispano-lusitana, a partir de 1959 la Revolución cubana se impuso como el modelo. Pero, a diferencia de México, Cuba careció de un mito fundacional, por lo que la revolución del 59 siguió la disputa por el imaginario identitario de la nación cubana.
Este conflicto no armado es el tema del libro El mito y el desencanto. Literatura y poder en la Cuba revolucionaria, recién publicado por Paidós, bajo el sello Ariel, del escritor y diplomático Andrés Ordóñez, académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“El libro presenta las líneas generales de la disputa por la conducción del proyecto cultural de la revolución y con ello, la disputa por el imaginario nacional, a través de las construcciones político-literarias. Asimismo, cómo los integrantes, los protagonistas.