De buena familia pero inconformista, a los 21 años Georges Pierre Seurat (1859-1891) decidió abandonar sus estudios en la Academia de Bellas Artes porque se negaba a pintar cuadros convencionales". Cabe decir que contaba con el apoyo económico de su padre -un empresario inmobiliario- para financiar su carrera, lo cual le facilitó mucho las cosas.
A partir de su descubrimiento del arte impresionista, se centró en retratar y dibujar a gente sencilla y pequeños paisajes al aire