



ZACATECAS, ZAC.- Dieciséis personas desaparecieron en diciembre último en la ruta que une a los municipios de Colotlán y Huejúcar, en Jalisco, y Tepetongo y Jerez, localidades zacatecanas. Es un tramo de alto riesgo, lo mismo para los zacatecanos que para quienes visitan la zona o sólo van de paso.
Entre ellos figuran las jóvenes jaliscienses Daniela y Viviana Márquez Pichardo, así como Paola Vargas Montoya y José Melesio Gutiérrez Padilla (este último de origen leonés y con ciudadanía estadunidense), quienes viajaron por la carretera federal 23, que conecta a Jalisco con Zacatecas, y fueron vistos por última vez con vida el 25 de diciembre pasado.
Sus cuerpos fueron encontrados en un sitio de inhumación clandestina el martes 17. Su desaparición y posterior asesinato reavivaron las alertas por lo que se padece en esta región sometida por la violencia generada particularmente por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Las desapariciones van en aumento y de la mano del asedio de los dos grupos delictivos más poderosos del país: el Cártel de Sinaloa y el CJNG.
En la búsqueda de sus seres queridos, las familias recorren otra vía llena de obstáculos ante las autoridades zacatecanas y de los estados vecinos, entre las que hay nula coordinación para investigar los casos y dar con el paradero de las víctimas. Muchos